Revista teatros

Cada noche Juanjo Artero, Ana Turpin e Iker Lastra vuelven a lo peor de la pandemia para contarnos la historia de Enrique Gálvez, un banquero que en pleno confinamiento se ve imputado por una operación corrupta del banco. Cuando más desesperado está, recibe la llamada de Silvia Becerra, que quiere traer a España cuatro robots para hacer tests PCR mucho más rápido. Pero las trabas burocráticas y logísticas ponen en peligro la operación, así que Enrique le pide ayuda a Roberto Maldonado, un político amargado que cree que los robots pueden relanzar su carrera. Gabriel Olivares dirige este thriller de Fernando Ramírez Baeza que fusiona el lenguaje teatral con el lenguaje cinematográfico, cuyo reparto completan Abraham Arenas, Alejandra Prieto, Arantxa Sanchís, María Asensio y Jesús Redondo. Por VANESSA RAMIRO. Fotos de escena ALBERTO AJA

¿Cómo llevan esto de volver cada noche a lo peor de la pandemia y al confinamiento?

Juanjo Artero: Aunque suene mal, bien, porque estamos contando una historia que nos gusta y en la que confiamos. Una reflexión sobre el ser humano y sobre un hecho que no pasó, pero está basado en hechos reales. Es un thriller ambientado en la época de confinamiento, una obra muy interesante y cuando uno tiene cosas interesantes que contar, le gusta hacerlo, aunque pueda resultar contradictorio.

Iker Lastra: Con unos compañeros así, la verdad, la experiencia se hace fácil, llevadera. Amable.

Ana Turpin: Yo lo vivo como un homenaje a los sanitarios de nuestro país, que son los auténticos héroes de la pandemia.

Medio en broma, medio en serio, ahí arranca “Robots”, estrenada en enero en el Palacio de Festivales de Cantabria. ¿Qué tal estas primeras funciones?

Ana: Una maravilla. El día del estreno fue la primera vez que todo encajó en su sitio y el público entró completamente en la función. Podías sentir ese Palacio de Congresos de Santander con casi 700 personas al unísono con nosotros. ¡Un gran arranque de gira!

Juanjo: Era un misterio cuál sería la reacción del público y fue estupenda. Luego estuvimos en Málaga y pasó lo mismo; dos funciones en Granada y a la gente le ha encantado, y en Zaragoza... Es una obra que tiene mucho misterio, que mantiene al público muy atento a lo que está pasando y cuando descubre qué es lo que pasa realmente, que no se puede contar (risas), muchos te dicen: “Me gustaría volver mañana, porque ahora me gustaría ver la obra con lo que sé de nuevo”. Tenemos algo muy diferente y muy bonito entre las manos.

Iker: Santander fue un espacio ideal para el estreno. La gente, el público, el marco... Todo colaboró muy elegantemente.

En pleno confinamiento, Enrique Gálvez es imputado por una operación corrupta... De repente recibe la llamada de una científica que quiere traer a España cuatro robots para hacer tests PCR mucho más rápido, pero las trabas burocráticas de la época de la pandemia ponen todo en peligro.

Juanjo: Sí, esa sería la premisa. Pues cuando la gente, tanto del banco como de la política, tiene que moverse para que eso sea posible, sus fines no son tan nobles, sino más particulares, más dentro del ego de la persona. Qué sucede con una causa noble cuando la causa de la gente que tiene que moverse no es tan noble...

Ana: “Robots” es un thriller de acción trepidante donde cada personaje quiere sacar su tajada.

Iker: Es la deshumanización que se esconde tras la ambición y sed de poder.

La obra no es una crítica ni a los bancos ni a los políticos, sino algo más profundo.

Juanjo: Habla del político como ser humano. En el caso de Maldonado, mi personaje, cuando empezó quería cambiar el mundo, pero luego te encuentras con la realidad, que tu partido te marca unas pautas, con una burocracia y con que lo que quieres hacer no es tan fácil. El banquero lo que quiere es que le quiten de la lista negra; la prensa amarillista lo que menos quiere es informar y lo que más es audiencia. A partir de ahí estamos generan-do a la sociedad que estamos generando.

Ana: Esta obra habla de la decadencia humana, de nuestras sombras no reconocidas, de ambición, de poder, de la soberbia, la corrupción, de la venganza, del rencor, del egoísmo. Todo aquello que está en nosotros y no queremos o nos cuesta ver y reconocer.

Iker: Eso es. El Covid nos obligó a convivir veinticuatro horas con nosotros mismos o nuestros más allegados. “Robots” es un reflejo de esta experiencia individual y colectiva.

Iker Lastra –“Luz de Domingo”, “Amar en tiempos revueltos”, “Intocables”, “Yerma”, “Los Gondra”...– es Enríque Gálvez.

Iker: Enrique Gálvez es impecable en su trabajo. Director de Marketing, vende, vende, vende, miente, seduce y se esconde de su naturaleza día sí y día también.

Ana Turpin –“Amar en tiempos revueltos”, “La ratonera”, “Lo nunca visto”, “La cresta de la ola”... y una de las fundadoras de La Estampida– es Silvia Becerra.

Ana: Silvia es una científica española que trabaja en el departamento de enfermedades infecciosas de Harvard. Lo que quiere es poner a disposición de los sanitarios españoles unos robots que multiplican por diez la velocidad de los test PCR, ya que su familia vive en España y quiere poner esta tecnología puntera al servicio de su país. Es una mujer idealista, vital, muy concienciada con la idea de un mundo mejor.

Juanjo Artero –“Verano azul”, “Servir y Proteger”, “Nina”, “Por amor al arte”... y nominado a los Premios de la Unión de Actores y Actrices por “El milagro de la Tierra”– es Roberto Maldonado.

Juanjo: Es un hombre de partido, que ha estado toda la vida en las riendas del partido. Entiende de política, de campañas políticas y, aunque tiene muy buen cargo en Sanidad, seguro que cobra un pastón, tiene despacho y coche a su disposición con chófer, quisiera estar en primera línea. Es la ambición dentro de la frustración.

¿Cuáles son los grandes aciertos del texto de Fernando Ramírez Baeza?

Iker: La realidad de lo que vivimos durante el Covid más la disección fina y concreta de los mundos de poder que manejan los hilos de la sociedad.

Ana: Su capacidad de poner sobre las tablas el mundo de las altas esferas. Cómo funciona el poder. Eso es una de las cosas que más me gustan de Fernando, su capacidad de crear un thriller lleno de acción con elementos de la realidad.

Juanjo: Por su profesión conoce los entresijos de la sociedad desde otro prisma y puede manejar un código que nosotros no conocemos tanto. Y luego es muy capaz de dramatúrgicamente escribirlo de maravilla.

¿Y de la dirección de Gabriel Olivares?

Iker: La riqueza de amplias posibilidades respecto a cómo y desde dónde contar la historia. Su foco como director para transmitir al público su visión del asunto.

Ana: Tiene una imaginación enorme y me encanta cómo ha creado un lenguaje teatral de un texto tremendamente cinematográfico. Ha conseguido un diálogo perfecto entre el cine y el teatro.

Juanjo: Me apetecía mucho trabajar con él porque Gabriel trabaja muchos planos dentro de una obra de teatro. Es capaz de dirigir cine dentro de la escena, ya me lo había demostrado con otras obras y con esta más. Tiene una visión plástica de movimientos, de... Es un pequeño genio.

¿Y cómo es como director?

Iker: Alguien implacable, que confía tanto en sus elecciones que acepta cualquier claroscuro en pos de lo que pide la obra y, sobre todo, de lo que el público pueda recibir. Es un director arriesgado y bastante humilde durante el proceso, creo yo.

Ana: Este es el tercer montaje que hago con Gabriel, lo conozco mucho y para mí es siempre enriquecedor trabajar a su lado. Son procesos muy intensos donde el actor tiene que poner a prueba su creatividad y arriesgar. ¡Es un lujo tenerlo en mi vida!

¿Por qué no hay que perderse “Robots”?

Iker: Es una obra educacional para todos los públicos. Nos destripa realidades que conviene saber para sufrir menos culpa por cosas que jamás han estado en nuestras manos. Me gustaría que el público saliese libre.

Juanjo: Y que aplauda y que haya hecho un viaje y que salga contento también de haber recordado un tiempo, de haber hecho un homenaje a los sanitarios, médicos, enfermeras, gente de ambulancias... que arriesgaron su vida y que nos salva la vida entonces y ahora. Yo creo que va a salir enriquecido de la obra de teatro, porque es algo muy distinto.

Ana: ¡No se la pierdan! Es un espectáculo visual, de acción trepidante, con personajes muy atractivos, donde nada es lo que parece en un principio. El público que ve la función sale tocado, porque la pandemia la vivió el mundo entero y eso nos modificó a todos.

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