Publicado el 01 de Octubre de 2017
Carmen Conesa
Obra: La familia Addams
Yo tengo mucho ese punto de matriarca y esa especie de severidad de institutriz británica que a veces me sale” (risas)
Para los Addams, estar triste es ser feliz, el dolor es alegría y el sufrimiento es la materia de la que están hechos sus sueños. Sin embargo, están a punto de enfrentarse a una de sus pesadillas más espeluznantes: ¡sus niños se hacen mayores! Basándose en los personajes creados por el ilustrador Charles Addams, Esteve Ferrer adapta y dirige este prometedor estreno protagonizado por la siempre encantadora Carmen Conesa. La misma que nos da la bienvenida a una nefasta, fatídica e hilarante noche en casa de los Addams.
El mundo de los Addams es...
Un mundo de juego con un punto de humor negro y tenebroso. Pero, sobre todo, lúdico, festivo y oscuro.
¿Qué pretende mostrar esta adaptación nacional de “La familia Addams”?
El punto de vista de esta familia, que parece excéntrica pero que, en el fondo, es bastante parecida a la gente normal. Ya lo decimos en la primera canción. Lo que quieren es pasar un buen rato con la gente que les acompañe en el espectáculo. ¿Cómo es la historia que plantea? Sencilla en cuanto a la trama: el desencuentro entre dos familias cuyos respectivos hijos se han enamorado. Pero claro, ¡no pegan ni con cola! De esa pequeña excusa hacemos una gran fiesta muy divertida. Sería como “Romeo y Julieta”, un amor imposible, pero con final feliz, llevado todo a la comedia disparatada, gamberra y muy muy divertida.
Usted interpreta a Morticia, la matriarca de la familia. ¿Cómo es ella?
Es el punto perverso. Ella aparenta mucha severidad, pero dentro esconde una mujer ardiente y muy sexual. Este contraste lo eleva a la enésima potencia. Lidera un matriarcado clarísimo en su familia. Tiene a todos dominados bajo esa especie de araña que es ella.
¿Qué tiene Carmen Conesa en común con Morticia y cuál es su mayor diferencia?
¡Yo creo que todas las mujeres escondemos a una Morticia en nuestros corazones! A una mujer que, en el fondo, lleva las riendas de su casa. Y que también tiene una sexualidad y erotismo intrínseco a la mujer que, muchas veces, está escondido. En mi caso, tengo mucho ese punto de matriarca y esa especie de severidad de institutriz británica que a veces me sale (risas). Como diferencia, el vestir de color negro, que me gusta, pero no lo suelo llevar en mi estilo.
Una de las situaciones más llamativas que vive su personaje en escena es ésa en la que…
La más surrealista es un baile que hago con la señora Beineke. Es un baile muy rumbero-tanguero-sexual en el que yo ejerzo de varón. Yo la llevo a ella, la traigo… ¡me encanta ese número! Y otro momento precioso y mágico es el tango que bailo al final con Gómez, mi marido, algo que simboliza una reconciliación después de una crisis que pasan ellos dos.
Si Morticia tuviera un lema, ése podría ser...
¡Mentirme puede ser fatal! Ante todo, verdad y honestidad en el matrimonio.
¿Cómo es la parte musical y coreográfica en este montaje?
La música de Andrew Lippa es brutal y la versión que ha hecho Pedro Arriero para banda más reducida es extraordinaria, con siete músicos que suenan impresionante. Las coreografías de Montse Colomé son de un minimalismo expresionista que funciona a las mil maravillas, capaces de integrar a los bailarines profesionales virtuosos con los actores que no bailan tanto.
En suma, ¿qué motivos hacen de esta comedia musical una propuesta irrechazable para el público?
La calidad de los artistas que Esteve Ferrer ha elegido para este musical. El talento en el escenario y el humor son buenísimos. Y el ritmo del montaje hace que el público no tenga ni un momento de descanso o desidia.
Afronta una intensa gira prevista para dos años pero, ¿vamos a poder verla en algún otro proyecto?
Quiero cumplir con mi contrato, ¡así que tengo Addams para rato! (risas). Eso sí, estoy haciendo una colaboración especial en la radio que me está dando muchísima felicidad. Es los sábados por la mañana en Onda Cero con Isabel Gemio en el programa “Te doy mi palabra” y hago una sección en la que hablo de cine y música que he titulado “Un rato con esa” (risas).