¿Qué desprende este “Windermere Club” fantaseado por el gran Juan Carlos Rubio?
Calor y azúcar.
Háblenos de su personaje en la función.
Es la personificación de cuánto pueden engañar apariencias, habladurías y prejuicios.
Conocemos el talento de Natalia Millán cantando, bailando e interpretando. ¿En qué disciplinas vamos a poder verla en esta ocasión?
Es una función de actrices y actores que, enmarcados en un club de salsa, anecdóticamente nos movemos a ese ritmo. Y de cantar nada, salvo un pequeño guiño…
¿Cuál ha sido su reto y su principal motivación en este proyecto?
Ambos parten de Juan Carlos Rubio: Wilde como motivación y, como reto, trasladar su universo a la actualidad y en un Miami salsero. Nada menos. Pero partíamos de la espléndida adaptación de Juan Carlos, uno de nuestros mejores dramaturgos que además conoce muy bien aquellos lares.
Gabriel Olivares habla maravillas de usted. ¿Cómo está siendo el trabajo bajo su dirección?
¿Sí? ¡Qué ilusión! Tenía muchísimas ganas de trabajar con Gabriel, para maravillas las que se dicen de él. Y ha colmado mis expectativas de sobra. Tiene un método de dirección propio asombroso, estimulante y democrático. Como él dice: «horizontal»- que ha sido para mí todo un descubrimiento-. Y además maneja la comedia con astucia y originalidad.
En su opinión, uno de los momentos más fascinantes de “Windermere Club” se produce cuando…
Cuando se pelean Darling (Emilio Buale) y Santiago (Harleys Becerra): pura estilización de la mayor tensión dramática. Bellísimo momento. Como ellos.
Oscar Wilde reflejaba la importancia de la imagen que el resto de la sociedad puede tener en nosotros… ¿qué importancia le da Natalia Millán al “qué dirán”?
Afortunadamente, cada vez menos.
Algo que admira de su personaje en la función y algo con lo que no coincide:
Admiro lo que le otorga Wilde: el pensamiento rápido, el humor inteligente, la palabra exacta y afilada. A la Señora Nadir, mi personaje, le diría que el dinero no da la felicidad, pero ella rapidamente me respondería: «No, pero proporciona una sensación tan parecida que sería necesario un especialista muy avanzado para verificar la diferencia».
¿Por qué nadie debería perderse “Windermere Club”?
Las razones tienen nombre propio: Oscar Wilde, Juan Carlos Rubio, Gabriel Olivares, Susana Abaitúa, Javier Martín, Harlys Becerra,Teresa Hurtado de Ory,Emilio Buale y una servidora entregados en cuerpo y alma a este proyecto para seducir al venerable a todo ritmo. Se llevarán la sonrisa puesta y unas cuantas reflexiones los bolsillos.
Con el papel protagonista de la televisiva “El Súper” llegó a todas las casas del país y, desde entonces, no ha parado. ¿Qué balance hace de su carrera artística en teatro, tv y cine? ¿Qué proyecto permanecerá por siempre en tu corazón de manera especial y por qué?
Es muy difícil escoger… «My Fair Lady», mi primera función allá por los 80… las grandes producciones musicales»Cabaret» y «Chicago»… la mítica»Cinco Horas con Mario»…
Aparte de “Windermere Club”, ¿dónde podremos verla a partir de septiembre?
En Diciembre y Enero volveré a ser»La Viuda Alegre», dirigida por Emilio Sagi y estrenada en Mayo pasado en el Teatro Arriaga de Bilbao. Una célebre y fastuosa opereta vienesa de Franz Léhar que, en tono de musical, reresentaré junto al barítono Antonio Torres y un gran elenco en Teatros del Canal.
Un deseo profesional pendiente de cumplir:
Siempre digo lo mismo, pero es la verdad: tengo tanta suerte con los proyectos que me llegan que he alcanzado, y superado, mis sueños. Ojalá siga siendo así…
Algo que ha disfrutado como nadie estas vacaciones (o no) de VERANO 2015:
Vacaciones estrictas no he tenido. Y mejor, que en este oficio son sinónimo de paro. Pero me he organizado para disfrutar de varios días de relax aprovechando bolos propios y ajenos, y he disfrutado de lugares como Segovia, Málaga, Murcia, Bilbao, Mérida, Lugo, Canarias…un lujo, hasta trabajando.
Lo más bello en su vida sigue siendo…
Que me quiera la gente que amo.