Revista teatros

 Cumpliendo el primer centenario de la muerte de su autor, Tomás Bretón, el Teatro de la Zarzuela recupera otro título emblemático de la lírica española, estrenado en estas mismas tablas en 1895. Contando con dirección musical del maestro Guillermo García Calvo, “La Dolores” brinda una ópera puramente española que nos muestra la constante lucha y supervivencia de una mujer de gran fortaleza en un entorno hostil y muy masculino que la rechaza por carecer de la honra que ellos mismos le arrebataron. Charlamos con la directora escénica de este prometedor estreno para descubrir todas sus claves. Por ANA VILLA

¿Cómo presenta este drama lírico que usted dirige, qué historia veremos en escena?

“La Dolores” es la historia de una mujer marcada por una copla, marcada por un hecho que, aparentemente, puede parecer inocuo como es una canción que te dedican, pero que se convierte en una maldición para ella, para su vida y para todo lo que le rodea. La trascendencia que ahora entendemos muy bien de airear tu vida privada delante de todo el mundo puede provocar la destrucción de una persona, directamente.

¿Cómo es la gran protagonista de la pieza y qué conflictos se ve obligada a enfrentar?

Dolores es una mujer señalada a la que podríamos incluir dentro de ese grupo de mujeres a las que podíamos llamar ‘femmes fatales’, que son mujeres deseadas por todos, pero deseadas de una manera superficial. Es una mujer libre y adelantada a su tiempo, guapa, divertida con deseo sexual, con deseo de amar y ser amada y, por ello, una rara avis dentro de esa comunidad tan cerrada. Todos la quieren y todos la desean, pero de una manera de usar y tirar. La obra te muestra cómo se pelean por ella pero, cuando ella de verdad empieza a sufrir, todo el mundo se aparta de su lado y la dejan sola. Está muy sola, como ese objeto de deseo que todo el mundo quiere pero que nadie respeta.

¿Quiénes y cómo son los demás personajes relevantes de la función?

Ella está básicamente rodeada de hombres y de una mujer, que es para la que trabaja en el mesón. Esta persona tiene una relación con ella ambivalente, pues por un lado le interesa mantenerla en el trabajo porque atrae gente y negocio pero, también por otro lado, tiene un rechazo hacia ella. Yo he querido situar la obra en los años 50, en una ciudad, una capital de provincias, porque para mí era lo que yo más podía identificar con ese mundo cerrado pero no pueblerino sino de provincias donde el qué dirán, el ir arreglado o los comentarnos de unos sobre otros tienen mucha importancia. Y esto ahora sigue siendo igual, porque ahora mismo las redes sociales nos han dado mucha libertad pero todos sabemos que hay una parte más pueblerina que antes. Me refiero a que hace unos años se vivía un poco más libre a ese nivel, no estabas tan vigilado. Ahora nos hemos vigilado a nosotros mismos, nos encargamos de mostrar cómo estamos cada día, cómo nos va, si hemos engordado… Me parece que en eso hay un retroceso, ¿no? Desde ese punto de vista, Dolores ahí está rodeada de esos hombres que representan el poder militar, el más rico, el cura… Vemos cómo cada uno intenta llevársela a su terreno, pero de una manera superficial. También, por el camino, Dolores encuentra el amor, que lo agarra el vuelo y lo vive por un momento.

¿Qué define esta propuesta escénica, cómo es su forma y fondo?

Creo que es un envoltorio contemporáneo. Hemos querido hacer una propuesta que parezca un contenedor social, es un espacio en el cual se desarrollan todas las actividades que se dan en ese lugar donde colocamos la función salpicada de elementos tradicionales de la zona que tienen mucho sentido para nuestra propuesta, porque mezclamos este contenedor social con una estética contemporánea salpicada de estos elementos de juego como son los gigantes y cabezudos vistos desde ahora y que tienen un significado un tanto trágico y siniestro de estos muñecos jugando con Dolores. Veremos esa mezcla de tradición y contemporaneidad.

Para usted, uno de los grandes momentazos de este montaje se produce cuando…

Creo que todos conocemos un poco la historia, se sabe que hay un momento que todo el mundo espera que es la jota de la Dolores que, musicalmente, es una joya reconocida mundialmente. Ese sin duda es un gran momentazo musical que esperamos que esté visualmente a la altura y con la energía suficiente para que brille. La coreografía la hace Miguel Ángel Berna, que es el mayor experto que hay en jota y en elaboración de la evolución de la jota hacia un lenguaje más contemporáneo. Y luego está el momentazo de cuando le cantan a Dolores la copla, su encuentro amoroso… ¡y muchas otras sorpresas que tenemos preparadas!

¿Qué mensaje positivo cree que puede desprender la historia de “La Dolores”?

Creo que el mensaje positivo que quiero que se vea es, primero, que el amor, el deseo de amar y de ser amado, por mucho que nos lo quieran quitar, al final se cuela por las grietas más inesperadas para hacerse presente. Y también un mensaje de esperanza de que las nuevas generaciones van a ir evolucionando como así creo que pasa –a pesar de lo que cree mucha otra gente– y van a conseguir que una serie de cosas que hacemos hacia las mujeres –por ejemplo, el señalamiento que se hace hacia algunas personas o algunos colectivos– cada vez sea menor.

En suma de todo, ¿por qué recomienda este estreno a los amantes del buen teatro y la ópera?

Porque creo que “La Dolores” es una joya musical que dramáticamente está muy muy bien escrita y tiene una progresión dramática muy ágil y muy interesante y, además, el Teatro de la Zarzuela es especialista en hacer grandes producciones. Esta será una gran producción con unos cantantes de primerísimo nivel, todos muy comprometidos con el trabajo. Hay muy buenos mimbres y yo espero poner toda mi ilusión y mi esfuerzo para que sea una gran función emocionante, divertida, vibrante, con acróbatas, con bailarines, con un coro de niños… ¡va a ser un grandísimo espectáculo!

Un deseo personal para este nuevo año que comienza:

Me gustaría mantener la salud, la ilusión y el trabajo. ¡Ah, bueno! Y si se puede pedir ya el postre, yo creo que un cambio de gobierno en la Comunidad, porque ya creo que lo necesitamos.