De la película, que se llevó, entre otros premios, el Goya en 2002 a mejor dirección novel, dijo la crítica que era necesaria, insólita, inteligente, espléndida, sorprendente… ¿La versión teatral está a la altura? ¿Habían visto la peli?
Sabemos que por guión está a la altura, ahora deseamos que para el público que acuda al teatro también sea así. Para mi es un honor poder compartir cartel con gente a la que admiro capitaneados además por un director con el que hacía tiempo que quería trabajar. La versión cinematográfica es una de las mejores películas de autor de la historia de nuestro cine, eso sin contar con que disponía de un reparto de lujo. Vi la película en su día pero he preferido evitar revisionarla para no condicionar el trabajo. Sé que Roger ha partido del guión original y no de la película (dónde cada actor adaptaba el texto a su personaje) y me parece un acierto. Estamos trabajando a partir del esqueleto inicial y eso nos permite crear partiendo de la idea original de Roger y Julio (Wallovits, co-guionista).
¿La prohibición de fumar en una empresa y el intento de juntar firmas para tener una habitación donde hacerlo es sólo la punta del iceberg de qué? ¿A qué nos enfrenta en realidad “Smoking Room”, de qué habla?
Smoking Room cuestiona toda clase de aspectos: la solidaridad dentro y fuera del trabajo; la fragilidad de las convicciones cuando entran en contacto con el poder; la comodidad del «no dar problemas» sacrificando a veces así necesidades básicas por miedo a ser castigados; la desconfianza y hostilidad que muchas veces genera una inicitaiva de cambio por parte de quien sea; etc.
Háblennos de sus personajes. ¿Quién es (nombre) y cómo es su personaje?
Yo interpreto a Ramírez, el más joven del grupo. Un tipo idealista, entusiasta y transparente. Será el responsable de poner en marcha la iniciativa para tratar de conseguir una sala para fumar. Personalmente me fascina el viaje que realiza el personaje: es el reflejo de la decepción y la impotencia cuando ve truncada su idea de justícia. La desesperación le lleva a un límite muy oscuro, es muy interesante ver como el personaje empieza con mucha luz y que la irá perdiendo por el camino debido a la falta de apoyo por parte de sus compañeros.
Dice el director que para la mayoría de los humanos es muy difícil llevar a cabo un proyecto en común. Imagino que esto pasa con las pequeñas cosas y también con las más grandes, ¿no? Ahora es una habitación de fumar, pero está también luchar contra las injusticias, cambiar leyes… Personalmente, ¿qué proyecto o iniciativa que requiera eso, juntar firmas, estaría dispuesto liderar o le gustaría que se llevase a cabo?
Cualquiera destinada a mejorar el futuro cultural de este país. La cultura es un motor capaz de nutrir el espíritu crítico del las futuras generaciones. Actualmente resulta imprescindible que esa parcela esté más que cubierta. Por desgracia, lo que ocurre en realidad es todo lo contrario, por ello la considero una lucha necesaria.
Y ahora viene la segunda parte de la pregunta, ¿por qué no lo hace (hacemos)? ¿Tan poderosas son siempre nuestras excusas?
Creo que sí lo hago/hacemos. Una función como Smoking Room es el mejor ejemplo de ello. El público que acuda al Teatro Pavón Kamikaze saldrá con ganas de comentar, de debatir lo que ha presenciado y ése al final, es el principal objetivo de nuestro trabajo. Las excusas son poderosas pero más relevancia tienen las injusticias y los derechos. En nuestro caso, existe una responsabilidad ligada a la vocación y a las ganas de compartir, sabiendo además que una función como esta no va a dejar a nadie indiferente.
¿Qué particular reflexión se va a llevar de esta obra, de este proyecto?
Personalmente, opino que lo interesante es que un conflicto que se planteó 15 años atrás pueda seguir manteníendose vigente a pesar de que los tiempos hayan cambiado. Al final, la recogida de firmas para crear una sala para fumar acaba siendo una excusa para hablar de temas que afectan a todo el mundo: la solidaridad en el trabajo, la imposibilidad de quejarse por temor a represalias, la precariedad laboral en tiempos de crisis, etc.
No debemos perdernos “Smoking Room” ahora en el teatro porque…
Porque Smoking Room les invitará a reflexionar y a empatizar con muchos de los aspectos que nos afectan actualmente, no solo en nuestros puestos de trabajo sino en la vida en general. El espectador conectará inevitablemente con lo que sucede porque los conflictos que propone son totalmente universales.