Revista teatros

 A lomos de toda una vida de éxitos a nivel global y contando con el cariño de su país natal, nuestro actor más internacional regresa, por fin, a las tablas madrileñas. ¿El motivo? Presentar la adaptación española de “Company”, el gigante musical de Stephen Sondheim –ganador de seis premios Tony– que, tras arrasar en el mundo entero, ya podemos disfrutar bajo la dirección y protagonismo del malagueño en la superproducción de Teatro del Soho CaixaBank que cuenta con una orquesta en directo de 26 músicos y un gran reparto de primeras figuras de la escena musical española. Cargada de orgullo, humildad y mucha emoción, trasladamos lo mejor de la presentación que Banderas concedió a los medios en el UMusic Hotel Teatro Albéniz, el escenario que acaba de reabrir sus puertas y que acoge este fascinante show que ya cuenta con galardones como el Premio Max al Mejor espectáculo musical 2022. Por ANA VILLA Fotos JAVIER NAVAL

Disfrutar de esa joya del género musical titulada “Company” en castellano ya es una realidad. ¿Cómo se siente?

¡Yo estoy como un niño con zapatos nuevos! Y tener un auténtico disco de un musical que adoro como es “Company” en nuestro idioma por primera vez, que ya está en Spotify desde hace tiempo y ya lo tenemos en físico, me hace una ilusión tremenda.

¿Qué consignas le marcó el autor del musical –Stephen Sondheim– antes de dar luz verde a esta adaptación?

Me pidió que no le cambiara la estructura del guion y que no me atreviese a hacer ninguna de las versiones que ya se habían hecho anteriormente. Le pareció bien plantear el paso del tiempo y recordar todo lo que aquí sucede como una gran convocatoria de recuerdos. Por lo demás, me permitió hacer todo lo que yo quisiera, interpretar la obra como yo considerase. Él nos abandonó en la tercera semana de representaciones en Málaga, lo cual fue muy triste porque teníamos mucha ilusión porque él lo hubiese visto.

Después de más de tres décadas sin subirse a un escenario madrileño, ¿qué sensación le produce este regreso?

¡Tantas cosas…! Porque reabrir un teatro y venir con mi gente, con mi compañía, me parece un motivo muy importante. Nosotros comenzamos a hacer un workshop de “Company” en Málaga en mitad de la pandemia. Nos arriesgamos, hicimos una burbuja y empezamos a meterle mano a la obra. Y venir a actuar a Madrid me recuerda años que fueron muy bonitos, de mucho color y efervescencia. Todo lo que pasó esos años en el mundo de la música, la fotografía, el teatro, el cine… y ver todo lo que ha pasado en medio es muy emocionante.

Vivimos un gran momento en el teatro musical en España. ¿Cómo evalúa usted este instante y qué papel ocupan producciones como la de “Company”?

Lo veo tan esperanzador y excitante como peligroso. Lo que ha pasado en España con el teatro musical en los últimos años requiere hablar de mucha gente, partiendo de la que se inventó la Gran Vía como el Broadway de Madrid. Yo cuando hice las pruebas para “A chorus line” me llevé una sorpresa extraordinaria al ver a más de 1800 actores, cantantes y bailarines entre Madrid, Barcelona y Málaga para elegir 17. ¡Eso hace 25 años era impensable!

¿Por qué es peligroso?

Porque yo creo que, para que esto se consolide, el único camino es ofrecer calidad a los espectadores. Nosotros somos una empresa altamente profesionalizada pero no contamos con dinero público, entonces nos arriesgamos mucho. Todo lo que suena aquí es de verdad: un trombón es un trombón, un piano es un piano y así tiene que ser. Mi posición privilegiada y mi historia personal me permiten hacer lo que estamos haciendo, aunque yo respeto otras circunstancias.

¿Qué propuesta haría al respecto?

Reunirnos todas las personas que estamos apostando por el teatro musical para marcar unos parámetros, como se hace en Broadway, contando por ejemplo con un mínimo número de músicos por espectáculo. Debemos hacer algo por el estilo para defender a nuestros profesionales músicos y también a los actores, que salen todas las noches a cantar en directo estén buenos, malos o se les haya muerto el perro. Eso para mí es muy importante.

En una época en la que los videos se hacen como churros en internet, ¿cree que el público está preparado para disfrutar de un show tan rico de talento?

Yo creo que Madrid tiene un público muy exigente y preparado, pero sí es cierto que estamos viviendo una época muy complicada donde la velocidad se ha impuesto sobre la calidad, las nuevas tecnologías nos han llevado a eso. Yo me meto en muchas plataformas por la noche para ver alguna cosa y no hay nada que me llame la atención. Sin embargo, el teatro sobrevive a todo esto, porque si no existiera habría que inventarlo. El otro día veía un meme que decía: “Están perfeccionando tanto el 3D que a lo mejor se inventan el teatro” (risas). Y es que es verdad. Por mucho que la tecnología avance, el ser humano frente el ser humano es impepinablemente insustituible. Y esa es la grandeza de este arte de 3000 años maravilloso.