La primera, que un señor se gaste, pongamos, 50.000 euros en un cuadro blanco le parece…
(Risas). Me parece de otro planetal, me parece propio de ese universo elitista, de esa esfera de la alta sociedad lejanísima a mi vida. Me parece marciano (risas).
Si fuesen Sergio, ¿en qué obra de arte contemporánea estarían dispuestos a dejarse un buen pellizco?
Pues me imagino que sería en una obra de arte de un amigo, de alguien cercano, de alguien que yo conociera personalmente, alguien que lo que quisiera tener es algo más que esa misma pieza, es decir, no sólo por la pieza en sí sino por la persona que la llevase a cabo.
Josep Maria Flotats, José María Pou y Carlos Hipólito; Ricardo Darín en Argentina; Luis Merlo, Iñaki Miramón y Álex O’Dogherty y Enrique San Francisco, Vicente Romero y Javier Martín… ¿Cuándo descubrieron “Arte”: habían visto algún montaje antes, cuál y qué les pareció, la descubrieron ahora al leer el libreto…? ¿Cuándo y qué fue lo primero que pensaron?
No he visto nada ni la había leído. La descubrí cuando me pasó el texto Miguel del Arco. Tampoco he querido ver vídeos de otras funciones para no contagiarme de nada que no fuese lo que construyésemos entre Miguel y el equipo artístico. Sabía que era una obra muy celebrada, una gran comedia del siglo XX. Y me parece brillante, me reí mucho. La leí en París porque estaba haciendo un viaje de placer y pasé grandes momentos riéndome solo y pensando en cómo se iba a hacer. Cuando se lee un texto de teatro ya se está montando en la cabeza, por lo menos yo ya fui componiendo el personaje desde la primera lectura. Es una obra de teatro que inspira muy bien a los actores, está como todo escrito y eso en ese sentido es un placer.
Llevamos un buen rato hablando de arte, pero tras el texto de “Arte” se encuentra todo un tratado mundial sobre el ser humano y la amistad. ¿A qué nos enfrenta en realidad esta obra, qué temas trata?
Habla de la superficialidad, del arte y del debate que siempre plantea el arte contemporáneo, pero fundamentalmente eso es la excusa para hablar de las relaciones humanas y del desencuentro de tres amigos de toda la vida que descubren ahí que quizás sólo tengan pasado entre ellos. Como buena comedia tiene un gran problema de fondo, como bien decía Miguel: “No puede haber comedia si no hay un buen disgusto o un drama debajo”. En ese sentido “Arte” de una manera magistral plantea una historia de amistad, de una amistad que quizás ha llegado a su fin y el vértigo que eso conlleva.
Jorge Usón –“Invernadero”, “Feelgood”, “Marsella”, “B&B”- es Iván. Cuéntenos cómo es…
Soy una persona que se va a casar y estoy muy nervioso. Es una persona muy ansiosa que siempre ha ocupado un término medio y ha heredado el discurso de los demás. Es alguien que se ha ido abriendo paso desde (4:56) autenticidad por así decirlo y yo digo que es un infiltrado en el club de los felices. Es alguien que pretende ser feliz y estar a la altura sobre todo de sus dos amigos, que son Sergio y Marcos, que pertenecen a una esfera social que le es ajena a él. Yo diría que es eso, un infiltrado en el club de los felices donde realmente se va a ver la verdad, como sólo el teatro puede desenmascarar.
Una frase de su personaje… La más brutal, la que primero se le venga a la cabeza…
“Te haré una pregunta: ¿Qué pasa, que no puedo apreciar ese cuadro por mí mismo?”.
Con “Arte” Miguel del Arco regresa un poco a la comedia. ¿Qué tiene de especial su montaje, cuáles son sus líneas maestras y cómo es él como director?
Él es un director brillante, inteligentísimo, que sabe no sólo toda la ingeniería teatral, sino que maneja muy bien el lenguaje y ha entendido algo sobre el mundo y las relaciones humanas. Es alguien que pone al servicio del espectáculo todos sus conocimientos, que hasta el día de hoy parecen inagotables. Estamos haciendo una función muy al servicio del texto, no estamos buscando la risa, pero tampoco la estamos despreciando, pero estamos contando una historia de desencuentro y posiblemente de desilusión y en ese sentido el trabajo con él está siendo absolutamente estimulante porque estamos desentrañando casi frase por frase y haciendo una labor de filigrana con muchísimo gusto y yo creo que con un sentido muy agudo de lo que una comedia como esta pueda ofrecer.
Dice Miguel del Arco que le gusta pensar en este trío protagonista como en tres amigos desde sus tiempos de instituto. ¿Ustedes también conservan amigos de entonces o uno cambia demasiado con la edad?
Sí, sí, los conservo, lo que pasa es que yo soy de Zaragoza y nos vemos poco, pero intentamos juntarnos por Navidad o hacemos alguna cena y nos une ese pasado y la alegría de reencontrarnos. Al fin y al cabo lo más importante de esta vida son las personas.
Animen a sus amigos, y de paso a todo el mundo, a ir a ver “Arte”. ¿Qué les dirían?
Bueno, a mis amigos yo los tengo convencidos (risas) y al público le diré que no se puede perder esta nueva versión de una pieza magistral, graciosísima y a la vez de hondo calado. Yo creo que van a pasar un rato agradable y van a poder reflexionar sobre los asuntos más importantes de la vida. No hay mejor plan para verano que venir a ver “Arte”.