Carlos, ¿quiénes y cómo son sus ocho personajes de la función?
CARLOS: Patxi, un vasco que va de duro y luego es un blandengue; un camarero andaluz que lleva su propio tempo; el chef de alta cocina Atorrasagasti, obsesionado por conseguir la tercera estrella Michelín; Oriol, un catalán que propone un nuevo tipo de referéndum; José Antonio, miembro de la ‘Kale borrosa andaluza’; Paco, un murciano con problemas matrimoniales; el Presidente del Gobierno, atípico y bromista; y un padre andaluz… muy muy andaluz (risas).
¿Qué nos puede contar de los suyos, Leo?
LEO: Empiezo por Joserra, que es el chico vasco que está en el bar de Cádiz. Es un chaval muy afable, tranquilo y el más cabezón de toda su pandilla; Kike Cuencas es el crítico de la guía Michelín, un hombre muy sofisticado, caprichoso y vanguardista; Andoni, el personaje de la Ikastola, que es un tipo aparentemente muy tranquilo y callado pero que en realidad oculta todas sus pasiones; El Fali, un tío muy mujeriego; Koldo, un budista vegetariano…
Leo, ¿Qué hay del resto?
También está José Domínguez, un señor de Cartagena que ha llegado a ser parte del Tribunal de Estrasburgo; el lehendakari, que es un tío muy seco y muy serio que tiene miedo a volar y un secreto que se descubre en la función; José Antonio, un empresario cordobés de venta de aceitunas partidas de Puente Genil al que le gusta mucho viajar con su mujer; y Mikel, el joven ertzaina, un chaval muy noble y hermético con todos los tópicos del típico vasco. Es todo un romántico en realidad y se da cuenta de todo lo que él es cuando le tocan el corazoncito.
Uno de los momentos que más carcajadas desatan con sus interpretaciones es…
LEO: Cuando aparece Koldo, ¡es un momento bastante cómico!
CARLOS: Posiblemente cuando un “esnortao” se pone a hacer el caballito en una tasquita andaluza.
¿Alguna anécdota vivida en plena escena a lo largo de estos meses en el Marquina?
LEO: Lo más gracioso es que la gente hace muchísimos comentarios en plena función, ¡participan mucho!, les dan consejos a los personajes a viva voz y es muy divertido.
¿Cómo son Leo y Carlos fuera de los focos?
CARLOS: ¡Como persona, que me definan los demás! Como actor, por supuesto intento en cada proyecto dar lo mejor de mí y aprender del proyecto, del director, de mis compañeros y del público.
LEO: ¡No sabría cómo decirte…! (risas). Pero el otro día leí en un artículo que me etiquetaban como el hombre orquesta porque hago de todo, e igual es verdad, porque me gusta cambiar y soy bastante versátil, así que sí: ¡¡soy el hombre orquesta!! (risas).