¿Qué tiene de especial “Escenas de la vida conyugal” y qué está siendo lo más bonito de este viaje?
Es una obra que nos causa mucho placer, nos llena de alegría y que nos obliga cada noche a emprender un viaje con Érica que si bien sabemos a donde nos va a llevar, nunca estamos seguros de si será por el mismo camino. Y hacerla aquí, en España, donde el público nos considera tan bien por nuestros otros trabajos, es un desafío que nos mete mucha adrenalina extra.
Háblenos de Juan, su personaje, ¿cómo lo describiría, cómo es, cómo evoluciona?
Es un hombre común, al que le pasan cosas comunes, hasta que se enamora de otra mujer y el mundo que conocía se le da vuelta. Y es ahí cuando descubre cuánto tiene de vulnerable.
Coincidió con Norma Aleandro en la entrañable película “El hijo de la novia” y ahora le está dirigiendo. También coincidió con Érica Rivas en el reparto de “Relatos salvajes” y ahora la tiene al lado. ¿Nos cuenta algo sobre estas dos mujeres? ¿Cómo es trabajar con ellas, cómo son en las distancias cortas?
Norma es una de las personas más deliciosas que he conocido. Trabajar con ella no es trabajar en el sentido que se le da generalmente a la palabra. Nos ha guiado en el camino que nosotros elegimos transitar, ayudándonos a despejar las dudas, teniendo siempre a mano la palabra exacta para contenernos, y trasmitiéndonos la misma alegría que ella tuvo al momento de interpretar ese mismo personaje junto nada menos que a Alfredo Alcón, sin ocultarnos los temores que también le asaltaron en esa oportunidad. Y Érica es una verdadera caja de sorpresas. Siempre supe que era una gran actriz, su trabajo en Relatos Salvajes es espectacular, pero tenerla enfrente en el escenario, a un toque de distancia y transitar juntos este texto tan revelador de la condición humana, es francamente sorprendente. Tiene las mejores herramientas que puede tener un intérprete, y las usa todas con una maestría impresionante, obligándome cada noche a estar a la altura. Eso hace que cada representación sea diferente y que disfrutemos tanto de la función.
¿El amor duele, divierte, angustia?
Todo eso, junto. Sólo es de esperar que cada cosa venga en la dosis justa.
Un éxito arrollador en Argentina, premios a los mejores actores, mejor obra, mejor dirección, funciones en otros países, pero hacía varios años que no se subía a las tablas. ¿Cómo ha sido ese reencuentro con el teatro, cómo se ha sentido, y cómo llegan a Madrid tras ese éxito, tranquilos, expectantes, nerviosos?
Ha sido de lo más auspicioso. Tanto, que espero poder continuar con esta obra tanto tiempo como lo hice con ART, ya que las satisfacciones que nos da son innumerables. Y solamente esperamos ahora que en Madrid y en el resto de España que nos toque recorrer nos acojan con tanto cariño como lo han hecho hasta ahora en Argentina y en Perú. Nosotros estamos así, como vos decís…. Tranquilos, pero expectantes y por qué no, también algo nerviosos.