Le pasan el libreto, lo lee, lo cierra… ¿Por qué decide decir ‘sí’?
Me enganchó, me enamoré de la función. Me apetece reírme, trabajar de otra manera. Tenía que aceptar este reto, además con el hándicap de que en París es un éxito aplastante. Me dije que aquí también lo teníamos que hacer. Y qué suerte que hayan pensado en mí.
¿Cómo fue la experiencia de ver el montaje en París?
No entendía absolutamente nada (risas). No hablo francés, pero aluciné porque es un espectáculo muy visual en muchos momentos y a pesar de todo me partía de risa. Pensé qué bien enfocado, qué bien definidos los tres personajes, qué riqueza.
¿Cuáles son los ingredientes?
El texto, la adaptación que se ha hecho aquí es muy buena, tiene una estructura muy sencilla y diferentes tipos de humor. A la vez los personajes son muy dispares, pero conviven muy bien. Es un regalazo.
Háblenos de su personaje.
Mary Baybowl –risas mientras exagera el acento inglés– es british. Tienes el hándicap del acento, trabajarlo es complicado. Es un personaje muy extremista que pasa de estar ‘mega contenta’ a estar triste. Es muy ‘happy’, canta, se cree la más graciosa del mundo, tiene una risa bastante sonora y se hace la tonta, pero realmente no lo es, lo hace para conseguir sus objetivos.
Si hubiésemos espiado los ensayos por un agujerito, habríamos visto…
Muchas risas. Lo hemos pasado muy bien, pero ha habido momentos duros. A veces es cansado, estás creando, pero se produce algo mágico cuando pisas ese escenario y da igual lo que haya pasado, se crea una energía brutal y te dejas llevar.
Andoni y Esperanza son…
Andoni es una persona muy tenaz, muy constante y Espe es amor, ternura, es una mujer con una riqueza brutal.