Revista teatros

¿Todos tenemos un bailarín dentro?

F.L Yo creo que la danza es algo que va ligado al el ser humano. Antes de crear un lenguaje hablado el hombre bailó, por eso es algo que va implícito en nosotros, nuestro cuerpo está diseñado para el movimiento. De cualquier forma o manera, todo el mundo lleva un movimiento dentro que sirve como canal de expresión. De expresarse sin palabras.

¿El bailarín nace o se hace? ¿Qué es lo más importante que ha de saber de entrada una persona sobre este oficio?

F.L El bailarín nace y se hace. Tiene que haber una llamada hacia este arte, algo vocacional que te lleva a encontrarte con la danza y después tiene un período de formación en el que te vas haciendo. Sólo tener condiciones no basta, hay que trabajar las técnicas y desarrollar muchas herramientas que este arte exige. Y al revés tampoco vale, sólo con emplear tiempo en formarte y formarte a veces no vale de nada si no tienes el alma, el cuerpo y la cabeza adecuados para esta profesión.

I.K. Yo personalmente nací con una vocación muy clara por bailar y mientras pasan los años es cuando te “haces” bailarín. Para bailar es importante tener esa motivación y pasión constante pero el trabajo duro es lo que realmente te hace llegar lejos. Creo que es un oficio maravilloso a la vez que sacrificado pero al final del día todo merece la pena. Es imprescindible no perder la ilusión y apuntar alto ya que somos capaces de emocionar a personas con nuestro trabajo y eso es algo que nunca debemos olvidar.

¿Cuál es el momento ideal de comenzar en la escuela y enfocar todo de forma profesional? ¿Cuantos más pequeños mejor? ¿Mejor esperar y no profesionalizar a los niños? ¿Hay un momento ideal?

F.L Para desarrollarse profesionalmente en danza has de tener unas aptitudes físicas, eso es así no nos engañemos, así que empezar de niños está muy bien siempre que el niño adopte sus clases de danza como algo que quiera hacer y no como una obligación impuesta. La danza en cualquier caso educa en muchos aspectos, mira Francia que acaba de instaurarlo como obligatorio en primaria y secundaria por los beneficios científicamente demostrados que tiene.

Pero empezar de adolescente también está muy bien y nosotros en la escuela tenemos una mayoría de alumnos que empiezan "tarde", sobre los 18-19 años y los que estudian bien fuerte e inteligentemente acaban bailando profesionalmente. Por supuesto si tu enfoque es el ballet clásico tienes que empezar antes por cuestiones físicas y no todos los cuerpos valen para esta disciplina.

I.K. En mi opinión, cuanto antes empieces más tiempo tendrás de bailar y disfrutar de lo aprendido después. Pero lo más importante es que cuando inicies tus estudios en danza (de manera profesional) lo hagas decidido y con un objetivo claro, no hay tiempo que perder.

Hemos tenido muchos alumnos que comenzaron tarde pero que gracias a su dedicación y trabajo han llegado lejos. Sin embargo, también conocemos a adolescentes que empiezan a bailar con todas las condiciones físicas del mundo pero que lo van dejando por falta de interés o tiempo. En resumen, creo que lo importante es tener claro si realmente quieres dedicarte a esto y si es así, sea a la edad que sea, ¡tirarte a la piscina e ir a por ello!

¿Cuáles son las señas de identidad de Danza 180º y qué hace de ella una opción diferente?

I.K. Esta iniciativa nació de las ganas de un cambio. Tanto Fernando como yo tenemos una amplia trayectoria como docentes, además somos coreógrafos en activo, y tenemos una filosofía común de vida.

Compromiso, dedicación y actitud positiva, son los tres pilares fundamentales para entender nuestro trabajo en la escuela. Apostamos por una imagen de vanguardia y calidad para llevar adelante diferentes proyectos artísticos, todos ellos bajo una seña de identidad, una marca: DANZA 180º

Y creo que lo hemos conseguido, nos hemos diferenciado y nos hemos posicionado como escuela. Además, teníamos claro que no queríamos ser sólo una escuela con sus clases regulares, queríamos que Danza180º fuese un punto de encuentro para artistas (bailarines, coreógrafos, actores, escenógrafos, productores, etc); nos gusta crear redes y colaboraciones con todo tipo de artistas para que haya un intercambio de ideas y motivaciones constantes.

En definitiva, queríamos ser algo más que una escuela.

¿Cómo es grosso modo su forma de trabajar?

F. L. Trabajamos como cualquier escuela o conservatorio profesional con los estudiantes de nuestra Formación Profesional y a su vez somos una escuela abierta para cualquier persona que quiera y pueda hacer las clases que tenemos programadas. Nos tomamos muy en serio la calidad de las clases que tenemos abiertas, los profesores, los itinerarios o niveles.

Esto requiere por nuestra parte una continua revisión de lo que hacemos y nuestros contenidos, analizar si lo que damos funciona.

Damos las técnicas de toda la vida, las que forman realmente los cuerpos de los bailarines junto con las tendencias actuales; a veces es difícil mantener este equilibrio pero lo vamos consiguiendo. Evidentemente siempre desde nuestra visión y misión de la danza. No podemos abarcarlo todo, sería imposible porque este arte es muy rico y extenso.

Cuéntenos algo sobre los alumnos que han pasado por la escuela (nombres si hay alguno conocido) y sobre el profesorado que la compone y el tipo de formación

I.K. Este es nuestro sexto año como escuela y no podemos estar más felices. Digo felices porque es muy satisfactorio ver cómo alumnos que entraron sin apenas formación, a día de hoy son ya profesionales y bailan en diversas compañías y producciones. Muchos de ellos trabajan en musicales, en compañías de danza contemporánea nacionales e internacionales, crean sus propias piezas, además de tener algunos alumnos de perfil más comercial que trabajan en tv y para diferentes artistas.

Y lo mejor es que todos ellos, siempre que pasan por Madrid, nos hacen una visita para vernos y tomar alguna clase y siempre nos recuerdan “que echan mucho de menos el ambiente y las clases de la escuela”. ¡Qué majos!

¿Qué talleres y cursos vais a tener los próximos meses?

F.L. Pues siempre estamos creando cosas. No existe un mes al año en que no haya un profesor nuevo invitado, un coreógrafo o un workshop o talleres especiales. Lo más próximo de cara al verano son nuestros 6º Cursos de Verano todo el mes de julio con danza clásica, moderna, contemporánea, jazz, urbano con diferentes niveles. Hasta hacemos una semana de Principiante Absoluto para todos los que quieren acercarse a la danza por primera vez.

Pero antes de esto actuamos con nuestro grupo de danza contemporánea semi-profesional, Laboratorio180º, en la sala Nave73 el 10 y 11 de Junio donde se podrán ver piezas coreografiadas por jóvenes coreógrafos.

Además, el 29 de junio en el Teatro Cofidis Alcázar hacemos nuestra función anual, que más que un fin de curso es casi un espectáculo de danza por la calidad de todas sus piezas. En agosto descansamos pero el 1 de septiembre empezamos curso con muchas novedades, una de las más importantes un curso de un año para todos esos bailarines que finalizan sus estudios profesionales y quieren ponerse a audicionar. Este curso les prepara para eso. 

¡La verdad que aburrir, no nos aburrimos!