Publicado el 29 de Octubre de 2021
Entrevista a Diana Navarro por En tierra extraña
Obra: En tierra extraña - Teatro Español
Como cantante y compositora ya tengo una trayectoria. La actriz está empezando, me queda mucho por aprender
Cantante, compositora y actriz. Diana Navarro es una artista multidisciplinar cuya carrera ha forjado a base de esfuerzo y tesón –ella misma financió sus dos primeros discos–, pero también mucho talento. La malagueña encarna ahora a Concha Piquer en su debut en el teatro. Lo hace en este espectáculo musical ideado por José Mª Cámara y Juan Carlos Rubio, que también lo dirige, y acompañada por Alejandro Vera y Avelino Piedad. Ellos son Lorca y Rafael de León y entre los tres pergeñan la historia, entre la verdad y la leyenda, de un encuentro cuyo fin, parece, era avisar al poeta de que su nombre estaba en listas negras...
“Esposados”, “Amar es para siempre”, “Padre no hay más que uno”... Pero ¿cómo es esto del teatro?
Es apasionante. Yo lo comparo a los conciertos. La televisión y el cine sería como grabar un disco.
¿Cómo vivirá la noche del estreno?
Estoy interiorizando la pregunta y me da muchísima emoción solo imaginarlo. Sé que va a ser inolvidable.
¿Qué es “En tierra extraña”?
Es teatro al cien por cien, copla, historia de España y reflexión. Solo estamos en escena Alejandro Vera, Avelino Piedad y yo dando todo lo mejor de nosotros para que esos titanes que serán para siempre Lorca, Piquer y De León cuenten una historia magistralmente escrita y dirigida por Juan Carlos Rubio.
El montaje narra el encuentro entre Lorca y Concha Piquer. ¿Por qué ansiaba tanto ella encontrarse con él y qué ocurre durante ese encuentro?
Para saber todo eso tenéis que venir al teatro a descubrirlo. Pero lo que en un primer momento parece una cosa, después es otra. Y hasta ahí puedo leer...
¿Cómo es su Concha Piquer?
La he construido desde mi admiración y respeto. No es una imitación porque ella es inimitable. Creo que he captado la fortaleza y también la humanidad, que aunque algunos decían que no la tenía, la tenía y estaba a la altura de su carácter.
¿Cómo ha sido el proceso de estudiarla?
Todavía sigo estudiándola porque, aunque hay muy poco material gráfico, se ve claramente la resiliencia que la marcó en su camino.
¿Qué ha descubierto de ella?
Cuando regresó a su Valencia como una gran estrella compró todo el pan de la panadería de su barrio como agradecimiento a todas las veces que esa panadería les había alimentado cuando no tenían dinero.
Junto a usted Alejandro Vera y Avelino Piedad. ¿Qué nos diría de ellos?
Son dos actores extraordinarios. Gene-rosos y profesionales. Me motivan en cada réplica. Aprendo mucho con ellos. Son mi Lorca y mi De León soñados, sin duda.
¿Y Juan Carlos Rubio?
Juan Carlos es un regalo. Es el director perfecto. Lo tiene todo absolutamente claro. Empatiza, escucha, explica clarísimamente y todo con una asertividad maravillosa. Me esta haciendo brillar como nunca pensé. Me siento muy afortunada. Y su ayudante de dirección, Marisa, es otro regalo que me llevo de esta maravillosa producción y todo el equipo de Som Produce.
Hablamos de la actriz, pero no podemos olvidar a la cantante ni a la mujer...
En todas está ‘la Diana’, que es la que necesita aprender y reinventarse constantemente con la curiosidad de la niña que siempre seré. Como cantante y compositora ya tengo una trayectoria que me he ganado con esfuerzo y respeto. La actriz está empezando, aunque lleve formándome desde 2010. Me queda mucho por aprender pero como actriz más todavía.
¿Qué le diría hoy a aquella niña?
Que no perdiese el tiempo y empezase a formarse cuanto antes y que se buscase un buen asesor para evitar engaños...
Otros proyectos que puedan contarse...
Con la pandemia tuve que parar un documental que estoy haciendo sobre mi historia con las Saetas. Espero poder retomarlo este año. Y ya estoy preparando mi próximo disco. Y la última, ¿por qué no debemos perdernos “En tierra extraña”? Porque es una obra necesaria por lo que se dice y como se dice. Para todos los públicos. Y aunque no te guste la copla, te gustará la obra y me atrevo a decir que la copla también.
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