Revista teatros

 Bailarín profesional desde los 15 años y con una temprana vocación creadora, Antonio Najarro lleva desde abril de 2011, cuando lo nombraron director, entregado en cuerpo y alma a lograr que el Ballet Nacional de España se parezca al que siempre ha soñado y lo está consiguiendo. Por el camino, tantas alegrías como desvelos que no han conseguido minar la ilusión del madrileño que ahora ve cómo se hace realidad esta “Electra” en la que, además, no ha resistido la tentación de volver a bailar. 

¿Cuántas horas de trabajo e ilusión hay detrás de “Electra” y qué pesa más?

Son muchas horas de trabajo, aparte de todas las horas de ensayos con el elenco artístico, todas las horas de preparación, reuniones, elección de creativos, etc. Lo que más pesa de Electra es la responsabilidad de poner en pie un ballet argumental utilizando el lenguaje de la danza, algo que es muy complejo y en lo que hay que cuidar hasta el mínimo detalle.

Todo el montaje se ha ido realizando de manera intermitente ya que hemos tenido que cumplir nuestros compromisos de giras y funciones durante la creación de Electra.

Si le digo “Electra”, ¿qué es lo primero que se le pasa por la cabeza?

Se me viene a la cabeza una obra de gran dramatismo, con una gran carga expresiva impulsada por el ansia de venganza.

¿Qué significa para usted, personal y profesionalmente, este título?

Es un título que, cuando me lo propuso el coreógrafo Antonio Ruz, me convenció de manera muy grata, ya que descubrí en él una oportunidad de integrar en el repertorio de la danza española una nueva obra argumental bien construida con muchas posibilidades de desarrollar a través del lenguaje de la danza.

¿Cómo surge este proyecto que es ya casi casi una realidad, háblenos un poquito del origen y de por qué la tragedia de Electra?

Desde que comencé a dirigir el BNE en el año 2011, uno de mis objetivos era el de crear una obra completa argumental, desarrollando el lenguaje de la Danza Española y de otros registros dancísticos. Barajamos varios títulos y fue Antonio Ruz quien me sugirió el título de Electra. 

La trama que rodea a este título, como la ambientación sugerida por Antonio Ruz y el dramaturgo Alberto Conejero, me convencieron plenamente en seguir adelante y escenificarla.

Esta pieza tiene varias patas. La primera, Antonio Ruz. ¿Qué “Electra” ha imaginado, cómo es su propuesta y dónde ha querido poner el acento?

Antonio Ruz es un coreógrafo de estilo contemporáneo pero con una preparación y gran conocimiento de Danza Española, un coreógrafo muy abierto que da especial importancia a la expresión individual del intérprete a través del movimiento. La Electra de Antonio Ruz considero que es una Electra visceral, muy auténtica, abierta a diferentes lenguajes de la danza. El trabajo que está realizando con todos los artistas es un trabajo muy interesante, y considero, necesario para el desarrollo artístico de cualquier bailarín, ya que incide en llegar a mostrar el alma de cada uno de los intérpretes.

Considero la Electra de Antonio Ruz es de una gran originalidad, ya que no está focalizada en un estilo concreto de la danza, aunque refleja su personal estilo como creador,  deja también influenciarse por diferentes registros, lo cual hace que la expresividad de la obra sea aún más completa y universal.

“Da vida, con diferentes lenguajes de danza, a la tragedia clásica con una visión original y contemporánea inspirada en nuestro imaginario popular”. Háblenos de cómo se materializa, qué tipo de danza vamos a ver…

El público podrá ver principalmente danza contemporánea, danza española y flamenco, ya que Olga Pericet ha creado parte de la coreografía. Dentro del estilo contemporáneo de Antonio Ruz, se percibe claramente su conocimiento de la danza española, permitiendo así que los bailarines interpreten su estilo con su personalidad.

Imagino que en la concepción ha sido importante la labor de uno de los nombres imprescindibles de la danza española, Olga Pericet. ¿Cuál ha sido su papel y qué le aporta su experiencia a la obra y al BNE en general?

Olga Pericet se ha encargado de coreografiar los números de danza española y flamenco, aportando a la obra toda su personalidad como creadora y su visión de nuestra danza. Olga se ha compenetrado perfectamente con Antonio Ruz y ambos han hecho un gran equipo haciendo que fluir de manera natural y auténtica sus estilos como creadores.

Otra de las patas son los músicos, la música, Manuel Coves, la Orquesta, Sandra Carrasco… Háblenos de todo esto, cómo es la música, qué vamos a escuchar… ¿Cómo es la atmósfera sonora de “Electra”?

La composición musical se ha encargado a Pablo Martín Caminero, Moisés Sánchez y Diego Losada, este trío de compositores ha creado un universo sonoro donde las melodías contemporáneas y las falsetas flamencas se dan la mano, es una música que ha sido compuesta expresamente para apoyar el desarrollo teatral de la obra. Una música expresiva y con una gran carga sensitiva, que acompañada de la maravillosa voz de Sandra Carrasco, describe perfectamente la trama de la obra y el desarrollo de la misma.

Nos queda la atmósfera visual, la escenografía, el vestuario, los colores del espectáculo… ¿Qué vamos a ver sobre las tablas?

La inspiración escenográfica y de vestuario es totalmente costumbrista, a pesar de ser una obra clásica de más de 2000 años, Alberto Conejero y Antonio Ruz han querido situarla en una España rural, haciendo referencia a nuestra tradición, nuestras raíces. La escenografía ha sido diseñada por Paco Azorín y el vestuario por Rosa García Andújar.

Llegados a este punto… Parece que Antonio Najarro no ha podido evitar la ‘tentación’ de bailar uno de los personajes del ballet… ¿Nos cuenta cuál y el porqué de esta decisión, cómo se está sintiendo…? Imagino que cuando uno baila desde tan pequeño se echa de menos, ¿no?

Aunque siempre he dicho que durante mi dirección en el Ballet Nacional de España no iba a bailar, actualmente encuentro que el funcionamiento de la compañía ha tomado la forma que pretendía que tomara desde un principio. Esta es una de las razones por la que decido volver al escenario, y otra de las razones es la de encajar en uno de los papeles de esta obra argumental, concretamente en el papel de Egisto, amante de Clitemnestra. Me siento feliz, además de creador, mi carrera como bailarín me ha proporcionado muchas alegrías y una gran sensación de realización, por lo que volver a ser dirigido e interpretar un personaje través de la danza, está haciéndome sentir feliz y pleno.

Si piensa en la noche del 9 de diciembre, en ese estreno en el Teatro de la Zarzuela al que tantas veces vuelve el BNE, ¿cómo lo imagina, qué sensaciones cree que le acompañarán?

Nervios seguro, eso es algo que nunca se pierde y no quiero perderlo, porque te hace estar alerta en todo momento.

Seguro que también sentiré una sensación de agradecimiento a todo el equipo del Ballet Nacional de España, que ponen el corazón en cada uno de los estrenos en cada una de las nuevas producciones, siempre me pasa.

Lleva ya muchos años al frente de este coloso y son muchos los éxitos, también el trabajo, pero imagino que va dando sus frutos. ¿Qué balance hace de este último año, qué ha habido de bueno y qué hay que mejorar?

Desde que me renovaron mi contrato el año pasado, sentí una gran alegría porque esta nueva renovación estoy seguro que me va a permitir saborear todo el intenso trabajo que hemos realizado durante cinco años, todos los cambios, todos los nuevos departamentos generados y proyectos que hemos dado a luz. Este último año ha sido muy fructífero, las giras internacionales en las grandes escenas se han consolidado y el equipo artístico del Ballet Nacional de España tiene el perfil y la calidad que yo deseaba desde un principio.

Electra termina el 23 de diciembre. ¿Tendrá vacaciones en Navidad? ¿El BNE deja tiempo para desconectar un poquito?

La verdad es que no, únicamente tendré el día de Nochebuena y Navidad porque estoy inmerso también en la coreografía de un nuevo proyecto, una nueva versión del ballet “La Romería de los Cornudos” que estrenaremos en enero en la fundación Juan March de Madrid, así que, poco tiempo, pero a la vez siento la necesidad de tener que aprovechar al máximo todos los buenos proyectos que tengo.

¿Qué le pedirá a los Reyes Antonio Najarro de cara a 2018?

Ser feliz, es un tópico pero es la realidad, cuando eres feliz es porque todo funciona, todo progresa, y todo lo que quieres a tu alrededor está bien.

Si los reyes me traen eso... ¡seré más que afortunado!