Revista teatros

 No hace falta ser un erudito en música ni en teatro para saber que estamos ante dos bestias escénicas.  Ambos han construido dos carreras tan sólidas como respetadas. Y ahora, en esta nueva normalidad tan extraña, comparten el placer de levantar el telón de la Zarzuela, uno metido en las costuras de don Manuel de Falla y la otra en las de Salud, un personaje que perseguía desde muy joven.

¿Cómo está siendo esta vuelta al trabajo? ¿Cómo son unos ensayos en esta 'nueva normalidad'?

Están siendo unos ensayos tremendamente estrictos en cuanto a medidas de seguridad, cantamos con mascarillas, que para nosotros es muy duro, muy difícil. Todos nos hemos hecho obviamente el test, todos somos negativos, están continuamente desinfectando la sala, dándonos cuando tocamos el suelo gel hidroalcohólico. Todo es poco porque lo que se quiere es abrir el teatro y arrancar y volver a mover la cultura que tanta falta nos hace, para todos, tanto para la gente que la escucha como para el sector que la trabaja. Estamos todos temblando después de todo lo que pasó y de alguna manera del poco compromiso que vemos a nivel de gobierno con la cultura.

Nosotros estamos luchando y peleando. Además, se abre el Teatro de la Zarzuela con dos títulos muy potentes, con repartos potentísimos y con puesta en escena de Giancarlo del Monaco, que es un mito en cuanto a la escenografía y la puesta en escena y la batuta de Miguel Ángel Gómez-Martínez, que es una de las batutas más internacionales y además es española. 

Vamos a por todas, vamos a que el público disfrute. Yo en mi caso y con mi rol para mí ha sido uno de los regalos de mi vida artística, es un regalo, jamás pensé…

Ha dicho que este título es para usted muy especial, ¿por qué? Creo que hay por ahí también una historia que tiene que ver con el maestro Gómez-Martínez…

Hace veinticinco años audicioné a Miguel Ángel Gómez-Martínez,  no sé dónde era, era en el extranjero, y lo audicioné con “La vida breve” de Falla y para él fue como, “bueno, señorita, ¿y usted que hace aquí con “La vida breve” de Falla”. Él me dijo que muy bien, que muy bonita la voz, pero “usted no debería cantar “La vida breve” de Falla ahora y tengo que decir que tenía razón. Y fíjate, lo que es la vida, termino haciendo mi primera “La vida breve” de Falla, y creo que será la única, porque no se hacen muchas, con él. Es una pena, porque es una maravilla.

¿Qué nos diría de “La vida breve”, qué merece la pena ser destacado?

Es un obrón, es lo más cercano a Wagner que voy a cantar en mi vida. No podemos olvidarnos de que Falla tiene toda esta influencia de la escuela impresionista francesa, también de Wagner, de “Electra”…. Conseguir hacer música de folclore andaluz, español, con esa fuerza, con esas armonizaciones tan potentes en la orquesta. Es un rol muy complicado, vocalmente y también rítmicamente.

Yo creo que es de las pocas veces que un clásico escribe para que sea el cante de una gitana, está en continuos cambios de ritmo. Todos los giros, quiere asemejarse a los giros de los cantaores, que son siempre unos giros que yo comparo con el jazz, nunca un giro es igual que otro y esto plasmarlo en el clásico es complicado, pero él lo hace. Complicado para el propio cantante, porque aquí no es solo memorizar el texto, sino memorizar cada nota, cada valor de la nota, cada silencio…

Estamos memorizando la partitura completa para poder hacerla fielmente y a esto añadirle la dificultad vocal, que ahora la entiendo perfectamente cuando aquel día Miguel Ángel Gómez-Martínez me dijo “usted no puede cantar “La vida breve” ahora”.

El de Salud es un rol emocionalmente muy profundo porque es esta mujer desesperada, que de alguna manera muere de amor, pero es que está completamente trastornada, al menos el reflejo que quiere dar, que yo creo que es muy acertado, Giancarlo del Monaco es de una mujer desequilibrada por amor o por lo que sea, pero no está serena y esto se nota continuamente en la música de Falla. No es una música serena, es una música que va todo el rato barruntando el drama. Por eso le confiere a la partitura y a la obra una fuerza inmensa.

Es un reto maravilloso con el que estoy súper ilusionada.

¿Cómo es trabajar con Giancarlo del Monaco?

Es una maravilla. Yo me llevo muy bien con él. Lo conozco hace años y tengo un recuerdo de él de un hombre con mucho carácter, obviamente, pero un hombre que sabe lo que pide y que sabe lo que quiere y por qué lo pide. Todos los movimientos, todas las intenciones él las vive primero y sabe lo que tiene que pedirnos. Yo le tengo un profunda  admiración, un profundo respeto porque consigue sacar del artista lo máximo. Me llevo muy bien con él, hablamos el mismo lenguaje.

Solo han pasado unos meses y muchísimo han cambiado las cosas y nuestras vidas tras la pandemia del coronavirus. ¿Cómo cree que vivirá Ainhoa Arteta sus funciones y sobre todo la noche del estreno? ¿De verdad será diferente al resto de estrenos de su carrera?

Será muy especial, estoy segura. He cantado conciertos y ya todos los conciertos postpandemia han sido absolutamente especiales, todos ellos, porque no podemos evitar que hemos estado mucho tiempo sin saber nada, sin poder hacer nada en lo que a música se refiere. Tampoco es normal la situación en la que abrimos, pero creo que mejor que nada, es abrir como sea. La gente va a estar emocionada. Para mí es una emoción doble, triple, cuádruple… No sé cómo explicarlo. Y encima hago este rol que desde muy muy joven lo venía persiguiendo.

Entonces para mí esto es un regalo y va a ser una puesta en escena muy visceral, muy de carne y demente y esto va a ser algo muy emocional. También te digo que para salir a canta Salud hay que estar tremendamente concentrado, porque es un papel que exige estar en él todo el tiempo, desde que empieza la obra hasta que termina no sales de escena como personaje, entonces estás todo el rato allí y hace falta tener una concentración muy grande para poderlo desarrollar. Considero que es un reto, pero un reto que llega a mi vida en el momento adecuado en el que tenía que llegar.

Otros proyectos…

Después de este espectáculo me voy a hacer Butterfly a Oviedo, ando también muy ilusionada porque para mí es otro gran título que ha entrado en mi repertorio hace poco tiempo y que cada vez lo voy desarrollando más. Esta va a ser mi tercera Butterfly como producción y espero disfrutarla mucho. Y después creo que empiezo con “Falstaff” y entro en el Palau de las Arts de Valencia y me hace muchísima ilusión. Además con Alice, que para mí es como un aliento de alegría, casi todos los roles que hago son dramáticos, son tristes, y Alice es completamente lo contrario, es una salsera que prácticamente lo maquina todo ella y eso me divierte mucho porque hay una parte de mí que es así pero que yo normalmente por el repertorio al que me dedico pocas veces lo puedo ejercer. Es otro regalo.