¿Qué descubriremos en “El Sur”?
Un espectáculo que muestra la vida diaria de un pueblo, una historia de amor, de celos… Una obra muy lorquiana. Y lo mejor: la música es de Enrique Morente con su voz y la de Estrella Morente. Aprovecho para rendirle homenaje, ya que hizo tanto por la cultura en este país.
¿Cómo nace esta idea?
Hace más o menos diez años, Enrique y yo tuvimos un encuentro precioso que nos unió en una amistad muy grande. Yo tenía muchas ganas de hacer algo con su música, entonces, como ambos tenemos una casita en el Albaicín de Granada, muy cerquita, le llamé y pasamos una noche muy bonita con luna llena y vistas a la Alhambra desde su jardín. Fue espectacular. Su mujer Aurora y él me dieron mucha música inédita grabada en directo. A lo largo de toda la creación de “El Sur” estuvimos muy en contacto siempre, hasta que la desgracia nos vino con su muerte, además con una metedura de pata por parte del médico… Nos cogió de sopetón a todos. Quiero que su espíritu esté muy presente en el espectáculo.
¿Qué cualidades desprende la firma Morente para usted?
Su cante y su voz quebrada, que te envuelven. No es el típico cantaor de flamenco con ‘quejío’ continuo. Te cogía “Claro de Luna” de Beethoven, cantaba encima y era una maravilla. Para mí, tanto él como su hija Estrella, son el top del top del flamenco.
¿Qué hace de este “Sur” algo único e incomparable a nivel espectáculo?
Es muy característico de mi compañía esa esencia del flamenco pero sin hacer flamenco, solo con una pincelada de color dentro de esa música y esas voces extraordinarias. Es un tema muy lorquiano, muy español y los bailarines están maravillosos.
¿Cuál va a ser el recorrido de este show después de su paso por Madrid?
Estaremos en el Teatre Poliorama de Barcelona, del 21 de octubre al 2 de noviembre, y el año que viene llegaremos a Biarritz.
Comienza un nuevo curso también para la Escuela de Danza Víctor Ullate. ¿Qué novedades vamos a encontrar?
Hemos incorporado las artes escénicas, que son un complemento y una unión de todas las artes. El bailarín muchas veces tiene que hablar en el escenario, el actor tiene que bailar, etc, por eso es algo básico en la formación hacerlo todo en un mismo sitio y tener un acuerdo con la Universidad Europea, para que los alumnos puedan hacer una carrera superior con algo que acredite que han estudiado en Víctor Ullate.
La Fundación para la Danza es otro de sus grandes frentes…
Sí, yo la creé para hacer posible el sueño de muchos chavales que, por falta de medios, no pueden llegar a formarse. Y ya ha dado su fruto, porque este mismo año ya han entrado tres alumnos a formar parte de la compañía y el año pasado fueron dos.
¿Qué ha faltado en su carrera?
Ayuda en este país. Con la crisis nos las han ido quitando y llega un momento muy asfixiante. Estoy con muchas deudas y creo que no lo merezco a la edad que tengo.
El último show que le impactó fue…
“Dunas”, con María Pagés y Sidi Larbi Cherkaoui. Me gustó muchísimo.
Si existieran unos premios Víctor Ullate de la danza, ¿quién se habría llevado el oro a mejor bailarín/na?
¡Tengo más de uno y más de dos! (risas). Pero en la compañía hay cinco personas que son muy buenos bailarines: mi hijo Josué Ullate, Marlene Fuerte, Laura Rosillo, Dorian Acosta y Cristian Oliveri.