Revista teatros

Tras ocho años de duro trabajo y merecido éxito con “Don Quijote” –la que fue la primera producción clásica de la Compañía Nacional de Danza desde hacía 25 años–, José Carlos Martínez, su director, celebra ahora los 40 años de la formación calzándole las zapatillas de punta. “El Cascanueces”, ese magistral ballet en dos actos cuya música soñó Tchaikovsky, es la nueva apuesta de la CND. Descubrimos a los dos grandes protagonistas de este bello desafío, dos jóvenes llenos de talento y trayectoria que celebran con esta superproducción un merecido reconocimiento a su carrera.

• Sueños, deseos y fantasías convi-ven en este universo mágico llamado “El Cascanueces”. ¿Qué es y cómo describirían esta producción?

ALESSANDRO RIGA: Es un cuento mági-co que habla de la aventura que viven Clara y su muñeco de madera durante la Navidad. La música es una preciosidad, así como la co-reografía que nos acompaña en este viaje fantástico que hay que ver a través de los ojos de un niño.

CRISTINA CASAS: Es una superproduc-ción de buena danza que cuenta con vestu-ario y escenografía de primera, de la que saldrás del teatro soñando. Sigue bastante la línea tradicional aunque, como nos tiene acostumbrados José Carlos Martínez, ha tratado de añadir esa magia a este ballet.

• ¿Cómo es la coreografía que José Carlos Martínez ha realizado para este montaje y qué es lo que más especial les resulta de la misma?

CRISTINA: La coreografía es muy fresca y muy bailable, tiene su aire y su movimiento, y eso la hace agradable de bailar. Para mí lo más especial es que, dentro de unas pautas, José Carlos te deja desarrollar el personaje que te toca hacer y eso se agradece mucho hoy en día.

ALESSANDRO: La producción en sí va a ser muy fiel a la historia original y con una coreografía que seguro va a poner el acento en lo puntos de fuerza de los bailarines para regalar al público un espectáculo de calidad. En el proceso de creación se nota cómo José es capaz de ‘vestir’ a los bailarines con coreografías hechas a su medida. Cuenta la historia de manera simple, pero nunca barata, para que también los que nunca vieron ballet puedan disfrutar.

• ¿Cómo son sus personajes?

ALESSANDRO: Mi personaje es el Casca-nueces, un muñeco de madera que cobra vida para salvar a Clara de los malvados ratones y llevarla a su mundo lleno de magia y nuevos amigos

CRISTINA: Interpreto dos personajes: uno es la joven Clara, una niña que en la noche de Navidad recibe un juguete que parece cobrar vida. Tras una batalla entre él y la reina de los ratones, el Cascanueces lleva a Clara a un mundo mágico. Allí, entre danzas y muñecos, aparece el Hada de Azúcar dando la bienvenida a Clara y Cascanueces.

• Para ustedes, una de las escenas más emocionantes de este montaje se produce cuando…

CRISTINA: Cuando el Cascanueces cobra vida y baila por primera vez con Clara, con esa musica del gran Tchaikovsky. ¡Hace que te transportes a otro mundo!

ALESSANDRO: La lucha entre el Cascanueces al mando de su ejército de soldados y los ratones con su reina mala. Es el mo-mento donde la fantasía se une con la historia, donde toda la magia empieza y culmina con un maravilloso e inocente paso a dos de amor entre Clara y el Cascanueces.

• Cristina: Hace dos años que usted ingresó en la prestigiosa CND como solista y, en tan sólo uno, ascendió a la categoría de Bailarina Principal. ¿Cómo siente este momento profesional?

CRISTINA: Yo llevaba ya muchos años en compañías extrajeras desempeñando ese trabajo pero sin ser reconocido. Hacía el papel principal por la mañana y volvía a la fila del cuerpo de baile por la noche, aún siendo solista. Eso te enseña humildad y que el ballet es un arte muy difícil pero, a veces tener paciencia y perseguir tus sueños, por difíciles que sean, merece la pena. Para mí, después de doce años de carrera, cruzarme en el camino con José Carlos Martínez fue lo mejor que me pudo pasar, no sólo por su calidad artística, sino por su integridad como persona. Ha reconocido mi trabajo y yo siempre le estaré eternamente agradecida.

• Alessandro: En su caso, ya son cinco los años formando parte del gran equipo de la CND como Bailarín Principal. ¿Cuál es su sueño como artista para un futuro próximo?

Seguramente seguir cre-ciendo como artista, La carrera de un bailarín es bas-tante corta y, en este poquito tiempo, hay que aprovechar todo lo bueno que te llega. He tenido la suerte de cumplir los sueños que tenía de pequeño y eso me llena de orgullo. Ahora hay que cumplir los nuevos con la misma pasión que tengo desde mi primer día en un estudio de danza.