¿Cuatro meses arrasando en el Nuevo Alcalá. ¿Cómo está viviendo esta grandísima acogida?
¡Con mucha ilusión! Es un orgullo ver que triunfa algo que interpretas, pero si encima el texto es nuestro… Se crea una alquimia y todo lo vivimos como un sueño.
En la función, le resulta imposible contener la risa cuando…
Nos equivocamos, ¡parecemos niñas pequeñas haciendo travesuras! Yolanda cuando se equivoca vuelve a repetir su error para hacerlo obvio al público y Meri lo pasa de largo más rápido que nada. Las miradas de complicidad en esos momentos me hacen mucha gracia.
¿Cuál es la anécdota más peculiar que ha vivido a lo largo de estos cuatro meses en escena?
Vienen muy a menudo personas invidentes de público. Tenemos una manera muy visual de contar las cosas y se ríen mucho, es muy emocionante. En un momento del espectáculo, hay un ruido fuerte ¡y siempre sufrimos por el perro lazarillo!
Su gran deseo para el nuevo año es…
¡Que la gente no tenga miedo a reír por todo ni a sonreír por nada! El humor es nuestra salida de emergencia para todo. ¡Saber reír es una cosa muy seria!
