¿Cuál es la clave del éxito de “Testigo de cargo”?
Que es una obra maestra del género. En mi opinión, la mejor de Agatha Christie por cómo están definidos los caracteres de los personajes y la intriga. Es perfecta.
Háblenos de su personaje.
Es el abogado triunfador que es burlado (risas). Digamos que es la vanidad humillada.
Si echa la vista atrás en su carrera profesional, ¿qué balance obtiene?
¡Uno magnífico! Más con los dos últimos premios que me han dado, uno por la trayectoria profesional.
¿Qué momentos destacaría?
Hay varios. Mi debut con “La casa de los siete balcones” me subió a las cabeceras de cartel. Después me convertí en el primer actor de la compañía Lope de Vega. Los primeros premios de mis trabajos, hacer “¡Ay Carmela!” con Verónica Forqué y Kiti Manver… ¡Hay tantas! Y el último acontecimiento fue el “Cyrano de Bergerac” en el teatro Español. Todo éxitos, uno tras otro.
¿Cómo ve la situación del teatro en España?
Muy fastidiosa con el invento de la crisis pero, afortunadamente, el público sigue yendo a los teatros, por eso podemos continuar.