Publicado el 31 de Agosto de 2021
Entrevista a Natalia Menéndez por Despierta
Obra: Despierta - Teatro Español
“La educación debe ser revisada para cuidar los derechos y obligaciones de las personas, porque queda un rico camino por hacer”
¿Es la liberación de la mujer la liberación de la humanidad? Eso piensa Ana Rayo, la autora y protagonista de este fascinante, valiente y desgarrador monólogo en el que se desnuda ante el respetable para compartir su personal relato vital –y el de toda una generación de mujeres– marcado por la educación franquista. Natalia Menéndez aporta su brillante dirección al proyecto y se suma al unánime grito de “ya está bien” llenando de contundencia esta emocionante pieza con un objetivo: superar el daño y provocar las ganas de construir un mundo más bello y respetuoso con las mujeres. Por ANA VILLA Foto: JESÚS UGALDE
¿Qué es “Despierta”, qué presenta esta obra de Ana Rayo?
Es una historia desgarradora y humorística. Es un montaje poético que pregunta –y se pregunta– acerca de la educación, del comportamiento social, de los tabúes, de los prejuicios y de las variadas injusticias domésticas. Es una obra que nos remueve, nos agita y nos sorprende por su claridad y su búsqueda. “Despierta” nos aporta la luz para avanzar en un mundo complejo y por momentos inhóspito. Ana nos cuenta su particular historia de superación de los estereotipos machistas integrados en la época franquista.
¿En qué se basaba esta educación?
La educación de los años 40 en España se basó en los valores educativos nazis de las KKK, que traducido sería: cocina, niños e iglesia. Esos eran los principios fundamentales que rigieron la educación de los padres de Ana Rayo y los de muchas familias. Las mujeres debían de ocuparse del hogar, cuidar de su marido y de sus hijos y la salida principal era ir a la iglesia. Escaso margen permitido a las mujeres para obtener derechos, para regalarse la libertad que toda persona necesita. Eso ha provocado, en muchos casos, consecuencias nefastas.
Y lo que nos queda...
Aún hoy, siento que la educación debe ser revisada cada cierto tiempo para cuidar los derechos y obligaciones de las personas, porque queda un rico camino por hacer. Debemos aprender a cuidarnos mejor.
¿Qué relevancia tiene la madre de Ana en este relato?
Es la coprotagonista de la obra. Ha sido y es la persona que provocó el cambio en Ana y su afán de superación. Un hecho violento e insensato modificó su relación. La autora relata este amor puro que surgió del horror.
Uno de los momentos más estremecedores de la pieza es ese en el que…
Cada pasaje doloroso nos sacude porque, además de conmovernos, nos atañe. Hay uno que es especialmente traumático, pero yo no quisiera que borrara los otros. Creo en la paleta del dolor que aquí se ofrece con feroz atrevimiento; pero también estimo esta posibilidad de convertirlo en un hecho artístico, en un reflejo de nuestras vidas. Es un estremecedor homenaje a su madre y a sí misma.
¿De qué manera desprende humor un relato tan duro como el de “Despierta”?
Ana Rayo tiene humor, nació con él, tuvo una inmensa suerte. En cada momento nos catapulta con su humor hacia la sonrisa y a la inquietud. La reflexión y el poso se hará conjugando lo uno y lo otro.
¿Con qué otros elementos escénicos y colaboraciones vamos a disfrutar?
El equipo creativo es excelente. Alfonso Barajas, el escenógrafo, ha creado un espacio simbólico, sugerente y que funciona a la perfección con la practicidad del interior de un barco. Mónica Runde me apoya en la construcción gestual, descubre los movimientos, las complicidades de Ana con el público y sus apuntes de baile. Lorenzo Caprile, el figurinista, resume las etapas de la vida de Ana con humor y contundencia y sabe lo que es básico y elegante en teatro. Con Mariano Marín, el músico, hemos conseguido hacer hablar a la madre, oímos otras voces, sonidos y músicas que nos permiten saltar a la magia que esta obra requería. Y con Juanjo Llorens hablamos de poesía, de tensiones y texturas. ¡Ellos me permiten volar junto a todos los ayudantes y por ello les doy las gracias!
Y a usted, Natalia, ¿qué le ha enamorado de este proyecto para embarcarse en su dirección?
Ana Rayo me provoca como autora y como actriz. Creamos en simbiosis, en crudo y en atrevimiento. Ella se aventura con mi imaginación y yo muestro con ella mis inquietudes, mis dolores y mis humores.
En suma de todo, ¿qué hace de este estreno una buena opción para los amantes del teatro?
Es una invitación de teatro cabaretero, social, mágico, absurdo y comprometido.