Revista teatros

 Dice Eduardo Vasco, uno de los directores más sólidos y respetados de nuestro teatro, que Rojas Zorrilla es uno de esos autores que siempre ha leído con verdadera pasión. Y ahora le ha llegado el turno de subirlo a escena tras montar cinco títulos de Shakespeare y un Lope, “El caballero de Olmedo”, que aún aplauden en su exitosa gira. ¡Es hora de una comedia!

Tras cinco Shakespeare –“Hamlet”, “Noche de Reyes”, “Otelo”, “El mercader de Venecia” y “Ricardo III”- y un aplaudido “El caballero de Olmedo”, que aún continúa en gira, su último proyecto es “Entre bobos anda el juego”. ¿Por qué este título de entre el vasto repertorio del Siglo de Oro?

Tras tanta seriedad, este era el momento de volver a la comedia y reivindicar un título que ha sido importante en nuestra escena; también de  volver a nuestros inicios y ampliar horizontes el repertorio de los clásicos.

Ha dicho que siempre ha leído con verdadera pasión a Rojas Zorrilla. ¿Qué tiene este autor para ser uno de los más atractivos de nuestro Siglo de Oro?

Rojas Zorrilla es el dramaturgo más canalla del Siglo de Oro. Murió en extrañas circunstancias, seguramente en un lance callejero. Su comedia parodia a personajes imposibles de su tiempo y tiene un relieve casi grotesco.

Denos unas pinceladas de “Entre bobos anda el juego”, ¿qué ha de saber el espectador para poder saborearlo bien cuando vaya al teatro?

Es la historia de un tipo estrambótico que pretende determinar el futuro de los que le rodean utilizando un arma atemporal: el dinero. El resto de los personajes, haciendo el bobo con momentos vodevilescos y los mejores recursos de la comedia áurea se lo tratan de impedir. 

¿Qué tiene una obra como ésta, una comedia de capa y espada llevada a la farsa, que pueda atraer al público hoy? ¿Qué puntos de conexión hay entre un espectador del siglo XVII y un, por ejemplo, joven de este 2019? 

El punto de conexión de ambos es el disfrute. ¡Es una comedia extraordinaria! La hemos adaptado ligeramente, dejando que conserve lo más posible de su esencia original, aunque nos hemos tomado algunas licencias, como guiños, fácilmente reconocibles.

¿Podríamos encontrarnos hoy por ahí un don Lucas del Cigarral o una doña Isabel o un Cabellera?

Podemos encontrar muchos ejemplares igualmente ridículos y prepotentes. Solo con los que aparecen en política tendríamos todo un almacén de figurones que parodiar. Otra cosa será que luego nos enchironen… ¿Cuándo van a cambiar esa ley?

Vuelve a formar un tándem ganador junto a Yolanda Pallín. ¿Cuáles son los grandes aciertos de su trabajo a la hora de hacer esta versión? 

Somos de la vieja escuela. Nos encantan los clásicos. Confiamos en ellos y en su eficacia. No tendemos a transformarlos en algo que no son. Lo nuestro es leer, escuchar y tratar de llevar a escena a Rojas Zorrilla. No somos de hacernos selfies-escénicos.

Vamos ahora a su propuesta. ¿Cómo es la puesta en escena de Eduardo Vasco, dónde ha querido poner el acento? Háblenos un poco de lo que vamos a ver y su intención (escenografía, música…)

Creo que es una propuesta llena de amor por el verso y la Comedia. Llena de referencias a la tradición teatral que ha conseguido que los clásicos sean una realidad en la escena hoy. Pero también cuajada de un humor propio, de música y cierta elegancia gamberra.

Una temporada más la CNTC abre sus puertas a Noviembre Teatro. ¿Qué se aportan ambas compañías en esta grata relación que las une?

La CNTC es el lugar de los amantes de los clásicos. Nosotros, como otras compañías de nuestra generación, nacimos inspirados por su labor. Este montaje, de un texto tan alejado de los cuarenta principales de los clásicos, hubiera sido muy difícil llevarlo a término sin su complicidad.

Usted dirigió la CNTC y sabe lo que es decir adiós a una etapa tan importante como esa, ¿algún consejo para Helena Pimenta ahora que sabemos que esta es su última temporada? ¿Cómo valora su trabajo de estos últimos años?

Helena ha hecho progresar a la Compañía enormemente y la deja en un momento de dulce. Eso es algo que nosotros debemos agradecer y que ella debe disfrutar. Por mi parte estoy deseando que haga un Shakespeare… ¡O lo que quiera! 

Otros proyectos entre manos, tanto personales como de la compañía. ¿En qué más anda Eduardo Vasco?

Presento mi libro sobre el actor de principios del siglo XX, Francisco Morano. Entro a ensayar Espejo de Víctima, de Ignacio del Moral, en el CDN. Y claro, Noviembre tiene gira y proyectos por delante. Y sigo tratando de enfocarme en la música…