Revista teatros

Entrevistas

volver
Daniel Grao

Publicado el 31 de Agosto de 2017

Daniel Grao

Obra: Los universos paralelos

 Tener que contactar con esto cada noche siendo padre me dio miedo

 

Estrenaron este bello texto en marzo en Avilés y ya han girado por algunas ciudades. ¿Cómo ha ido, cómo ha reaccionado el público y qué esperan de Madrid?

Cuando uno dice sí a un texto en principio puede ser porque le motiva ese texto y a mí me pareció muy buen texto, luego creo que ha ido creciendo en la dirección que ha hecho David Serrano, que lo ha acercado muchísimo a nosotros porque el texto tenía algún referente americano y ahora brilla por su ausencia. Hay, además, muy buen casting en el sentido de estar todos en la misma onda, en la misma cuerda, con una forma parecida de trabajar y es lo que ha aprovechado David de que lo lleváramos mucho a  nosotros y que esta familia fuera muy creíble, pero siempre el testeo con el público es necesario. A mí una de las cosas que me pasa con el texto, ya en la lectura, y tenía dudas de si le iba a pasar al espectador o no es el cambio que hace todo el rato del humor al drama, va y viene varias veces y de alguna manera muy extrema, es decir, cuando hay comedia hay mucha comedia y el asunto dramático es muy dramático, el contraste es muy fuerte. Y a mí lo que más me gustó del testeo que hemos hecho con estos pocos bolos ha sido comprobar que el público entra de lleno en uno y otro registro. Está tan bien escrito que el público hace este viaje.


 

¿Qué es “Los universos paralelos”, qué nos dirían de esta obra?

En esencia es el retrato de una familia en el intento de atravesar el dolor y ese empuje que tiene la naturaleza humana que en estas ocasiones, creo que en la mayoría afortunadamente, de empujarnos hacia la vida y hacia seguir adelante a pesar de que nos pasen cosas tremendas. Yo creo que este es el retrato de esta familia, todo el rato todos los componentes van a intentar a su manera seguir adelante con los baches que cada uno va a tener y de alguna manera la movida es que estos baches no son a la vez, entonces a veces cuando uno parece que lo ha superado el otro está en el hoyo completamente, cuando el otro parece que está saliendo es el primero el que cae. Hay ahí un descompás, un intento de ayudar al otro de la mejor manera posible, pero a veces esa manera es un poco torpe a pesar de las buenas intenciones.


 

La vida, ¿no?

La vida. Exacto. Eso nos lo han dicho muchos espectadores de las ciudades que hemos visitado: “es que tenía algo que no parecía teatro, parecía real, de espiar a una familia”. Y ese era un poco el propósito de lograr este tono.


 

¿Es una obra incómoda al tratar de un tema tan duro?

Sí, yo creo que también en la comedia hay como una especie de válvula de escape porque cuando la cosa se pone dramática es muy dolorosa, entonces a la que hay un resquicio de comedia también como pasa en la vida uno se ata fuerte a eso como para intentar salvarse y hay algo de esa risa nerviosa… A mí lo que más me interesa, una vez que sabes el tema que trata, y que está en el propio texto y es una de las pocas notas que acompaña el autor es que no se potencie el drama, que no se hurgue en la herida, sino que el intento sea todo el rato salir de él y eso es lo que más me interesa, porque podíamos haber hecho un drama más ‘culebronero’ y nunca está eso y muchas veces la emoción llega desde una sonrisa, a lo mejor estás viendo a la suegra en el intento de con una cierta broma de sacar a su hija de la oscuridad y estás medio sonriendo por cómo lo está haciendo y ahí te emocionas. No hay un subrayar el drama.


 

 

Daniel Grao –Premios Unión de Actores por “La piedra oscura” y “La avería”, entre otros– es xxx. Háblenos de su personaje.

Mi personaje es Alberto. De alguna manera esta historia está centrada en este matrimonio que componemos Malena Alterio y yo, que somos los que hemos sufrido la pérdida, y todo ocurre en nuestra casa en tiempos distintos. Alberto me gusta mucho el viaje que hace, todos los personajes lo hacen en esta función, y Alberto aparentemente lo tiene superado y está en el intento todo el rato de sacar a su mujer de la oscuridad, del dolor y aconsejándole que igual que él haga cosas, vuelva a trabajar, que esté activa… Aparentemente a él lo vemos como que pareciera que ya lo ha superado, sin embargo descubrimos que no, que de pronto sufre una caída y el que está amarrado a ciertos objetos, incluso a grabaciones, el que necesita su dosis cada noche antes de irse a dormir de empaparse otra vez del recuerdo, de las imágenes… es él. Estuvimos hablando con David Pulido, que es guionista y además psicólogo y que ha tratado a varias parejas con este problema, y nos decía que la obra es completamente real porque a pesar de que hay distintos grados de superación no tienen una lógica, no estás en el escalón 1 y luego en el 2 y luego en el 3, sino que no sabe las vueltas que uno da, es la montaña rusa personal de cada uno y puedes llevar tres meses muy buenos donde parece que lo has ubicado y de pronto volver a caer en la desesperación de que no tienes ahí a ese ser a tu lado y que eso está muy bien retratado en la función. A nosotros nos toca la papeleta, además, de mostrar la fragilidad de esta pareja cuando eso ocurre y cómo se tambalea todo el rato y la crisis por la que atraviesa. Una de las cosas que a mí me gusta de “Los universos…” es que finalmente sin ser aleccionadora, porque realmente no te dice cuál es la forma porque no creo que haya una forma, sí que ves en los personajes, incluso en esta pareja, que sí que hay una tendencia, un intento de ir hacia el amor y hacia que sigamos adelante. Hay una última escena muy bonita en la que se dice “no tengo ni idea cómo, pero vamos a ir hacia delante”.


 

Una frase de su personaje… (la más conmovedora, la que más le guste, la que más lo defina…)

Hay muchas, pero quizás sí que me quedaría con este momento final que resume un poco la tendencia de la función. Como frase concreta no te lo sé aislar, está dentro de ese momento final en el que hablan de verse con unos amigos en común con los que desde que pasó todo esto hay cierto resquemor por parte de mi mujer porque la mujer de la otra pareja no le ha llamado… Hay todo un tema con esa otra pareja que nunca vemos en la función y al final él le dice que vamos a acudir a esa cena, que llorar vamos a llorar, pero que después nos calmaremos y seguro que reímos los cuatro. Y ella dice: “Ojalá” y él le dice: “sí, Ojalá”.


 

 

Imagino que preparando esta obra se les habrá pasado por la cabeza cómo reaccionarían ustedes, si serían capaces de reconducir su vida. ¿Llegaron a alguna conclusión? // Cuando han tenido que hacerlo, ¿cómo han reaccionado ante la muerte de un ser querido? ¿Qué particular reflexión saca usted de este texto, con qué mensaje se queda?

Mira, yo, sinceramente cuando me lo ofreció David lo primero fue leerme el texto y ya me pasaron cosas en la lectura y me gustó mucho y dije “¡Qué bien este ofrecimiento!”. Inmediatamente después sentí mucho miedo porque mi forma de trabajar es meterme todo lo que pueda, venía de “La piedra oscura”, que también era bastante intensa, y de pronto saber que cada noche iba a tener que contactar con eso, siendo padre además, me dio un poco de miedo. Y estuve ahí, hubo un tiempito que estuve ahí en sí o no, porque atravesar esto cada noche puede ser muy duro. Sin embargo, una de las cosas que me pasa a mí como actor es que cuando me da miedo es lo que me empuja a decir que sí porque creo que en esta profesión también, según como la enfoques, te puede ayudar mucho a trabajarte como persona y de alguna manera sí, es una ficción, afortunadamente, con lo cual también estás amparado en eso, hay cierta protección, pero tú vas a tener que pasar por eso o acercarte a eso a menudo. Entonces yo muchas  veces siento que esta profesión es sanadora para nosotros los actores igual que para el espectador, es catártica y te pasan cosas de alguna manera haces ese viaje y hay algo como aprendido porque de alguna manera es como que de manera ficticia lo has vivido ya, te has acercado a eso que tanto miedo te daba. Fue ese propio miedo el que me hizo decir que sí.

Luego recuerdo una primera fase de ensayos en la que todos, yo soy padre, Carmen Balaguer también, el resto no, pero, aunque creo que sería la pérdida más dolorosa, la de un hijo, quién no ha perdido a alguien que amaba. Todos pasamos por una especie de vértigo a tirarnos de verdad en la historia. Entonces tuvimos una primera parte de ensayos, David Serrano era consciente de esto e hizo unos ensayos al principio de pocos días a la semana, en su casa, simplemente leyéndolo un poco, ir marcándolo, pero tardamos un poquito en meternos a fondo. Y ya cuando la teníamos más o menos atada de texto todos empezamos ese viaje, pero nos fuimos como acercando poco a poco y mientras iba rulando cierto material como algunas películas sobre la temática que nos íbamos pasando de unos a otros, las charlas con David Pulido… Sí que recuerdo una primera etapa de cierta resistencia a zambullirte en eso. Luego, una vez que lo hemos hecho, yo creo que la obra, como es verdad que a pesar de atravesar sus momentos dolorosos, tiene mucha comedia y sobre todo este regusto final hacia el positivismo… Me pasaba también un poco como con “La piedra oscura”, eso acababa como acababa pero había algo de “bueno, ya he cumplido mi misión” y cuando es así como actor concluye la obra, si has tenido que echar ahí lo que sea lo has echado, pero te vas como bien, con la herida cicatrizada.


He leído que un psicólogo especialista en apoyo a familias traumatizadas después de ver la obra les dijo que podría ser incluida en sus terapias. ¿Eso vuelve a demostrar el valor, a veces, terapéutico del teatro?

Totalmente. Para mí ya lo fue en la formación como actor. A mí me pilla en una época un poco complicada, sin saber muy bien para dónde tirar y yo recuerdo la primera época como estudiante, como al final es una herramienta de autoconocimiento, como actor debes conocerte y conocer tus emociones porque al final vas a trabajar contigo, tú eres tu instrumento, pero luego el propio teatro es eso, o puede serlo, es una herramienta de conocimiento, de autoconocimiento, del actor y del espectador, que al final es un espejo. Por eso creo que pese a todos los adelantos tecnológicos no te puedes bajar una obra de teatro por internet, quiero decir que hay algo ritual y catártico que es lo que creo que hace que eso siga vivo. Lo necesitamos y nuestro inconsciente de alguna manera lo sabe. Esto puede sonar como serio, importante o denso, pero es que da igual, aunque vayas a ver una comedia, a veces es incluso mejor que las cosas te las estén diciendo mientras te estás partiendo de risa porque más allá del género, incluso aunque parezca más frío o más dramático, da igual porque yo en lo que confío al final es en lo que va por debajo, hay algo inconsciente que tú como actor lo estás emitiendo y que el espectador lo está recibiendo, mientras está llorando, riéndose… Eso es lo de menos.


¿Por qué no debemos perdernos esta obra?

Porque no vas a salir igual que entraste al teatro y cuando eso pasa, que no pasa siempre, es que algo está vivo ahí y entonces, ¿cómo te vas a perder algo vivo?

  • Entrevista a Anabel Alonso por La Celestina en el Teatro Reina Victoria
  • Entrevista a David Trueba por Los guapos
  • Entrevista a José Warletta, Pepa Rus y Elisa Matilla por Los tacones de papá
  • Entevista a Alicia Borrachero, Ben Temple, Manuela Velasco, Cristina de Inza, Anna Moliner y Joan Bentallé por Un delicado equilibrio
  • Entrevista a Íñigo Guardamino por Camino largo de vuelta a casa
  • Entrevista a Iñaki Rikarte y Xavier Albertí por El monstruo de los jardines y Calderón
  • Entrevista a Manuel Galiana por Bernarda y Poncia (Silencio, nadie diga nada) en el Teatro Lara
  • Entrevista a Marc Parejo por Con los ojos cerrados en La Mirador
  • Entrevista a Lidio Sánchez por Dramactual, II Jornadas de Dramaturgia Española
  • Entrevista a Juan Jesús Rodríguez y Saioa Hernández por Juan José
  • Entrevista a Alba Cuartero por El tiempo entre costuras, el musical
  • Entrevista a Fernando Bernués por Del color de la leche
  • Entrevista a Joaquín De Luz por Compañía Nacional de Danza
  • Entrevista a María Velasco por Primera sangre
  • Entrevista a José Galvañ por Teatro Flamenco Madrid
  • Entrevista a Guillermo Fernández de Tejada por Malinche, el musical
Mérida en Madrid lat
las guerras lat
Banner Candela rectangulo
Dramactual lat
Visibles lat
CNTC Calderón lat
Buscas pareja lat 15-4 a 15-5
La voluntad de creer lat
Una cuestión de formas lat
CDN Primera sangre lat
TFM abril lat 4-4
Mil campanas lat
Corral lat
La madre lat
Teatro Fernán Gómez 249 lat
Del color de la leche lat 15-30
Banner Catartica Lat nuevo
Price lat
Tiempo costuras 248 lat
Karpas lat
Camino largo lat
Canciones bobas lat
Mirador Acción comadres 28 lat
Malinche lat
Tacones papá lat
Tribuene lat
La Celestina lat
Azarte lat
Esadcyl 15-4 a 15-5 lat
Laponia 2ªtemp lat

¡Apúntate a nuestra newsletter!

Recibirás un email quincenal con la revista completa, la actualidad destacada y ventajas exclusivas

  He leído y acepto la política de privacidad.