Publicado el 30 de Agosto de 2017
Nuria González
Obra: El florido pensil. Niñas
La cosa en sí, tal cual era, hubiera resultado cómica de no ser en realidad una tragedia
¿Qué es, qué va a ofrecer “El florido pensil, niñas” y cuáles son sus puntos fuertes?
Se trata de una crítica a la educación franquista en clave de humor. Es una comedia muy blanca, pero eso no le resta mordacidad ni retranca: la cosa en sí, tal cual era, hubiera resultado cómica de no ser en realidad una tragedia. Crónica del absurdo, podría ser el género. Y ese es, creo yo, su punto fuerte, que no ha habido que inventarse nada para hacer que resulte gracioso.
Aunque, personalmente, agradezco mucho la parte reivindicativa que, entre ironías y complicidad con el espectador, destila todo el espectáculo.
¿Quién y cómo es tu personaje/s?
Mi personaje se llama Ana Mari Aguirre, y es una niña vital y resuelta. Es poco o nada sufridora y aunque traga igual que sus compañeras con toda la disciplina castrense y la parafernalia represora, no parece demasiado asustada.
En resumen, una inconsciente con mucha suerte.
Uno de los detalles que la función refleja de ese patriarcado educativo de posguerra, el que más curioso/peculiar/brutal te parece, es:
Brutal, este: Que la única salida para una mujer maltratada fuera pedir ayuda al párroco, ser paciente y soportar a su maltratador con resignación. Aunque no es lo único.
Una de las escenas más impactantes o divertidas que tú interpretas es aquella en la que…
Me lo paso de cine cuando recreamos la inspección escolar. Tengo que hacer verdaderos esfuerzos para hacer mi parte sin reírme.
En tu opinión: ¿qué queda en la sociedad de HOY de todo aquello, qué aspecto de aquella educación seguimos acarreando, que podría mejorarse?
Desgraciadamente el balance no es positivo (por no decir que es una mierrrrrrda).
Los seres humanos somos especialistas en cagarla y Máster en volver a cagarla. Me pregunto cómo, en esto de la misoginia y la dominación del macho, todas las nacionalidades, civilizaciones, religiones... han podido estar de acuerdo. Eso sí, nos damos de hostias por todo lo demás...léase dinero.
Bajo mi punto de vista, casi todo está por hacer y es muy difícil que una sociedad, y más educada en estos términos, se libere de prejuicios, cuando no se nos enseña siquiera a pensar por nosotros mismos.