Entrevista a Albert Salazar por A.K.A.

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Publicado el 30 de Octubre de 2019

Entrevista a Albert Salazar por A.K.A.

Obra: A.K.A. (Also Known As)

Este espectáculo habla sobre la identidad y el racismo. Espero que la historia de Carlos llegue al público y les emocione

“Carlos, me llamo Carlos. Tengo 15 años, o 16. Voy al cole, me aburro, salgo con los colegas al parque, bailo hip-hop… y un día conozco a Claudia y… magia”. Albert Salazar –“La Riera”, “Mama Medea”, “Paradise” y “El sueño de una noche de verano”– ya no tiene 15 años, pero ha vuelto a ellos para encarnar este monólogo escrito de un tirón por el argentino Daniel J. Meyer y dirigido por Montse Rodríguez Clusella. Juntos han conseguido convertirlo en todo un fenómeno teatral: ha ganado cuatro Premios Butaca, tres Premis Teatre BCN y dos Max y se ha estrenado en tres teatros de Barcelona, la Sala Flyhard, el Teatre Lliure y la Villarroel. Hablamos con el actor sobre Carlos y sobre cómo los ojos de los demás le hacen plantear cuál es su verdadera identidad. Por V. R. Foto Roser Blanch

Albert Salazar ya no tiene 15 años. ¿Cómo recuerda esa etapa? ¿Se parecía mucho a Carlos?

Fue algo que me alucinó cuando leí el texto, que la adolescencia de este chaval hasta cierto punto había sido exactamente igual a la mía: llegar a casa, encerrarme en la habitación, no querer hablar con mis padres porque veía como que me imponían sus leyes (risas), siempre que podía me iba al parque con los colegas… Incluso nombres de mejores amigos y primeras novias coincidían los de Carlos con los míos (risas).

Hablamos de esto porque llega a Madrid un espectáculo convertido en un fenómeno: estrenado en tres teatros en Barcelona, ha logrado el aplauso de crítica y público y un buen puñado de premios. ¿Cómo lo está viviendo?

Es muy heavy. Aún me cuesta asimilarlo. Fue un proyecto que empezamos con el dramaturgo Dani, con la directora Montse quedando los tres en un centro cívico porque no sabíamos dónde iríamos con esto. Estuvimos seis meses ensayando sin tener un teatro, sin saber si lo podríamos hacer en algún sitio... Durante el proceso recuerdo también muchas inseguridades, pero cuan-do estrenas y ves que va bien y va cogiendo esta inmensidad, cuesta un montón asimilarlo y creértelo.

¿Cómo fueron los días previos y el momento justo antes de salir a escena?

Los días previos los recuerdo con una ansiedad increíble (risas). Me tuve que ir a casa de mis padres a encerrarme allí porque no me aguantaba nadie, estaba histérico. Siempre me pasa, antes de estrenar me pongo muy nervioso y más en este caso que estaba solo en escena. Las horas antes pensaba ‘que pase lo que tenga que pasar y ya está’ (risas). Luego empecé a ver que la obra funcionaba y pensaba ‘qué suerte’.

Carlos es el protagonista de “A.K.A. (Also Known As)”. Cuéntenos qué es, de qué habla este espectáculo.

El espectáculo habla de un chaval que tiene 15 años. Él es adoptado y tiene una adolescencia normal y corriente. Un día se enamora, conoce a su primer amor y el día que va a perder su virginidad pasa algo, que no voy a contar para no hacer spoiler (risas), que le hará cambiar su vida de arriba a abajo de un día para otro. Habla, sobre todo, sobre la identidad y el racismo, pero también sobre la adolescencia, sobre los primeros amores...

Si le pido una frase de Carlos...

Hay una palabra que se va repitiendo, ‘magia’, que me encanta. Pero algo que pue-de resumir la obra: “Al fin y al cabo lo que tú creas que tú eres no es tan importante, es lo que es”.

¿Cuáles son los ingredientes del éxito?

No tengo ni idea y si los supiera a lo mejor no los diría (risas). Los tres hemos intentado remar hacia el mismo sitio, siempre a favor de la historia y hemos estado un año ensayando, hemos tenido mucho tiempo.