¿Sabe cuántas veces le ha prestado su voz a Carmen?
Como ochenta y tantas, la verdad es que no las he contado (risas).
Y después de tantas veces, ¿cómo se consigue no perder la magia?
El escenario te produce una atracción tan fuerte que no se pierde la magia. Yo no he perdido ni un átomo de ilusión desde que empecé. Siempre tengo muchas ganas de cantar. Nací en una familia de músicos, aunque no se dedicaron profesionalmente a ello, así que formaba parte de mi educación y creo que hasta de mi información genética (risas).
¿Qué es lo más especial que tiene esta “Carmen” en versión zarzuela?
Lo más diferente son los textos hablados, que son muy bellos. Hay muchísimo texto hablado en castellano.
¿Cómo es Carmen?
Es una mujer que carece de miedo, una líder, con una fuerte personalidad; una mujer psicológicamente muy fuerte, que tiene un gran misterio y es que no deja que nadie penetre en su psicología. Es una mujer amiga de sus amigos, leal.
Una Carmen en La Zarzuela…
Estoy muy contenta de cantar en el teatro donde venía a ver las producciones que hacían. La propuesta de Ana Zamora me gusta muchísimo ¡y con la dirección musical de Yi-Chen Lin, que es una maestra china fantástica! Además, Paolo Pinamonti fue la primera persona que me contrató cuando me fui a Italia.
¿Qué más tiene entre manos?
Recitales de canto y piano, el “Requiem” de Verdi en Milán de nuevo, la “Tercera Sinfonía” de Mahler y Carmen con Zubin Mehta en diciembre y en marzo…