Háblenos de la obra, qué es «Los hilos de Vulcano»…
Es una obra que es una historia sacada de La Odisea que trata sobre el dios Vulcano y su esposa la diosa Venus. Ambos son muy infelices porque los dioses griegos eran tan infelices como los pobres humanos, como los esclavos aunque tenían más poder. Es un juego sobre sus amores y sus desamores y sobre la necesidad que tiene Venus de ser más libre, de disfrutar más de la vida porque Vulcano la hace sumamente infeliz.
Cuéntenos algo sobre su personaje.
Mi personaje es Aspasia, que es la dueña de una casa de citas de la antigua Grecia. Le encanta su profesión, es vocacional y ella tiene una historia muy antigua con Vulcano, que siempre va a su casa y se consuela mucho con ella. Todo el caso que no le hace a Venus, Vulcano que está lleno de complejos y con la autoestima muy baja, con Aspasia se relaja y se entrega. Ella está encantada porque recibe la llamada de Venus para que le ayude a solucionar los innumerables problemas que tiene en su vida y aunque las cortesanas en Grecia eran personas respetadas, el que una diosa le pida ayuda para ella es lo máximo y está feliz.
¿Qué espera de esta experiencia?
Yo procuro no esperar nunca nada, procuro vivir el momento. Ahora estamos en la sala de ensayos, trabajando, muy a gusto, en este texto que tiene que ser muy fresco y muy divertido y que cuenta cosas muy bonitas, porque habla de la libertad que necesitaba ya entonces y que seguimos necesitando las mujeres, encontrar nuestro lugar en el mundo. Y nunca he trabajado en Mérida como actriz, he estado varias veces, pero siempre como espectadora o una vez hace un par de años que tuve la suerte de que Cimarro me invitó a ser la presidenta del jurado de los premios Ceres y lo pasé muy bien, pero es la primera vez que voy a trabajar en ese escenario y estoy muy emocionada.