Jordi Rebellón

 
¿Qué es “El pintor de batallas”, cómo definiría esta obra? ¿La había leído? ¿Qué le pasó por la cabeza cuando lo hizo?

No me la había leído antes, la leí después de leer el texto teatral, que dije que sí a la primera porque es maravilloso. Yo creo que hay una palabra que define la obra y es culpa. Pérez Reverte fue corresponsal de guerra en la guerra de los Balcanes y es un reflejo de todo lo que él vivió, de lo que vio y lo que sufrió en esa guerra. Es un encuentro entre dos personajes, un corresponsal de guerra y un soldado croata, que gracias a una foto que el corresponsal le hizo al croata le dieron varios premios y también por culpa de esa foto el croata sufrió la fama en un momento de guerra, tanto él como su familia y entonces le viene a pedir explicaciones y viene a pedirle respuestas. Entonces establecen una lucha dialéctica a muerte entre los dos buscando explicaciones y referencias de todo lo que pasó.


Dice Antonio Álamo que si uno busca respuestas tajantes, en este montaje no las va a encontrar. ¿Qué vamos a encontrar entonces, de qué nos habla?

Nos habla de la muerte, de la vida, de los valores, de los recuerdos, de algo que ocurrió hace muchos años pero que en realidad está muy presente porque las guerras siguen presentes hoy. Nos habla de sentimientos, de culpa, de muchas cosasa. Es un texto que no tiene trampa ni cartón, muy de verdad y que nosotros lo verbalizamos tal y como está escrito.


Háblenos de su personaje, ¿quién es y cómo es?

Mi personaje es Andre… es un corresponsal de guerra que en un momento de su vida decide retirarse, se compra un torreón en un acantilado y empieza a pintar un mural en las paredes de las cosas que él ha vivido., que él recuerda, de sus recuerdos, de sus vivencias. Es un personaje que de alguna manera, eso lo vamos viendo a través de la función, atormentado por cosas que él ha visto y que de alguna manera el personaje de Markovic, que se presenta en una visita sorpresa le hace recordar todas estas vivencias, le hace plantearse muchas dudas, vivir muchos recuerdos y que no es todo tan bonito como parece. Es un personaje que lo ha visto todo, lo ha vivido todo y que está de vuelta de muchas cosas, pero que tiene un sentimiento de culpa que le hace aflorar el personaje de Markovic.


¿Cuál podría ser una de las frases clave, más duras o más conmovedoras que pronuncia usted o su compañero?

El hombre mata y tortura porque es lo suyo. Le gusta.


Creo que el autor se mostró entusiasmado al ver la obra, ¿eso le añade un poco más de nervios al actor? ¿Cómo lo vivieron?

Lo vivimos con cierta atención porque todos conocemos a Pérez Reverte, que es un hombre que dice lo que piensa, que no se corta un pelo en hablar, pero estamos satisfechos porque dijo que le habíamos hecho recordar muchas cosas, revivir muchos recuerdos y que era la primera vez que él aplaudía una adaptación de un texto suyo sin fisuras. Con lo cual nosotros estábamos muy contentos, vino a felicitarnos, estaba encantado. Lo que al principio fue cierta incertidumbre por saber lo que pensaría este hombre, después acabamos todos muy contentos porque a él le había gustado mucho.


Estrenaron en octubre en el Teatro Calderón de Valladolid. ¿Qué sensaciones ha creado el montaje entre el público?

Esta función  pasa algo muy curioso y es que desde que empieza en el minuto uno se crea un silencio absoluto en la sala que no se rompe hasta el aplauso. Es una hora y veinte de un respeto absoluto por el texto, por los actores, el público está entregado a la escucha de este texto y con la respuesta estamos muy contentos, porque los aplausos son muy cálidos, incluso alguna vez hay ‘bravos’ y el público se pone en pie.


La crítica ha destacado también sus magníficas interpretaciones. Imagino que tener el compañero adecuado es fundamental… (Échense flores, qué nos diría de su compañero)

(Risas). Es un actor que no conocía, no habíamos trabajado nunca juntos pero es un fantástico actor y sobre todo en el escenario hay mucha química, pero sobre todo hay mucho respeto por el trabajo de cada uno. Es un actor que sabe mirar, que sabe escuchar y que interpreta fantásticamente los personajes. A Alberto Jiménez no hay que descubrirlo, es un grande de la escena.


¿Con qué reflexión personal se queda usted después de interpretar esta obra y este personaje?

Me voy a quedar con que estoy haciendo uno de los mejores textos que he hecho en teatro. Este texto no tiene trampa ni cartón. De hecho, cuando  me ofrecen una obra de teatro yo siempre me la leo, soy un mal lector de primeras, tengo que leerme las obras dos o tres veces para acabar de entenderlas, para buscarle los pros, los contras. Y con eta obra me pasó que me la leí una vez muy rápido y dije que sí a la primera porque me pareció maravillosa. Me quedo con que estoy haciendo un texto maravilloso en una función maravillosa. Es una de las mejores funciones de teatro que he hecho en mi vida.


Aparte de en los Teatros del Canal, ¿dónde más vamos a poder verle? Otros proyectos…

De momento no tengo nada más. Podría decir como el chiste: “-¿Tú qué haces? –Yo hago publicidad, tengo una película, una obra de teatro… ¿Y tú? –Pues yo igual que tú, en el paro” (risas). De momento sólo tengo esta obra de teatro. Hay cosillas por ahí, pero tan verdes que no vale la pena ni comentarlo. De momento esta obra de teatro, estaremos un mes en Madrid y luego seguiremos gira y luego vamos a ver qué pasa. 

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