Revista teatros

 Premio Ondas 2013 y tremendamente popular por su papel en la serie “Aída”, es un trabajador incansable de este oficio. Un actor, cómico y poeta con alma de payaso que ha triunfado en teatro, cine y televisión.

¿Cómo le sientan a Pepe Viyuela los zapatos de productor?

Es una aventura fascinante. Producir te da la posibilidad de participar en todos los detalles y conocer las dificultades. Estoy aprendiendo mucho. Te enfrentas al miedo a equivocarte, pero es muy gratificante tomar decisiones... ¡y acertar no te digo!

¿Hay que estar un poco loco, ser un kamikaze o simplemente amar este oficio para producir hoy en día?

Creo que simplemente te tiene que gustar lo que haces. Es un momento delicado y difícil, desde luego, pero eso también convierte el reto en algo mucho más interesante. 

¿Y por qué “El baile”?

Desde que lo leímos nos cautivó. Estoy convencido de que “El baile” es una gran función que no merece ser olvidada, como no podemos permitirnos el lujo de despreciar a alguien de la altura de Neville. Tene-mos que asomarnos sin miedo al pasado para saber por qué somos como somos.

¿Quién es Julián?

Es lo que hoy se llama un ‘acoplao’. Un bicho raro en medio de un mundo vulgar y anodino que ha decidido vivir a fondo el amor que siente por Adela, al tiempo que no renuncia a la amistad con su rival y amigo del alma.

Estreno nacional de la obra en su tierra. ¿Cómo lo vivió y cómo está siendo la acogida? ¿Y Madrid, impone más?

Estrenar en Logroño fue todo un regalo, desde niño soñaba con estrenar algún día allí. Hay que agradecer además la magnífica acogida del personal del teatro y del público riojano. Fueron unos días preciosos, abarrotados de emociones. En Logroño y en el resto de las plazas que hemos ido visitando desde el estreno, la reacción del público es fundamentalmente de sorpresa. Una sorpresa que nace de la cantidad de matices que posee la función. La risa tiene mucho lugar como no puede ser de otra manera tratándose de una comedia, pero la sorpresa surge al verse sacudidos también por otro tipo de emociones que no esperaban que surgieran. 

De Pepe Viyuela ha dicho la crítica: “El teatro, de hecho su lugar natural, es un andamio aún más digno cuando lo ocupan obreros como él, arquitectos que se remangan la camisa para dar masa...”. ¿Cómo se le queda a uno el cuerpo cuando lee éstas cosas?

Agradezco muchísimo palabras como así, saber lo que se piensa de ti te ayuda a orientarte y a comprobar si vas por el camino que pretendes. Haciendo teatro busco disfrutar, sacarle el jugo a la vida por partida doble. Con el teatro se multiplica el valor de lo que vives, de las vidas que te toca interpretar. Es como si con cada personaje tuvieras la oportunidad de viajar a latitudes antes desconocidas, cada proyecto es una aventura en la que además me gusta mucho zambullirme… o dar masa.

Le han dado el Premio Ondas 2013 al mejor intérprete masculino de ficción nacional. ¿Cómo recibe Pepe Viyuela los premios, qué lugar les da?

Los premios, y el Ondas en particular, suponen un aliciente para seguir adelante, un compromiso diario con lo que haces para seguir mereciendo lo que un día alguien creyó que debía premiar. Hay que seguir mereciéndolos cada día que pasa. Percibo los premios más como un aliciente a seguir adelante, que como un premio a lo ya hecho.

Si como actor y payaso tiene un diez, ¿qué nota se pone como bailarín? ¿Y como poeta?

No creo que tenga un diez ni como payaso ni como actor. Prefiero pensar que estoy empezando. Es más estimulante, me gusta sentir el entusiasmo del aprendiz, del que vive con la consciencia de que tiene todo por aprender. Como bailarín, al margen de este “baile” en el que me siento de maravilla, soy algo patoso. Y como poeta no soy más que un aficionado. 

Este año acaba la serie “Aída”. ¿Vértigo? ¿Cómo afronta el futuro?

El futuro es siempre apasionante, algo que te permite soñar, imaginar, proyectar lo que quieres. Esa negociación de tu utopía con el mundo de lo posible siempre me ha parecido un juego fascinante.

Y con el final de "Aída", también el de Chema, un personaje que le ha hecho tremendamente popular. Cuando pase el tiempo, como en este baile, y haga balance, ¿qué recordará de él?

Chema es de todos los personajes que he interpretado hasta ahora, al que más tiempo he podido dedicarle, después de a mi payaso. Chema se ha convertido, sin duda, en uno de esos personajes que dejan una huella imborrable en tu carrera. Creo que yo lo recordaré toda mi vida y me da la impresión de que también para el público será un personaje con el que seguirán asociándome mucho tiempo. Y además, no ha habido ni un solo día en los nueve años que he convivido con él, en el que pueda decir que me haya aburrido.

Si le digo Susana Hernández...

Es y ha sido el alma mater de este proyecto. Es una mujer brillante, profundamente inteligente y con una sensibilidad muy especial para el teatro. Lo ve todo.