¿Qué funciona bien en la situación actual del teatro?.
Creo que hay una variedad muy interesante de propuestas escénicas, una renovación generacional de autores, actores, directores… que, junto a creadores trayectoria contrastada, despiertan lo fundamental: el interés del público.
¿Y qué mejoraría de esa situación?
Poder consolidar los proyectos. Es muy triste que magníficos espectáculos o equipos creativos con vocación de continuidad se deshagan sin llegar a un número importante de representaciones, de nuevas creaciones o de espectadores que, con seguridad, se interesarían por ellos.
Dirigir una compañía como L’Om Imprebís requiere…
Un equipo artístico y de gestión convencido del proyecto. Contar con actores y actrices, con creativos y personal de gestión vinculado a la compañía durante años es indispensable para encontrar la estabilidad necesaria y lograr el crecimiento tanto de la compañía como de cada una de las personas que la componemos.
Para mantenerse más de treinta años al pie del cañón es necesario…
Querer mucho lo que se hace, disfrutar con la escena, un gran respeto y un deseo de encuentro con el público y una dosis fundamental de suerte, porque otros proyectos con idénticos valores no han podido mantenerse durante este mismo tiempo.
¿Qué es lo más complicado a la hora de sacar adelante un proyecto nuevo? ¿A qué obstáculos hay que hacer frente?
Cada vez se hace más difícil encontrar los recursos necesarios para poner en pie proyectos con una producción rigurosa y adecuada, por ejemplo, la posibilidad de contar con elencos amplios… Mirar atrás y pensar que algunos de nuestros proyectos, como “Quijote” o “Don Juan”, con doce o quince actores en escena hoy serían prácticamente inasumibles desde la iniciativa privada produce una cierta desazón.
¿Qué papel deberían jugar hoy los programadores/empresarios?
Son una parte fundamental: establecen el puente necesario entre artistas y público. Yo creo que en la programación se da el placer fundamental de compartir con tu público aquello que sabes que puede interesarle, abrirle nuevos caminos, descubrir verdaderas joyas o hacerle llegar esos nombres que espera. Ha de haber una parte de riesgo, del que algunos carecen, pero otros saben afrontar y hay que alabarlo.
Los espacios de exhibición de que dispone la capital son…
Muy variados e interesantes. En los últimos años hemos tenido la suerte de presentar nuestros montajes en espacios tan diferentes como el Teatro María Guerrero, los Teatros del Canal, el Teatro Calderón o el Teatro Alfil, con capacidades y modelos de gestión muy diferentes y es magnífico ver como el público nos sigue y alterna una y otra propuesta.
Un montaje que vio en alguna ocasión y que no ha podido olvidar nunca ha sido…
Gracias a esos montajes creo que sigo haciendo teatro… son esos momentos que, al acabar la representación, necesitas un instante de silencio y soledad, dejar fluir las emociones… afortunadamente son muchos, pero te citaré tres muy diferentes: “Doña Rosita la Soltera” protagonizado por Nuria Espert, “Incendies” de Wajdi Mouawad y “Qui est là?” de Peter Brook, una obra que cambió mi forma de hacer teatro.