Revista teatros

 ¿Cómo termina un licenciado en Derecho en la Pompeu Fabra que, además, se ha pasado más de una década trabajando como comercial a nivel nacional subido a un escenario? Charlamos con Víctor Parrado, uno de esos geniales cómicos y monologuistas que pueblan nuestros escenarios. Tras “La Noche de Parrado” en junio llega a Madrid con “El Peliculero”, un show cargado de humor, verdad y corazón que nos llevará a revivir escenas míticas del cine a través de la vida del monologuista... en la mismísima gala de los Oscars. Todo ello ¡made in Parrado! “Humor y amor van de la mano en este espectáculo! Si no me crees, ven y lo compruebas”, afirma rotundo. Por MARÍA GARCÍA

¿Qué es “El peliculero”?

Es un show de comedia autobiográfico que reúne humor, amor, verdad y dolor, en el marco de una Gala de los Oscar.

El show revive escenas míticas del cine a través de la vida del monologuista. ¿Nos adelanta alguna?

Una de ellas es el famoso jarrón de arcilla que Patrick Swayze y Demi Moore crean juntos en la películas “Ghost”… ¡Y a qué horas de la madrugada lo hicieron!

¿Cómo surge la idea de este nuevo espectáculo y cuál ha sido su recorrido?

Surge del anterior espectáculo, “La Noche de Parrado”, donde ya realizaba alguna parodia de cine y quise ir un paso más allá y usarlo para explicar parte de mi vida. Se estrenó en Septiembre y más de 10 000 personas han pasado ya por el teatro para disfrutarlo.

A tenor de las risas del público, ¿cuál es el momentazo de “El peliculero”?

Uno de los más agradecidos es la cita que tuve con una chica y su gato. Veo que no he sido el único que lo ha sufrido (risas).

¿Alguna anécdota en escena?

Cada vez que interactúo con el público salen mil anécdotas, pero me quedo con la petición de mano en directo que hizo una pareja en mitad del show. ¡Increíble y emocionante!

Su show se llama “El peliculero”... ¿Cuál es su mejor película de la historia?

Soy muy cinéfilo y, por lo tanto, elegir una es como escoger entre tu padre y tu madre: ¡imposible! Pero hay películas que me han marcado: “Braveheart”, “Los intocables de Elliot Ness”, “La vida es bella”, “El Padrino” o “La Guerra de las Galaxias”.

¿Y la peor que ha visto?

Por suerte olvido con rapidez, pero cualquiera de las últimas de miedo que he visto, tipo “La Monja”. Me reía más que otra cosa.

Cuando va a realizar un monólogo por primera vez, ¿con cuánta antelación comienza a ensayarlo? ¿Cambia mucho al final el show del papel al escenario?

Este espectáculo, por ejemplo, lo he creado en un año y medio y empecé a ensayarlo como unos tres meses antes. No obstante, desde que se estrena hasta el día de hoy son muchas las modificaciones y la evolución que ha tenido el show. Del papel al escenario va un mundo.

En general, ¿en qué encuentra la inspiración y quiénes hacen de conejillos de indias de sus primeros chistes?

Siempre te reúnes con compañeros de la profesión para compartir ideas o chistes. En mi caso, con Carolina Noriega, sobre todo, guionista, actriz y cómica. La inspiración viene de la vida misma, de lo diario, de lo particular y vivido. ¡No hay nada que nutra más que lo experimentado!

¿Cómo está España de sentido del humor?

Cada vez peor, la verdad. Siento mucha crispación –¡no me extraña por otra parte!– y eso se traduce en mucha ‘piel fina’ y, en general, poco sentido del humor para reírnos de nosotros mismos cuando debería ser al contrario, ¡para relativizar! Creo que aún nos cuesta bastante…

¿Los monólogos están de moda porque son baratos o porque son buenos?

¡Porque son necesarios! Aprender a reírse de todo lo que nos rodea es terapéutico y sanador, porque desbloquea y desenquista.

¿Cómo termina una persona que estudió Derecho en un escenario?

Supongo que de forma ‘causal’, pero ahora me doy cuenta de que todo lo que aprendí en etapas anteriores era necesario para afrontar esta nueva. Al final, cuando uno se escucha realmente, encuentra la respuesta correcta. Y en mi caso hacer reír era y es lo que me hace feliz.

¿Qué cualidades indispensables tiene que tener el buen monologuista?

¡No existe una receta única ni dos cómicos iguales! La gracia es que cada uno tenga su esencia y su forma de explicar las cosas. Hay cualidades como la rapidez mental, la expresividad o la improvisación que ayudan a complementar a un buen cómico. Sobre todo le ha de apasionar su trabajo y después encontrar su estilo.

Vamos a hacer resumen, ¿por qué no podemos perdernos bajo ningún concepto su espectáculo?

Quizás porque es un monólogo que va un poco más allá del humor, pues fusiona varias disciplinas como el canto, el baile y la improvisación con la reflexión, la emoción y un mensaje más intimista. Humor y amor van de la mano en este espectáculo! Si no me crees, ven y lo compruebas (risas).