Martin McDonagh retrata un montón de personajes enigmáticos. ¿Cómo es el suyo?
Kate es un personaje misterioso, tiene muchas supersticiones y siempre piensa cosas negativas, como que el cojo va a acabar mal, que aquella o la de más allá se va a morir…
¿Le habría gustado asistir a este montaje en alguna otra versión?
¡Muchísimo! Porque es una historia celta y, en ese sentido, Galicia e Irlanda tienen muchos puntos en común. Me han dicho que la función que hacía el niño de “Harry Potter” estaba hecha para él, por tanto, los personajes de alrededor se desdibujaban… La nuestra en cambio es una comedia divertida, llena de misterio, con ese punto dramático de poética, con un lenguaje extraordinario que te deja pasmada y todos los personajes tienen escenas magistrales. ¡Me gusta mucho! (risas).
¿Cómo ha vivido la vuelta a las tablas con la gran Terele Pávez?
¡Con muchas ganas! Hace muchísimos años hicimos una comedia que se llamaba “El huevo”, de Felician Marceau, teníamos muchísima complicidad y eso hizo que nuestro recuerdo dentro y fuera del escenario quedara muy vivo, muy latente. Nos hicimos muy amigas. Para mí ha sido un encuentro muy alegre y es como si el tiempo no hubiera pasado. Magnífico.
La etiqueta de ‘chica Almodovar’ le reportó gran éxito. ¿Cuál ha sido la vivencia relacionada más especial?
¡Muchas! Ir a Holliwood, que forma parte de una leyenda de nuestro oficio, todo aquello del Óscar, vivir con Pedro todas esas experiencias… El estreno en París fue apoteósico y, desde ese momento, fui una estrella allí, como una de esas damas intocables ¡Me adoraron y todavía me adoran! Me empezaron a llegar proyectos de otros países, desde Italia hasta Moscú, ¡de cualquier sitio! Todo lo que rodea a la estrella que forma tu personaje te espolvorea y se apropia un poco de ti como persona. Mi trabajo con Pedro se ha alargado en el tiempo, he hecho cinco películas con él, y eso ha sido lo mejor.
Si alguien le concediera un gran deseo teatral, este sería…
Trabajar con María Isasi, mi hija, que además es una excelente actriz.
Si pudiera dar marcha atrás en su carrera, no habría perdido la oportunidad de…
¡Uff, muchas cosas! Me arrepiento de haber dicho que no a algunas cosas, pero este oficio consiste en estar siempre eligiendo, por eso, a veces te equivocas.
El mayor triunfo de su vida ha sido…
Tener a mi hija y haberme dedicado a esto, porque me ha permitido conocerme más como persona, urgar más en mis sentimientos, y eso es muy importante.
El mejor consejo que le daría a una joven actriz que está empezando es…
Que luche con fuerza, que su vocación esté por encima de todo y que no se deje abatir.