Publicado el 18 de Noviembre de 2015 a las 12:08 horas
"La del soto del parral", una de las obras maestras de nuestra lírica
Méritos propios, intereses empresariales, la fuerza de la costumbre o el capricho del público. Lo cierto es que de las miles de zarzuelas que componen nuestro género lírico solo unas cuantas han logrado trascender en el tiempo. Una de ellas es “La del soto del parral”. Amelia Ochandiano firmaba en 2010 en el TEatro de la Zarzuela la dirección de una pieza que, estrenada en 1927, contribuyó a que la zarzuela fuese considerada de nuevo un género grande. Un puñado de grandes intérpretes revive cinco años después aquella producción a partir del 21 de noviembre.
MOZAS: ¿DÓNDE ESTARÁN nuestros mozos / que a la cita no quieren venir, / cuando nunca a este sitio faltaron / y se desvelaron / por estar aquí? / Si es que me engaña el ingrato / y celosa me quiere poner, / no me llevo por él un mal rato, / ni le lloro, / ni le imploro, / ni me importa perder su querer.
MOZOS: Ya estoy aquí, / no te amohínes, mujer, / has de tener / fe ciega en mí. / Te quiero, / mi moza garrida, / segoviana de mi vida, / sin ti no sé vivir.
De amores y desamores
Estas estrofas forman parte del más famoso número de esta zarzuela compues-ta por los maestros Reveriano Soutullo y Juan Vert. Una historia de amores y desamores con traiciones, desafíos y malentendidos entre los cuatro protagonistas: el matrimonio formado por Germán y Aurora, el joven Miguel y Angelita, novia de éste y antaño amante de su padre.
“Es una obra magistral, uno de nuestros tesoros, compleja, dinámica y atemporal, en la que se van alternando lo cómico y lo dramático con una belleza tal que perdura en el alma y en la memoria. Sólida e inspiradísima”, nos cuenta el maestro Martín Baeza-Rubio, director musical de la Berlin Opera Chamber Orchestra y también de esta pieza que Amelia Ochandiano vuelve a dirigir en el Teatro de la Zarzuela tras su estreno en 2010.
Ambientada en tierras segovianas a mediados del siglo XIX, representa toda una mirada cariñosa, aunque levemente crítica, al mundo rural y así lo refleja una puesta en escena un tanto peculiar y muy apegada a la naturaleza y la tierra. “Es un montaje con mucho dinamismo y vivo, lleno de costumbrismo y colorido”, afirma Baeza-Rubio, y añade: “En la obra se reflejan los dramas rurales y la vitalidad del pueblo segoviano en los años 20, así como las relaciones entre los sentimientos humanos”.
Saioa Hernández / María Rodríguez, Javier Franco / César San Martín, Alejandro Roy / Javier Palacios, Aurora Frías, Luis Álvarez, Didier Otaola, Fernando Llorente y Álvaro Aguilar forman el reparto de la que es, tras “La leyenda del beso”, la segunda zarzuela de los composi-tores Soutullo y Vert. “En esta segunda par-titura se pueden sentir algunas influencias del verismo, de un gran lirismo y práctica-mente sentido sinfónico, sin perder en ningún momento el espíritu español que caracteriza toda la partitura”, finaliza el maestro Baeza-Rubio. Así pues su lirismo, su gracia, su poesía, su honradez y su fuerza dramática la sitúan sin duda como una de las obras maestras de la lírica española, una obra de arte.
