Manuela Velasco y Paula Paz – El sillón K. Cartas desde el olvido:  Carmen Conde y Katherine Mansfield

Partiendo de la voluntad del Teatro de La Abadía por sacar de las sombras a las grandes escritoras del siglo XX y darles el lugar que se merecen en diálogo con las creadoras escénicas del momento, regresa a esta sede la dramaturga y directora Paula Paz –aplaudida la pasada temporada con sus “Cartas Vivas”– para presentar su nueva propuesta escénica: un poético viaje entre la vida y la muerte de la mano de Carmen Conde – figura clave de la Generación del 27– y Katherine Mansfield –destacada escritora neozelandesa–. Destilando una belleza mágica, la obra se vertebra a través de cartas y se completa con el cuerpo poético de ambas escritoras, fragmentos del diario de Katherine Mansfield y con el discurso de entrada a la RAE de Carmen Conde. Charlamos con la creadora y la protagonista –que comparte escenario con la bailarina Estela Merlos– de esta prometedora producción que mezcla el español y el inglés, el teatro y la danza, en una emocionante obra epistolar y poética. Por ANA VILLA Fotos: SERGIO PARRA y PAU ROS

¿En qué consiste esta propuesta?

Paula Paz: He concebido “El Sillón K…” como un monólogo epistolar o un ‘diálogo con una muerta’. Es un poema a dos voces, en dos idiomas y con dos lenguajes. El teatro y la danza. El cuerpo y la palabra.

Manuela Velasco: La obra propone un diálogo epistolar entre estas dos escritoras, cada una de su tiempo y su lugar geográfico, ambas bastante desconocidas para el gran público pero extraordinarias, con la peculiaridad de que una de ellas –Katherine Mansfield– está muerta, así que es un diálogo unidireccional de Carmen Conde. Carmen sentía que conocía a Katherine a través de sus cartas y diarios, así que se comunicaba con ella. Paula Paz propicia ese encuentro entre las dos realidades separadas que están hermanadas por la sensibilidad, la literatura y la manera de ver, entender y plasmar el mundo en el papel.

¿Qué pretende el espectáculo?

Manuela: Hacer justicia a dos escritoras maravillosas con una calidad excepcional, con una complejidad, inteligencia y riqueza increíbles que, sin embargo, casi nadie conoce. Básicamente lo que ha ocurrido a lo largo de la historia, que las mujeres siempre han sido silenciadas y ni qué decir tiene las artistas, que muchas de ellas no tenían ni la posibilidad de estudiar.

Paula: Esta obra es una forma de poner luz en una autora singular, una oportunidad para que el público se sumerja en su palabra, en su sensibilidad, en su poesía.

¿Quién fue Carmen Conde y por qué es merecedora de este homenaje?

Paula: Fue una de nuestras grandes escritoras del siglo pasado, una de las voces más significativas de la Generación del 27 y, a la vez, una gran desconocida para muchas personas en la actualidad. Extraordinaria poeta y prosista, fue también dramaturga y maestra y la primera mujer en ser admitida en la Real Academia de la Lengua Española.

Manuela: Ella sola se buscó la vida para aprender a leer, a escribir, incluso robando libros –porque su madre se los tiraba, escondía o quemaba–. Consiguió empezar a publicar, que le dieran una beca para poder estudiar porque tenía talento y lo merecía… todo este empeño es de admirar. Su historia es la de una mujer que sintió la llamada de la literatura, del arte, sin tener ningún referente ni antecedente familiar, ningún apoyo ni capacidad económica para hacerlo, y llegó a ser la primera mujer que ingresó como académica de la RAE, todo un hito. Pero lo importante y lo elocuente es su obra, la calidad, complejidad y profundidad de todo lo que escribió.

¿Qué hay de Katherine Mansfield?

Paula: He querido aprovechar la oportunidad que nos brindan las cartas unidireccionales de Carmen a Katherine para invocar también una respuesta inexistente a través de la obra de Katherine; poemas, cartas y fragmentos de su diario se entrelazan en inglés creando, junto con la música de Yaiza Varona y a través de la danza interpretada por la bailarina Estela Merlos, la voz de esta superlativa autora neozelandesa coetánea y amiga de Virginia Woolf, que murió tan joven y que dejó una obra que en palabras de Carmen Conde “atraviesa mundos y vibra en presente sin límites”.

¿Qué más nos puede contar del papel en escena de la bailarina Estela Merlos?

Paula: Estela encarna la palabra de Katherine Mansfield, baila su palabra, su poesía, es ‘invocada’ a través de esas cartas por Carmen Conde. Un punto fundamental que me ha interesado y movido a la hora de crear las coreografías es, precisamente, esa relación entre cuerpo y palabra, explorando literalidad, abstracción, cadencia, creación de imágenes… Poner la poesía en el cuerpo. Algo fundamental de esta parte de la obra es que no importa que el público hable o no inglés, la palabra de Katherine Mansfield se convierte en música y se experimenta desde otro plano.

¿Cuáles han sido los principales criterios en su dirección?

Paula: Honrar a estas dos mujeres. Acercar su obra al público. Captar y plasmar en escena la hondura, complejidad, singularidad y belleza de su poesía y pensamiento.

Un momentazo de la función:

Manuela: Uno muy emocionante para mí es encarnar el discurso de aceptación de la RAE, el que pronunció Carmen Conde en 1979 ante todos los académicos, todos hombres, siempre hombres desde dos siglos atrás. Ella reivindicó la figura de tantas otras grandes escritoras y artistas que no habían sido reconocidas ni admitidas allí. Aparte, hay un momento muy poético y bonito en el que se juntan la bailarina y la actriz y hacen un recorrido por la ascensión al Monte Ifach juntas. Pero cada parte de la obra, cada tema que se toca ya sea a través de cartas o radiofonías –en Radio Nacional de España–, ¡todo es realmente emocionante!

¿Alguno más íntimo?

Manuela: Resulta muy emocionante y poético cuando se toca todo lo que le sucedió a Carmen cuando se quedó embarazada y perdió a su hija en el parto.

Una frase de este texto que, para ustedes, es digna de enmarcar:

Paula: “Existe paz en saber que se mantuvo fidelidad a la vocación no traicionada. Vocación que ha ido condicionando mi existencia. Que sólo quiso oír la voz de la poesía que no muere”.

Manuela: Cuando hace referencia a lo que ella y su país habían pasado con la Guerra Civil, cuando dice a los descreídos, a los que se ríen de los artistas que sienten angustia: “Olvidan que millones de hombres han muerto, están muriendo, agonizan encerrados, sufren destierro, ignoran que hay madres, esposas, hijos, amantes sin su amor, sin su bien, sin su amparo, y que todos esos gritos, esos llantos, están aquí en el aire, redondos, sin poder escapar, lloviendo sobre los nervios de los privilegiados”.

¿Por qué motivos no podemos perdernos este estrenazo en La Abadía?

Paula: Si no conocen a Carmen Conde y Katherine Mansfield, indispensable permitirse el goce de encontrarse con su palabra en el Teatro de La Abadía. Si las conocen, mayor motivo para dejarse tocar de nuevo por su poesía en directo. Si aman la palabra, si aman la danza, este es un espectáculo que estimula intelectual y visualmente.

Manuela: Porque escuchar estos textos y poner a estas mujeres en el escenario, darles voz, es necesario en este momento en el que parece que el mundo está retrocediendo y parece que corremos el peligro de repetir los mismos errores del pasado. Y sobre todo porque va a ser un gran descubrimiento artístico para toda la gente que no las conozca.

Manuela, aparte de esta función, ¿podemos verla en algún otro proyecto?

Manuela: Estoy rodando la serie para Tele 5 “La agencia”, que va sobre el mundo de los actores y los representantes. Y en teatro estoy terminando la gira de “Un delicado equilibrio”.

 

Teatro Abadía – N* Febrero 2025

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