Publicado el 01 de Septiembre de 2014
Alejandra Torray
Obra: Calígula
Esta obra ofrece una manera de entender nuestra política, nuestra sociedad y al ser humano de una forma muy inteligente
La hija de la actriz Nuria Torray y del director Juan Guerrero Zamora es un rostro habitual del mundo del espectáculo gracias a sus interpretaciones en televisión –“SMS”, “El Comisario”– y teatro –“El lindo Don Diego”, “La visita inesperada”–.
Lo mejor de “Calígula” como obra es que...
Basándose en un personaje histórico, da una clase magistral filosófica sobre la existencia.
Hábleme de Cesonia, su personaje.
Es el personaje femenino de la función y reúne los cánones de feminidad. Siente un amor completamente maternal por Calígula. Son amantes, pero eso es lo de menos. Aguanta sus desprecios y absolutamente todo porque quiere salvarle de la locura en la que se ha metido, aunque no lo consigue.
Para usted, la escena más estremecedora de este “Calígula” es...
Hay muchísimas, pero me quedo con una que nunca se ha representado íntegra, que es la de la violación. Además, estremece mucho la escena final de Cesonia en la que se abandona a la muerte.
¿Qué consejo habría escuchado Cesonia de Alejandra Torray?
¡¡Que saliera de allí huyendo!! (risas). Yo no entiendo nada a esta mujer, no tiene nada que ver conmigo este personaje... Le diría: ¡¿Qué haces ahí?! (risas).
¿Quién podría ser el homólogo de Calígula en la realidad política actual?
¡¡Tantos…!! (risas) Pero pienso en todo lo que está pasando en Israel.
Lo más fascinante de Javier Collado Goyanes es:
Que tiene muchísima fuerza, le va muy bien el personaje y tiene muchos matices gracias a su gran recorrido como actor. Está al servicio de un Calígula muy interesante.
El espectador que acuda al Fernán Gómez para ver “Calígula” logrará...
Sentirse identificado con todos los personajes, porque ofrecen una manera de entender nuestra política, nuestra sociedad y al ser humano de una forma muy inteligente. Todo el espectador que se siente allí va a pensar y va a sentir. Es teatro en estado puro.
¿Qué le sobra y qué le falta al teatro en nuestro país?
Sobra talento y falta una buena gestión.
¿Cuál es su meta profesional?
En estos momentos es seguir teniendo la oportunidad de hacer papeles como éste, que me satisfacen, de textos en compañías o junto a actores con los que me gusta compartir, que caigan buenos textos… ¡No tengo una meta clara! Seguir desarrollando una profesión que me gusta en circunstancias poco favorables.