Revista teatros

 Roberto y Verónica invitan a Daniela y Gustavo a cenar y publican el encuentro en las redes. Todo parece ir genial, pero cuando los anfitriones les sorprenden con una propuesta de riesgo, se hacen visibles las grietas que se han formado entre ellos a lo largo de los años. ¿Quieren arriesgarse para ayudar a un desconocido? ¿Tomaríamos las mismas decisiones estando en un directo de Instagram? ¿Hasta dónde te expondrías para hacer lo correcto? ¿Qué es lo correcto?   Por V. R.  Fotos JOAQUÍN PÉREZ FUERTES

Ustedes también han sucumbido al embrujo de las redes sociales...

José Luis: Internet es una revolución social y el desarrollo de aplicaciones y redes sociales han irrumpido en nuestras vidas modificando nuestras vidas. Aún desconocemos el alcance de todo esto porque nos encontramos en medio de un tsunami que crece y crece. Procuro beneficiarme de las ventajas sin abusar e intento mantener un pie en la realidad y no dejarme poseer por esa virtualidad amenazante.

Lucía: Yo personalmente, las uso por trabajo, puedo mostrar cosas de mí pero siempre con límites. Prefiero ser cauta, sobre todo uso Instagram y de rebote sigo manteniendo Facebook y Twitter. Creo que tienen la ventaja de llegar a mucha gente, de compartir, de intercambiar, pero al mismo tiempo son relaciones o intercambios que no pueden ser muy reales ni profundos y sinceros, cualquiera puede manipular la realidad.

Bruno: Yo, personalmente, intento usarlas a nivel profesional, pero hay una línea muy estrecha y intento ser consciente y mantenerme alerta. Están diseñadas para tenernos enganchados cuántas más horas mejor y eso es peligroso.

Inge: Sí, sin duda es una herramienta más de nuestro trabajo, a veces incluso una herramienta decisiva. En esta línea la función bebe del filósofo Byung Chul Han, quien considera que actualmente todos nos estamos vigilando a todos en las RRSS y por eso solo podemos mostrar una cara amable y eficaz: Nos mostramos siempre haciendo mil cosas que publicamos en las redes y “likeando” lo que los otros nos venden en las mismas. Byung Chul Han también habla de la pérdida de la concatenación del tiempo en el relato y, derivado de ahí, la pérdida de sentido.

Inge, ¿de dónde surge “Anfitriones”?

Inge: De cierto malestar por todos los temas que son tabú en nuestra sociedad. De ser consciente de cómo tengo diferentes versiones de la realidad que otras personas que leen otros medios o siguen a otras personas en las redes.

Hablamos de esto porque los directos de Instagram son casi un personaje más...

José Luis: “Anfitriones” es una comedia que nos presenta a cuatro personajes muy reconocibles con sus miedos, sus frustraciones, sus necesidades, sus contradicciones, sus anhelos. Seres un tanto perdidos y desbordados por el devenir de la cotidianidad, lo absurdo de la existencia y la disrupción que supone para todos nosotros en lo personal y en lo social la aparición en nuestras vidas de las nuevas tecnologías.

Lucía: Con un afilado sentido del humor mete el dedo en varias llagas, entre otras cosas cuestiona la inmovilidad de la amistad a lo largo de los años, el egoísmo e individualismo del sistema en que estamos metidos… habla de hasta dónde es capaz uno de llegar por hacer lo "correcto" y… sabemos qué es lo correcto? 

Inge: Es una comedia incómoda sobre los buenos modales y como perderlos, que toca muchísimos temas que hoy en día nos ocupan y que tiene un fuerte trasfondo social.

Háblennos de sus personajes...

José Luis: Roberto es un escritor medianamente bien reconocido por la crítica y sus lectores pero un tipo resentido, escéptico. Desengañado por su pasado, indignado por la situación global y paralizado por la magnitud de lo que se nos viene encima. Proyecta toda su miseria contra todo y contra todos incluido él mismo. Es sarcástico y tiene sentido del humor, a veces, un tanto oscuro y dañino. En definitiva, otra víctima.

Lucía: Verónica es vital, alegre, y tiene varios frentes abiertos, está separada, tiene dos hijos y un trabajo de secretaria con el que sobrevive. Quiere mucho a su amiga Daniela y también la envidia. Intenta tener los pies en la tierra y ser la alegría de la huerta pese a sus problemas diarios. Le está gustando cada vez más jugar con Instagram y alegrar a sus seguidores con su día a día en sus directos. 

Inge: Daniela es una tía encantadora, llena de ideales, con una vida muy amable. Todo ello tapa una profunda angustia existencial.

Bruno: Mi personaje es Gus, marido de Dani, y un tío practico, ordenado y asertivo. Ese orden que busca en su vida lo intenta aplicar a la realidad que le rodea. Está acostumbrado a tomar decisiones en el terreno profesional y en el personal aunque a veces duelan.

No hay que perderse “Anfitriones” porque...

José Luis: Es divertida, fresca, muy, muy actual y nos confronta con todo lo que nos ocupa y preocupa a los seres humanos que habitamos este mundo tan cambiante de tecnología, de calentamiento global, de pandemias, de trabajo precario, de futuro incierto en general y de cómo condiciona todo este panorama nuestras vidas.

Lucía: Es una comedia ácida y actual que nos devuelve preguntas vitales importantes: la amistad, sus límites, la imagen que mostramos en las redes sociales, la solidaridad en una sociedad  que nos invita a ser mudos para no perder lo que tenemos… Y como dice uno de los personajes de la historia… Quizá : "Tenemos que hacernos cargo de las cosas, de lo que queremos, de quiénes somos". 

Inge: Es una función rápida, entretenida, divertida, que creo que va a dejar al público con una cierta sonrisa en la boca y un cierto descoloque en el cuerpo...

Bruno: Porque es una función muy trabajada. Inge se ha tirado más de un año trabajando en ella (risas). Lo digo con ironía. Si el espectador quiere saber más sobre el porqué de mi respuesta, tendrá que acercarse al teatro...

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