Revista teatros

 Comedia y tragedia explosionan en la delirante, sorprendente y última obra maestra de la genia Denise Despeyroux. Sobre las tablas, dos padres primerizos –interpretados por Maya Reyes y Antonio Romero– viven seducidos por la idea de convertir a su hijo en un genio gracias al ‘efecto Mozart’. Charlamos con la fascinante directora y dramaturga de esta perturbadora fantasía teñida de humor negro. Por ANA VILLA.

¿Qué historia plantea este nuevo espectáculo?

La de unos padres primerizos que, estando confinados por culpa de una pandemia, mientras tratan de estimular a su bebé con música de Mozart para convertirlo en un genio, descubren que el Mozart que ha llegado hasta nosotros está manipulado, ya que se ha añadido a sus composiciones el si bemol tres, que era una nota que el músico siempre omitía.

¿Qué ocurre a partir de entonces?

Sin que se sepa realmente por qué, a lo largo de los meses que transcurren en la obra somos testigos de transformaciones en el bebé cada vez más perturbadoras, hasta el punto de llegar a sentirnos prácticamente ante una historia de terror.

¿Qué grandes temas maneja la pieza?

La obra trata con mucho humor, sobre todo humor negro, conflictos de pareja, ciertas ambiciones y proyecciones de unos padres muy particulares, muy neuróticos, y también sus miedos y sus intentos de normalizar situaciones descaradamente anormales. También aborda transformaciones y conflictos sociales desencadenados por la pandemia, la desigualdad de clase, la tensión entre la tendencia a la uniformidad y la necesidad de la aceptación de la diferencia en nuestras sociedades.

¿Qué le inspiró a crear esta dramaturgia?

La primera fuente de inspiración o detonante fue el mockumentary (o falso documental) del divulgador, productor musical y youtuber Jaime Altozano, que fantasea con la idea (completamente inventada) de que Mozart no usaba el si bemol 3. Usando este punto de partida, desarrolla hipótesis cada vez más extravagantes que sirven para explicar este hecho.

¿Cómo son estos padres tan particulares?

Clara y Miguel son unos padres con actitudes y problemas que no son exactamente las de los padres habituales. Sin embargo, tengo la intuición de que, a pesar de las situaciones tan extremas que se plantean en la obra y a pesar de los disparates, habrá algunas cosas que puedan hacer eco o resonar en los padres de verdad, con la sana distancia que permite la comedia y tal vez sin alcanzar a imaginar del todo el tremendo giro que la obra va preparando. ¿Y el bebé? Jonás es también otro de los protago-nistas, aunque no salga en carne y hueso: una criatura en transformación, una especie de extraño híbrido, tal vez un monstruo, tal vez el prototipo de un ser superior.

Para usted, uno de los momentos más delirantes o surrealistas de la función se produce cuando…

Momentos delirantes, en el sentido de imposibles, de sorprendentes, de perturbadores, hay realmente unos cuantos: ¿La cucaracha? ¿La mariposa? ¿La muda de la piel? Desde luego el más delirante sería el que precipita el final de la obra, que tiene lugar cuando Clara regresa a su casa del hospital después de haber tenido que acudir para ser atendida por un ‘accidente doméstico’... ¿Y ese que pondrá la piel de gallina al espectador, dada su profundidad? Sin duda, el final. No me cabe duda de que va a poner la piel de gallina a muchos espectadores, sobre todo a aquellos que no sospechen hasta qué punto la tragedia y el humor pueden ir juntos.

¿Qué hace de este estreno una cita imperdible?

Creo que los espectadores van a reír muchísimo hasta el punto de no acabar de ver del todo el horror que se avecina. Esta es una obra valiente, atrevida, arriesgada que se atreve a tocar temas que tienen algo de tabú y de políticamente incorrectos. Todo lo que tiene que ver con los niños y la crianza suele estar edulcorado, suavizado. Sin embargo, los padres a veces también se enfrentan a asuntos terribles: ¿Qué pasa con ese niño que muerde a los otros en el parque, por ejemplo? ¿O qué pasa con el amor de los padres cuando sienten que un hijo lejos de unirlos los está separando? Son cosas duras y no fáciles de nombrar y esta obra, a través del humor y del horror, las lleva al extremo.