Revista teatros

Peso pesado del teatro nacional, su actividad sobre las tablas es permanente, sobresaliendo con su contundencia y versatilidad interpretativa en grandes títulos como “Consentimiento”, “Espejo de víctima”, “Luces de bohemia”, “Los otros Gondra (relato vasco)” o “La noche de las tribadas”. “Fariña”, “La zona”, “La voz dormida” y “Princesas” son algunas de sus intervenciones más populares en la pequeña y gran pantalla. Por ANA VILLA.

• ¿Cómo es esta historia que protagoniza?

Es la historia de un gran fracaso, el de aquella primera expedición dirigida por Pánfilo de Narváez por el sur de los actuales EEUU. Sobre todo es el fracaso del encuentro con el ‘otro’, la incapacidad de apreciar y amar lo diferente, la tendencia a cosificar y utilizar a los demás.

• ¿Cómo es Álvar Núñez?

Es un hombre atrapado entre dos mundos, entre dos culturas: la de los indígenas americanos del siglo XVI y la de la sociedad del ‘bienestar’, del despilfarro y del ‘vacío’ occidental del XXI. En esta suerte de esquizofrenia, es acosado por los fantasmas del pasado. Estos vienen a cuestionar el relato que Álvar Núñez –el personaje histórico– reflejó en sus crónicas, de manera que se ve abocado a repetir, a revivir aquel viaje en que partió como explorador-conquistador –con el cargo de tesorero y alguacil mayor– para luego ser esclavo de los indios, más tarde mercader –también al servicio de los indios–, después chamán y, de últimas, apóstol evangelizador.

• ¿Qué le sucede en este viaje?

Asiste a su propia muerte metafórica, a la destrucción íntima de su cultura y su identidad a manos de un mundo extraño y hostil: las propias inclemencias atmos-éricas, los sucesivos naufragios, lo abrupto del terreno, la tierra desconocida, el hambre, la sed y el miedo, el miedo a lo diferente. A perder el control. A ser atravesado por las flechas. A la degradación moral. Despojado a la fuerza de todos sus títulos y referentes identitarios –y a punto de morir de inanición–, logra descubrir la presencia del ‘otro’, en este caso de la ‘otra’, en el personaje de Shila.

• ¿Qué surge entre ellos?

Ella le adopta y le cuida como a un recién nacido y él renace como indio amparado en ella y en su cultura indígena. Esta unión, verdadera expresión de de-seo, nos propone que es posible el encuentro, el descubrimiento de la belleza en lo distinto. Tal vez el descubrimiento de la auténtica belleza. Pero el sueño se trunca con los fantasmas de occidente. Esta vez son los cristianos, los ‘nues-tros’, los que vienen a arrancarle de su nueva familia para hacerle volver a España. Y así comienza de nuevo el ciclo, implorando al emperador una nueva misión en América, en el Rio de la plata.

• ¿Qué otros personajes tienen rele-vancia en la pieza?

Los capitanes Dorantes y Castillo y Estebanico el moro que vienen a quejar-se de haber quedado como meros figurantes en las crónicas que Álvar escribiera. Shila, la indígena con la que forma familia en América, el buen salvaje, la pureza, la sencillez, la bondad. El amor. Y Mariana, la esposa que le espera en España relegada a su soledad.

• ¿Qué nos puede contar de la esce-nografía, vestuario y demás recursos de esta puesta en escena?

La caja escénica está al servicio de narrar la épica de un fracaso. Se abunda en el uso de materiales orgánicos, como la tur-ba en el suelo o el uso de distintas arcillas en el maquillaje de los cuerpos desarrapados y desnudos. Se apuesta por la plasticidad de los cuerpos y el movimiento en la búsqueda de una poética que trascienda el realismo. La luz, la música y el espacio sonoro –que es un personaje en si mismo– completan una puesta en escena que busca la espectacularidad.

• ¿Por qué grandes motivos recomienda este estreno?

Por la visión que se nos ofrece de aquellos ‘conquistadores’ que, consiguiendo sobrevivir, lograron alcanzar el estatus de inmigrantes en las tierras que pretendían conquistar. Y también, porque se trata de un gran dispositivo teatral en el sentido mas amplio del termino, donde alternan la tragedia y la comedia y los personajes se mueven por los túneles del tiempo y el espacio, para dar lugar a una experiencia, a un viaje emocional, lleno de humor, dolor, belleza, inteligencia y lúcida reflexión sobre la dificultad de encontrarnos con ‘los otros’ –con tal vez la misma dificultad de encontrarnos a nosotros mismos–.

• ¿En qué otros proyectos podemos encontrarle actual o próximamente?

El siguiente proyecto teatral será “La lengua en pedazos” de Juan Mayorga –estrenaremos en la sala Galileo el próximo mes de mayo junto a Clara Sanchis–. En TV apareceré como el Duque de Alba en la nueva temporada de “Los Ministerios del tiempo”. Y también junto a Javier Gutierrez en la tercera temporada de “Vergüenza”. Asimismo, intervengo en “La Valla”, una distopía que se acaba de estrenar ahora en Enero.