¿Qué ofrece “Antónimos”?
Un espectáculo de hora y media con tres actos divertidísimos donde la gente se lo va a pasar muy bien con nosotros dos en un estado muy divertido y, sobre todo, muy antónimo.
La banda sonora con hits musicales de sello Morancos incluirá temas como…
Temas nuevos que vamos a hacer para Madrid como el de “La bicicleta” y otros que ya tenemos cantados, esos que vemos que más pueden gustar, pero hay bastantes, desde Rita Barberá –a la que le meteremos sus historias– hasta todos. Nosotros intentamos que toda la actualidad pase por aquí.
¿Qué principales diferencias con respecto a “En Positivo” vamos a encontrar en “Antónimos”?
¡Todo! No tiene nada que ver con el anterior. Aquí te encuentras a mi hermano César que tiene una relación personal chunga y me la cuenta y yo intento ayudarle, pero no sé si lo consigo, porque somos antónimos y él lo es con su mujer, vamos, ¡un lío! (risas). Hay un debate político en el que los dos somos antónimos también, etc.
¿Qué tres personajes míticos puede asegurar que no faltarán en este show?
Bueno, tres serían en la península, dos en Canarias (risas). Antonia y Omaíta no van a faltar nunca porque son dos personajes que nos han identificado muchísimo a nosotros. Crear a alguien que ya llegue a traspasar tu persona –¡porque a mí ya muchas veces no me dicen ni Jorge, me dicen Antonia…!– me encanta. Es como le pasa a José Mota con su Vieja del visillo, Gila con su teléfono, Martes y Trece con su Encarna…
“En Positivo” fue visto por casi medio millón de espectadores… ¿qué reto tiene para este nuevo show?
¡Pues mira, no sé qué reto! Pero lo que sé es que hemos sido este año en Cataluña el segundo espectáculo más visto después de “Mamma Mia”. Hemos estado en Valencia con todo el teatro a tope y, después, todas las galas… no nos podemos quejar, vamos muy bien de público y, si llegamos al medio millón, encantados. ¡O más…! Que sería ya flipante, vamos.
Uno de los momentos más divertidos de esta función se produce cuando…
Empezamos a reírnos y a meter morcillas el uno al otro y vemos que, dentro del guion, se nos ha ido la cabeza un poquito (risas). Nos lo pasamos estupendamente, la gente se hace cómplice de ese momento y, por eso, se ríe mucho más.
¿Por qué nadie debería perderse “Antónimos” en el Nuevo Apolo?
Eso es como decirme ¿por qué no dejamos el desayuno? ¡pues no! Hay que ir y comérselo y desayunar, porque te vas a cargar de muy buen sentido del humor, muy buen rollo y buenos sentimientos. Se lo van a pasar muy muy muy bien.
Lo antónimo a Morancos es…
La tristeza, porque nos subimos al escenario para hacer feliz a la gente.
¿Y un concepto sinónimo?
Sonrisa, felicidad, simpatía. La sencillez también, porque nosotros somos gente muy sencilla, de nuestra tierra, de nuestro barrio, sin más pretensiones.
La cosa más graciosa, la que más arte tiene del mundo es:
Saber reírte de ti mismo, eso es importantísimo, tener buena sintonía y al mal tiempo buena cara.
La obra teatral que más le impactó ver fue…
Me impactó mucho en su momento “Carmen, Carmen” de Antonio Gala, con Concha Velasco, y me volvió loco, me pareció preciosa.
Una manía del día a día:
Yo tengo una tremenda: ver las puertas de los armarios abiertas.
No hay nadie peor o más torpe que usted intentando…
¡Pintar! Si yo tuviera que estar en una comisaría para retratar al asesino yo creo que no lo encontrarían nunca.
Si volviese a nacer, sin duda le gustaría tener más…
Nada más. Yo he nacido en una familia estupenda, tengo una pareja, que es actor también, al que amo, mi compañero de trabajo y hermano César es para mí una de las mejores cosas que me han pasado en la vida… soy un privilegiado.
¿Y menos…?
¡Agobiarme por tonterías!