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Entrevista a Alejo Sauras y Mina El Hammani por Edipo. A través de las llamas

Publicado el 01 de Septiembre de 2021

Entrevista a Alejo Sauras y Mina El Hammani por Edipo. A través de las llamas

Obra: Edipo. A través de las llamas - Teatro Español

 “Haría falta que todos tuviésemos un poquito de Edipo dentro y asumiéramos nuestra parte de culpa”, ALEJO

“No prestamos atención a lo que nos está pasando, pero cuando te lo dicen tan claro tienes que reflexionar”, MINA

 

 Coinciden en que de esta función se llevan una lección de vida y un equipo que se ha convertido en familia. También en los elogios a un texto maravilloso y a un director en el que confían ciegamente. Alejo Sauras –“Estoy vivo”, Fotograma de Plata a mejor actor, “Los Serrano”, “14 de abril. La República”, Premio Unión de actores, “La cocina”, “El eunuco”...– y Mina El Hammani –“Élite”, “El internado”, “El Príncipe”, “Dentro de la tierra”...– son unos colosales Edipo y Yocasta. 

Si les digo “Edipo. A través de las llamas”, ¿qué es lo primero que se les pasa por la cabeza?

AlejoSe me pasan por la cabeza todas las frases de la función. Si me dices “A través de las llamas”, lo que se me pasa por la cabeza es el final de la función, porque es el destino de Edipo, es a donde tiene que acudir Edipo para poder salvar a toda su gente, a través de las llamas y es algo que no descubre hasta el final. 

Mina: Lo primero que se me pasa por la cabeza cuando decimos “Edipo. A través de las llamas” es muchísima reflexión, para mí, sobre la existencia. Un nuevo Edipo que va a traer muchas preguntas también a todo el público que vaya a verla, sobre todo por lo que nos ha pasado en la actualidad: todo el tema de la pandemia, todo el tema de estar pensando qué es lo que pasaría en un futuro y yo creo que nos hemos dado cuenta de lo que es vivir el aquí y el ahora. Eso es Edipo, estar presente y entender que el destino es lo que tenemos que afrontar independientemente de que sea algo positivo o negativo, sino que hay que lanzarlo y seguir avanzando como uno pueda. 


Imagino que la ilusión de interpretar semejantes personajes es inmensa, pero el reto parece mayúsculo.

Mina: Me llamó Luis Luque, yo estaba rodando una serie, “El internado”, y me dijo que quería hablar conmigo, que tenía una propuesta que hacerme y cuando me dijo que le gustaría que fuese la reina Yocasta yo me emocioné muchísimo porque era algo que necesitaba hacer, estaba en un momento de mi vida en el que quería pisar un poco de tierra en el teatro, estar encima  de las tablas y de qué mejor manera que hacerlo con este personaje tan histórico y que me diese esta oportunidad para mí fue un privilegio y un honor. 

Alejo: Sí, el reto es tremendo. A mí cuando Luis Luque me dio el texto me dio mucha alegría en principio que un director como él, tan consagrado y tan respetado en la profesión, pensara en mí para este personaje y la segunda pregunta fue si yo iba a ser capaz de hacerlo, la verdad. Creo que un actor tiene que saber dónde está, qué puede hacer, qué no puede hacer, en qué momento de su carrera está y a qué cosas se puede enfrentar y a qué cosas no. Y yo tenía dudas, no estaba seguro, no había hecho nunca un personaje de estas características, de esta envergadura y no estaba seguro de poder cargar con la responsabilidad de Edipo a mis espaldas.


Hay que ser muy honesto para hacer ese ejercicio, ¿no?

Alejo: Intento ser honrado y sincero porque también al final si estás equivocado y no eres capaz es un fracaso, no solo para ti, sino para todos y no te ayuda en tu carrera. Los fracasos ayudan cuando aprendes de ellos, pero si no estabas preparado es difícil que aprendas de ello. Yo fui muy sincero y se lo transmití así, le dije ‘yo no estoy seguro de ser capaz’ y él lo tenía clarísimo, la verdad, me convenció con su decisión. Lo tenía tan sumamente claro que a los cinco minutos yo ya era Edipo. Él me dijo que lo tenía muy claro, que él sabía mucho, que lo había pensado mucho, que lo había meditado mucho y que lo tenía clarísimo. Así que le dije, ‘bueno, si tú confías ciegamente en que yo lo puedo hacer, yo confío en ti, no en mí, sino en ti’. Lo cierto es que al final el tío sabía lo que decía (risas), porque sí que nos ha salido muy bien.


 

Alejo, cuéntenos algo de Edipo…

Alejo: Edipo es una persona honrada que busca su lugar en el mundo y que cree que lo ha encontrado.

Huyó de su casa porque un vaticinio le dijo que iba a acabar haciendo algo que no quería y para salvar a su familia se marchó de casa y decidió vagar por el mundo hasta que se encontró con una gente que le necesitaba, decidió ayudarles y se convirtió en el rey de Tebas y desde entonces vivió feliz. Es un hombre feliz, que vive en un pueblo feliz y estupendo.

De repente ha aparecido el fuego, no se sabe por qué, las calles están ardiendo, los campos están ardiendo y él no consigue encontrar el origen de ese problema, así que manda a una persona de su confianza, que es Creonte, el hermano de la reina, para que intente hablar con las adivinas, con el oráculo, para que le digan el motivo y la solución de cómo resolver este problema. No te voy a contar toda la función (risas).

Al final Edipo va descubriendo que realmente el problema de todo es él, que él inconscientemente, sin buscarlo, en su día sí que mató a su padre, porque se encontró con él en un cruce de caminos y le mató y después de haber matado a la esfinge, que era el mal que asolaba la ciudad hacía unos años, se convirtió en rey de Tebas sin saber que la reina de Tebas era su madre. Se casó con ella y ha tenido hijos con ella y es su mujer y entonces Edipo sufre en ese momento una anagnórisis terrible al descubrir que todo eso es cierto y realmente mató a su padre y se acostó con su madre y que, además, el problema y la solución que asolan la ciudad es él y que la única forma que hay de poder salvar a la gente a la que tanto quiere salvar es sacrificar su vida.


Una puede pensar que Edipo ya no se puede enfrentar desde ópticas nuevas y llega Paco Bezerra y reescribe el mito.

Mina: Paco tiene algo muy especial y es que tiene un don de la palabra y de la escritura que a mí me parece fascinante y es muy directo y es muy claro, que es algo que yo valoro mucho para que llegue a todo tipo de público. Va a meter el dedo en la llaga en todos los sentidos porque al fin y al cabo es una tragedia, es algo que siempre hemos estado como evitando como seres humanos, no querer prestarle atención a lo que nos está pasando en la vida, pero al final cuando te lo dicen tan claramente por lo menos tienes que pensarlo y tienes que reflexionar.

Alejo: El texto es absolutamente actual y nos enfrenta a nosotros mismos en una actualidad absoluta. La desgraciada casualidad ha querido que coincida lo que le ocurre a Tebas en esta ocasión con lo que nos está pasando a nosotros. En el texto original si no me equivoco era la peste lo que asolaba la ciudad y lo que estaba matando a la gente. Paco Bezerra nos contó que no quería tirar de lo fácil, no quería irse al coronavirus, que habría sido lo más fácil en el momento en el que él lo escribió, que fue al principio de la pandemia, y decidió irse al fuego. En esta función lo que está rodeando la función y está a punto de quemarnos a todos y de quemar los pastos y los animales y todo es el fuego. Y tristemente se está cumpliendo. Grecia ha ardido, Turquía ha ardido, el fuego se acerca por el Mediterráneo y de hecho lo tenemos… Yo salí de mi casa de Madrid este verano y se veía todavía el fuego de Ávila.


Si les pido una frase de sus personajes...

Alejo: “Aunque el dorso de todas las rocas de Tebas estuviese lleno de alacranes ten por seguro que levantaría hasta la última piedra”.

Mina: “Ningún mortal puede considerar que ha sido feliz hasta saber qué ha de ocurrirle el último día de su vida”.


¿Qué tiene que decirnos Edipo a los espectadores del siglo XXI?

Alejo: Todo. Es muy actual la obra. Antes hablábamos del fuego, pero lo que Edipo nos está contando es que hay que hacer sacrificios en la vida. Edipo busca la verdad por encima de todo y, bueno, los seres humanos no tenemos que hacer eso, de hecho la mayoría no lo hacemos. En el mmonólogo final Edipo lo dice, la mayoría de las personas prefieren mantenerse en la ignorancia y eso es lícito, pero para alcanzar la sabiduría hay que traspasar el umbral de lo bello y aceptar que la vida al tiempo que hermosa también es horrible. Y eso tenemos que aceptarlo y tenemos que vivir con ello, porque si no, no podremos enfrentarnos a los problemas que tenemos. Y eso es lo que nos está pasando a los seres humanos, que no queremos aceptar y no queremos enfrentarnos a los problemas que tenemos.

En este caso lo que ocurre en Tebas es que hay un fuego y hay que sacrificar a Edipo y sacrificar a una persona siempre parece mucho más sencillo que sacrificar a todas, aunque sacrificar a una implique que muera y sacrificarlas a todas no, pero es lo que nos está ocurriendo en el mundo. Nos estamos cargando neustro planeta, a nivel pequeño puedes ir a mirar el Mar Menor, el siguiente paso puede ser que se están quemando la mitad de los países o se están inundando, el calentamiento global está acabando con la fauna y con la flora de medio planeta y los científicos ya nos están diciendo que el tiempo se acaba, que la Tierra no es eterna y que no van a ser nuestros bisnietos los que lo vivan, sino que está mucho más cerca de lo que nosotros creemos. Y nos piden un sacrificio, nos piden que cambiemos de modo de vida y nosotros preferimos mantenernos en la ignorancia y pensar que teniendo en casa tres cubos de basura para separar el plástico del papel y de lo orgánico estamos arreglando el mundo y no es así. El sacrificio que se nos pide es mucho mayor, pero no estamos dispuestos a hacerlo. Somos culpables todos.


¿Nos harían falta más ‘Edipos’ hoy?

Alejo: Nos harían falta todos los Edipos, nos haría falta que todos tuviésemos un poquito de Edipo dentro y asumiéramos nuestra parte de culpa y pusiéramos nuestra responsabilidad y nuestro esfuerzo en intentar arreglarlo. Y te lo digo yo que he venido en coche y mi coche es de combustión. O sea, todos lo hacemos, yo no le estoy dando una lección a nadie con esto, estoy intentando transmitir lo que me han pedido que cuente y que transmita y lo intento hacer de la mejor manera que puedo.

Mina: Sí, yo creo que harían falta más Edipos hoy en día y creo que hay algún Edipo en cada uno de nosotros. Como he dicho antes la pandemia ha dado qué pensar, a mí desde luego me ha dejado espinitas en el corazón y en la cabeza, pero he querido afrontarlo de la mejor manera posible y dejar de pensar en el futuro. He entendido que lo que pasa es lo que pasa y es lo que tenemos que afrontar. Ha habido muchos momentos débiles, de no saber cómo reaccionar ante esto. Siempre lo digo, soy actriz y me he imaginado miles de cosas a lo largo de mi vida, pero nunca me había imaginado que podríamos vivir una pandemia mundial. Entonces eso ha sido un choque de realidad, un bofetón, pero creo que todos hemos aprendido algo y lo bueno de esto es no olvidarlo, no olvidar esos momentos de angustia que vivimos encerrados. A veces echar la vista atrás yo creo que es necesario.


¿Cómo es trabajar con Luis Luque, cómo es como director?

MinaTrabajar con Luis Luque para mí siempre va  ser un honor, un privilegio. Trabajé con él hace cuatro años en “Dentro de la tierra” para el CDN, fue mi primera obra y tiene muchísima bondad, muchísima humildad para trabajar, para comunicarse con los actores que es algo que yo valoro muchísimo y a día de hoy sigue siendo el mismo, sigue haciéndolo igual e incluso te diría que juega muchísimo más en los ensayos. A mí me parece fascinante verlo ensayando con nosotros porque se convierte en una persona más que está ahí dentro de la historia y nos intenta sacar todo lo habido y por haber para que nuestro personaje crezca y florezca al máximo posible y también, obviamente, entendamos también las tragedias que está viviendo. Yo le quiero muchísimo, le admiro muchísimo, le respeto mucho también y hoy en día  puedo considerarle un buen amigo y es una persona que espero tener el resto de  mi vida. 

Alejo: Trabajar con Luis es trabajar con un maestro porque vas con una tranquilidad terrible. Es un trabajo estupendo para un vago que está dispuesto a esforzarse (risas). Yo le avisé, yo le dije ‘yo no he hecho nunca un protagonista, no he hecho nunca una tragedia, no me he enfrentado nunca a una obra de esta envergadura y no sé cómo tengo que hacer yo el trabajo previo, la creación del personaje sí, porque he creado muchos, pero el proceso de creación en teatro no sé cómo llevarlo a cabo’ y me dijo, ‘Alejo, no te preocupes, ven a los ensayos y déjate en mis manos’ y él se ha encargado de todo.

No sabría decirte qué ha hecho ni cómo lo ha hecho, sé decirte que hemos sufrido mucho, que ha sido un proceso muy duro, muy complicado, de llevar todas las escenas al límite para ver dónde las dejamos después, de probar muchas cosas para descubrir todas las que no funcionan, para encontrar las que sí funcionan y de ir construyendo poco a poco un arco de personaje que a la vez es el arco de la propia función. Porque Edipo está en escena todo el tiempo, hay un momento que no porque hay una pequeña coreografía y  un monólogo que se proyecta en lugar de decirlo yo, pero el resto del tiempo yo no salgo de escena, entonces el arco de mi personaje es el arco de la función. Y eso se ha construido a la vez que construíamos mi personaje construíamos el arco de la función. 

Por una parte ha sido muy bonito, honestamente considerarte tan importante, tan fundamental en lo que estás haciendo es algo muy bonito para un actor, la verdad, no se me ocurren otras palabras que lo definan honestamente, ser imprescindible y ser tan importante para la función es algo muy bonito, pero también es una responsabilidad muy grande que en ocasiones los días que no sale te vas a casa destrozado, pensando que no vas a ser capaz y que todo depende de ti y que si tú no lo haces bien esto no va a funcionar. Hay una sensación doble (risas). 


Cuando este Edipo baje el telón, que esperemos que sea dentro de mucho, mucho tiempo, ¿qué creen que se llevarán para siempre de este viaje?

Alejo: Primero me he llevado una lección de vida muy grande, porque la propia función para mí es una lección de vida. Luego, el proceso de creación de esta función y de mi personaje han sido la mejor escuela de interpretación a la que podría haber asistido en mi vida y he ido ya a unas cuantas. Y luego el equipo se ha convertido prácticamente en mi familia y los quiero con locura. El recuerdo y lo aprendido que yo me llevo de esta función es para toda la vida. 

Mina: Lo que me voy a llevar de este viaje es a mis compañeros, a Luis, a Paco… Eso lo sé porque estamos viviendo algo muy emocionante, estamos todos a una y tengo unos compañeros que me siento muy agradecida de estar con todos ellos, estoy aprendiendo muchísimo de todos, ya no solo a nivel profesional, sino a nivel personal y me voy a llevar el seguir luchando por lo que quiero, el seguir afrontando absolutamente todo lo que pase a día de hoy y no me voy a rendir, ya sea algo bonito o ya sea algo trágico, pero quiero avanzar en la vida de la mejor manera posible o por lo menos ya que avanzo, aprender de todo lo que venga, de este camino que es precioso, pero a la vez es muy doloroso también, hay mucha soledad, hay muchas inseguridades a nivel profesional, pero hay algo en Edipo que a mí me está dando mucha valentía y me considero muy afortunada de poder entablar este tipo de relaciones con todos mis compañeros y con la gente que lo está haciendo posible, que es mucha. Espero que le guste mucho al público, que lo disfrute mucho y que se vayan con las preguntas en su cabecita, que es lo que yo por lo menos busco, y que se emocionen también. 

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