¿Por qué “De verden cuando”?
Porque considero que ‘de verden cuando’ hay que reírse.
Dice que está en clave de “mí mismo”, pero ¿qué temas encontramos en el espectáculo?
Es una ensalada con muchos ingredientes. Ahí me muestro tal y como soy, en mi línea, puesto que sigo en mis 13.
Hablando de 13: ¿Quién era Martes y quién era Trece?
¡Nunca lo supimos! Y siempre nos quedaremos con la duda.
¿Le persigue el fantasma de ‘Encanna de Noche’?
La verdad es que no, pero cuando te hablan tanto de una cosa te puede molestar, aunque yo siempre intento ser cercano y no defraudar. Gracias a todo aquello hoy me puedo permitir ser selectivo y dedicarme a lo que más me gusta.
¿Cómo definiría a Josema Yuste?
Como la persona con la que mejor he podido pasármelo en un escenario. Durante muchos años fue fuera y dentro. Al final, cuando comprobamos que no era ni en un sitio ni en otro, yo determiné cortar con aquello. Gracias a aquel ‘cortaje’, Martes y Trece se quedó allí arriba, en la memoria colectiva. Creo que es una de las mejores cosas que supimos hacer: separarnos.
Ahora defíname a Millán.
¡¡’A pí pispo’!! (risas). Me da pudor, pero si he de hacerlo, como una persona ecuánime y consecuente consigo misma.
Si le ofrecieran un programa para la próxima nochevieja 2013, ¿cómo sería?
En mi línea, si es que me lo permitieran. Yo tengo mi propio personaje y me sigue gustando muchísimo. Noto y veo que hay mucha gente seguidora de esa línea. La esencia de Martes y Trece está ahí viva.
¿Cómo fue eso de dejar ‘KO’ al patio de butacas en “Salomé”?
¡No sé si lo dejaría ‘KO’ o no!, pero con Herodes, a pesar de que era un histrión, había que demostrar alguna que otra tabla, llorar, y lo saqué adelante con mucha dignidad. ¡Pero yo quiero hacer de reír!
Millán es un icono del humor para mucha gente, ¿quién lo es para él?
Siempre fueron Tip y Coll, Miguel Gila, Tony Leblanc… Es muy honesto citar la fuente de procedencia. Algunos no lo hacen, se apropian de lo de los demás, como pasa con Gila. ¡Lo están fusilando constantemente pero nadie le cita! Y a nosotros nos pasa un poquito, pero el público no es tonto…
No deja de emocionarse cuando le paran por la calle y le dicen cosas como…
Normalmente, cuando pasa ‘ello’, tiene que ver con las nocheviejas y demás. Pero, por encima de todo, lo que me encanta es cuando viene una persona hacia mí con una sonrisa de oreja a oreja. Eso es muy grande.
¿Cuál ha sido el momento más feliz de su carrera artística?
Han sido muchos, cada día que salíamos al escenario. Eso siempre fue, es y será terapia de alguna manera. A mí me libera, es el sitio de mi recreo.
¿Y su sketch favorito de ‘M&13’?
Siempre me encantó parodiar a Joan Manual Serrat, Raphael y Gloria Fuertes.
Confiesa seguir “soltero con las dos piernas” y sin compromisos… ¿qué no le puede faltar a su pareja ideal?
¡Lo ideal sería saber cómo es mi pareja ideal! Porque no tengo, ni falta que me hace. Después de tantos años viviendo conmigo mismo, me he convertido en un maniático.