Abre la primera temporada de Nave 10 Matadero. ¿Puede más la responsabilidad o la ilusión?
Siempre la ilusión, la ilusión es el motor por el que hacemos las cosas. Y cuando se junta con que el proyecto es nuevo hay mucha alegría y es muy bonito.
¿Qué es Nave 10 Matadero?
Es un proyecto que ha diseñado su director artístico, Luis Luque, y su equipo y es un espacio de creación con una mirada hacia los autores y autoras contemporáneas de narrativa en español. Y es un espacio de posibilidad, de conexión entre generaciones y de experimentación.
Es, además, la directora invitada de este espacio para la temporada 2024/25.
Para mí es algo muy bello, porque supone abrir la temporada con un espectáculo, “Juana de Arco”, y después también haré a lo largo del año formación en procesos de creación según mi metodología de trabajo y el acompañamiento de Beatriz Jaén, que es una directora maravillosa, joven, con muchísimo talento. Tendré la oportunidad de acompañarla en su proceso a través de mentorías.
Juana de Arco. ¿Por qué le fascina tanto?
Me fascina tanto porque es una mujer que cambió el curso de la Historia. Es un referente, es una mujer con mucho poder y es un rayo de luz en medio de la oscuridad de la Guerra de los Cien años. Y después hay algo en su historia que conecta mucho con nuestra actualidad. Murió quemada y en las últimas dos semanas dos mujeres han muerto quemadas. Nos siguen quemando y creo que es importante traer historias verídicas, porque esto pasó y pensar qué podemos hacer para que eso no pase.
¿Cómo definiría la obra y en qué llagas mete el dedo?
Para mí esta obra tiene que ver con la intuición y con la conexión de otros planos, con traspasar un umbral, es la fuerza que encontramos en lo invisible. Habla también mucho de eso.
¿Cómo es la puesta en escena?
Mi propuesta para la puesta en escena es conectar con el elemento del fuego, tiene mucho que ver con la contemplación, con aquello que sientes cuando observas el fuego, que es algo hipnótico, que te coloca en otro en otro estado. Para mí en el mundo del arte la contemplación es lo que te conecta con lo sublime, que es lo que te conecta con lo divino. Haciendo esta escalera, esta trenza de conexiones es como he articulado la puesta en escena.
Sobre las tablas, un elenco de siete mujeres: Georgina Amorós, Katalin Arana, Macarena García, Lucía Juárez, Bea de Paz, Ana Polvorosa y Joana Vilapuig. ¡Menudo talento ha reunido!
Me siento una privilegiada por tener estas compañeras tan talentosas y tan generosas, porque no se están guardando nada en los bolsillos. Están muy inspiradas también por la historia, por la figura de Juana, por lo que se cuenta y lo estamos haciendo desde el placer, desde la alegría, para hablar de una historia que tiene mucho de oscuridad. Lo estamos disfrutando mucho.
¿Qué tiene que decirnos Juana de Arco a los espectadores de este 2024?
Que tengamos pensamiento crítico y que validemos nuestro liderazgo propio. Esto es lo que me interesa también de ella, como líder. Con esta tercera ola de feminismo esto se está manifestando. Las mujeres estamos liderando los proyectos. No solo empujamos desde lugares perifé-ricos, sino que llegamos a los centros neurálgicos y hay un cuestionamiento de qué se hace con los privilegios, para qué utilizamos esto. Para mí está muy claro: abrir camino, para que las que vengan detrás no tengan que pasar por lo que nosotras pasamos, al igual que lo han hecho las mujeres que nos han traído hasta aquí. Honrar el legado y trabajar para las siete generaciones siguientes. Creo que eso es lo que haría Juana.
Las creaciones de Marta Pazos suelen retumbar en la cabeza de los espectadores. ¿Qué cree que quedará en ellos de esta “Juana de Arco”? ¿Le gustaría provocar algo en concreto?
Me cuesta mucho meterme en la intimidad de los espectadores, porque yo también soy espectadora, entonces lo que me interesa es que dejen libre (risas). No espero nada, para lo que trabajo es para conectar con su percepción, con aquello que perciben y que el público pueda experimentar una transformación muchas veces incluso física a través de la mirada, a través de lo que hago con el color, que hay una voluntad de cambio de cambio físico, de crear colores que en realidad no existen o algo así, y después que haya un antes y un después, que se remuevan cosas en ti al salir del teatro, que te cuestiones, eso, el pensamiento crítico: hacia dónde nos llevan o quiénes son las Juanas de Arco ahora o qué fuerza interior tienes tú para cambiar las cosas…
Y, aparte de “Juana de Arco”, ¿en qué más anda Marta Pazos?
Me vais a poder ver aquí en Madrid también con una historia fascinante en el Centro Dramático Nacional, voy a hacer “Orlando”, que se estrenará en abril en el T. María Guerrero. Y después, en el Teatre Lliure, también en enero, va a hacer temporada “El público” de Lorca, que es un montaje que hice con la Comedia Nacional de Montevideo, que estrenamos en febrero en el Teatro Solís y se viene aquí. Me hace mucha, mucha ilusión que la Comedia Nacional desembarque, además, en la plaza Margarita Xirgu, que es donde está el Lliure. Y esto es lo que tengo de teatro esta temporada.
También presento, después del estreno de “Juana de Arco”, el 31 de octubre “Astral”, que es una pieza para para la Fundación Brossa, por invitación de la directora artística de la parte escénica, Georgina Oliva. Es una pieza original en la que conecto con la forma que tenía de trabajar Brossa y la relación con su médium, b, y su propia colección, sus propios objetos. Y después también hago una colaboración con Niño de Elche y Raúl Refree en su nuevo proyecto “Cruces”, que se presenta en el Conde Duque, también aquí en Madrid.
Esto en cuanto a lo escénico, porque luego tengo un brazo también como artista visual y ahí hay proyectos de esculturas, de instalaciones en museos… Es un año bonito, intenso.
Octubre 2024 – Nº 253