Debutó en La Zarzuela con “El Gato Montés”. Supongo que cada vuelta es especial…
Es un gran placer que el Teatro vuelva a contar conmigo, tanto más cuando te dicen que Graham Vick será el encargado de realizar el trabajo escénico. Sentí que no podría haber un mejor momento para sacarle todo el jugo a esta complicada y extensa obra y que iba a estar rodeada de un gran equipo.
¿Qué le aporta Graham Vick a este trabajo?
Es una persona extremadamente preparada. Es impresionante ver cómo conoce el texto a la perfección y cómo trabaja el verso. Todo es muy real, muy a flor de piel y estamos huyendo de cualquier guiño melodramático. Creo que su acento más fuerte está en intentar que sea algo muy real y muy actual, a pesar de esas características.
Interpreta a Soledad. Cuéntenos algo sobre ella.
Es una muchacha joven, con gran carácter; orgullosa, decidida, con un gran sentido de la responsabilidad, pero también vanidosa. Se casó por despecho y tuvo un hijo con Mariano, pero en el fondo de su alma sigue anhelando el amor salvaje, joven y rebelde de Curro.
¿Cuál es su parte favorita de esta obra?
Por su complejidad y belleza tanto teatral como musical, la parte que prefiero es el dúo con Mariano (barítono). Es un dúo en el que un marido que sabe y acepta que su mujer siempre reserva un hueco en su corazón que pertenece a otro, por vez primera le pide a ella que dejen de ser el matrimonio que finge amarse y que se sincere y se entregue a él, le pide explicaciones y le hará ver que si no se las da, está dispuesto a tomárselas por la fuerza. Él, que siempre ha sido tranquilo y tolerante, en este dúo muestra su lado salvaje. Lleno de tensión, pasión y celos. Una bofetada de realidad.
Si pudiera, ¿cambiaría el trágico final de esta historia?
Creo que esta historia no tiene más salida y más final que la muerte de ambos. Aquí es una muerte física, pero si ésta no llegaba, llegaría la muerte del alma de los dos. Soledad y Curro, el uno sin el otro, no son nada. Desde el principio, ambos personajes lo dejan muy claro. Curro ha basado toda su vida en amasar una fortuna con el solo objetivo de volver por ella. Soledad cometió el error de aceptar otro matrimonio pensando que él ya no volvería, pero en el fondo, este matrimonio está vacío y sólo piensa en Curro. ¿Qué otra salida podría haber?
¿Recuerda su primer aplauso?
No recuerdo con exactitud el primer aplauso, pero guardo un gran recuerdo de algunas funciones y debuts, como Il Pirata en Rio de Janeiro, donde el público es extremadamente cariñoso y espontáneo. Me trataron como a una diosa, o mi debut de Norma en Catania; al terminar la representación y antes de iniciarse una gran ovación, alguien gritó «¡¡¡VIVA BELLINI!!!». Aquello me puso los pelos de punta. Pero lo que siempre recuerdo es el apoyo de mi pareja y de mis padres cuando salgo a escena. El aplauso es siempre gratificante, sea en sitios pequeños o en grandes teatros. Y yo recuerdo todos con mucho e igual cariño.
¿Algún papel con el que sueñe?
Me encantaría debutar Amelia de Un Ballo in Maschera (G.Verdi), una ópera que adoro, y la Medea de Cherubini. Soy una amante de los retos y de las óperas de rara ejecución.
¿Tiene algún ritual antes de salir a escena?
Me santiguo cada vez que salgo al escenario, no sólo al empezar la obra. Cada vez. Para mí es como pisar un templo.
¿Algún otro proyecto entre manos que pueda contarse?
Si. En agosto haré mi debut en Australia, concretamente en la ópera de Melbourne cantando Norma (V.Bellini) y la ópera de Dallas está buscando con mi agente el rol apropiado para el que será mi debut en los EEUU.