Revista teatros

 Un safari cómico por toda la selva de aplicaciones para ligar que se han puesto de moda últimamente. 

¿Qué es “Tinder Sorpresa”?

“Tinder Sorpresa” es un espectáculo sobre la aplicación más conocida para ligar. En el show hablamos sobre diferentes citas de gente de mi entorno, que me han contado, o que me han pasado a mí. Ahora, con el tema del covid, ya no subo gente al escenario, pero antes también subía gente y teníamos una cita.

Si hablamos de ligoteo virtual, ¿cuál es la duda por excelencia?

La primera duda y la más existencial en este tipo de aplicaciones es si la persona con la que estás hablando está diciendo la verdad. Desde la foto que tienen colgada hasta si lo que les están diciendo luego lo contrastan con la persona…

¿Cuál es la anécdota más divertida que ha escuchado sobre Tinder?

Es un poco escatológica, pero se dio a conocer bastante (risas). Chico y chica quedan por Tinder, van a casa del chico, la chica se queda a dormir y por la mañana el chico se va antes a trabajar y le dice: ‘Si quieres, quédate más rato y luego sales dando un portazo’. La chica se queda, se levanta, va al lavabo, hace de vientre y el tema se queda en el baño, no se va. Entonces como puede la saca, la mete en una bolsita y la deja en la mesa del comedor para llevársela.

Cuando se va da el portazo para salir y en el rellano cae en la cuenta de que se ha dejado la bolsita con el tema en el comedor. La chica se borró del Tinder, borró la conversación con este tío y no volvió a saber nada más por vergüenza. Pero luego está el otro tema, el pobre chico cuando llegó a casa, entró y vio la bolsita y ya no supo más de esa tía. El amor, la búsqueda del amor, las relaciones de pareja.

¿Todavía dan para hacer chistes nuevos?

Justo pensaba que el amor es una mierda (risas), porque pueden pasar estas cosas. Yo creo que es una fuente inagotable de humor y más ahora con el Tinder y las diferentes plataformas. Como las maneras de ligar han cambiado, ahora se liga con el móvil, con las fotos, todo esto genera situaciones nuevas.

¿Se puede aprender a ser gracioso? ¿O se tiene gracia o no y listo?

(Risas). Sí que es verdad que hay gente que es más graciosa que otra, pero al final todo se puede trabajar. El humor también.

¿El humor en tiempos de pandemia sirve para algo?

Yo creo que es cuando más se ha necesitado. Cuando hemos estado confinados tanto yo como otros compañeros cómicos nos volcamos en hacer más vídeos, en hacer más contenidos y fue cuando más mensajes de agradecimiento recibimos por parte de la gente. “Por favor, no dejéis de hacer los vídeos”, “Gracias, porque lo necesitamos”… La gente es muy agradecida y eso te anima y te impulsa a seguir.

¿Y si el público no se ríe?

Entonces estás haciendo un drama (risas). Si el público no se ríe es un drama, pero en principio se supone que tienes un texto acabado y cuando actúas en el teatro la gente viene predispuesta a reír. Siempre te encuentras a alguien, es verdad, que tiene un mal día o que viene con el día torcido y por lo que sea no le apetece reír… Pero en general la gente viene con ganas y te pueden no reír un chiste, pero el siguiente te lo ríen.

¿Por qué tenemos que ir a ver “Tinder Sorpresa”?

La gente ahora mismo más que nunca necesita reír y nosotros necesitamos público. Yo creo que es el tándem perfecto. Es el mejor motivo para venir y disfrutar del espectáculo. Además, seguro que la mayoría ha estado en Tinder, por mucho que mientan (risas).