Publicado el 01 de Enero de 2018
Inma Cuevas
Obra: Las mujeres de la escena: actriz en El ángel exterminador
El propio hecho de que hablemos y nos planteemos estas situaciones es un comienzo para cambiarlas y hay que hacerlo desde arriba (...) aunque para ello tenga que haber unos cupos de igualdad
¿Dónde están las mujeres en el teatro? ¿Existe discriminación, machismo, micromachismos?
En el teatro las mujeres hace tiempo que estamos y cada vez con más fuerza pero venimos de un tiempo en el que el teatro y en todos los ámbitos laborales, los puestos de poder estaban ocupados por hombres, eso ha sido una realidad impuesta durante siglos. Pero es una realidad de la que hay que huir, esa tendencia debe invertirse y confío en que cada día veamos más directoras, más textos escritos por dramaturgas puestos en pie, más personajes importantes femeninos. El talento de las mujeres del teatro es indudable y hay que dar más oportunidades.
Casos de abuso denunciados en la profesión en todo el mundo. La Liga de las Mujeres Profesionales del Teatro publica un manifiesto contra el acoso en el teatro.
En cuanto a los abusos, tienen que ver con el poder y con entender mal lo que significa. Ha habido abusos en el teatro, los hay y debemos luchar para que no los haya nunca más. Ahora somos más fuertes, tenemos voz y por fin se nos escucha, por tanto, no hay que dejar impune ningún abuso y para eso hay que denunciarlos.
En 2014 se estrenaron en España 977 obras de teatro según datos del Centro de Documentación Teatral. En cuanto a su autoría, sólo un 22% son mujeres (un 30% si hablamos de dramaturgia y un 20% si lo hacemos de versiones). En cuanto a dirección de escena, sólo el 23% son directoras. En coreografías, el porcentaje de mujeres alcanza el 58%.
Ya lo he reflejado anteriormente. El público teatral y cultural es mayoritariamente femenino, tenemos grandes actrices, directoras, dramaturgas y lo que hace falta es que tengan las mismas oportunidades.
Necesidad de realizar acciones que provoquen cambios. ¿Cuáles?
El propio hecho de que hablemos y nos planteemos estas situaciones es un comienzo para cambiarlas y para ello hay que hacerlo desde arriba. Estamos viendo a directoras en algunos de los teatros y espacios públicos de Madrid, es un comienzo y esa debería ser la línea. Igualdad de oportunidades. A lo mejor hay que dejar sitio a nuevas dramaturgas, nuevas directoras, aunque para ello tenga que haber unos cupos de igualdad. Ya lo está habiendo en el mundo empresarial o en el mundo político. No sé si es una solución pero desde luego es una idea.
Debate en torno a cómo de necesarias o discriminatorias, también para las mujeres, son las iniciativas de igualdad de oportunidades o las cuotas obligatorias de paridad…
Me he adelantado en la respuesta anterior. Todo gira en torno a la igualdad y hasta ahora no la hay.
Si en las aulas hay casi siempre más mujeres que hombres, ¿por qué siempre hay en cartel más autores y directores, por qué también parecen menos las actrices y por qué al frente de grandes teatros la mayoría son hombres?
Precisamente los datos son los que llevan a la reflexión. Si queremos mirar hacia delante igual debemos olvidarnos de cómo ha funcionado el teatro hasta ahora y centrarnos en cómo queremos que funcione. Y los cambios deben llegar desde arriba, más mujeres en puestos de poder, mientras eso no cambie intuyo difícil la igualdad.
¿Qué tiene que cambiar en este país para que en el mundo laboral se refleje esa paridad?
Probablemente una ley. Hombre y mujer deben tener las mismas oportunidades, los mismos derechos y obligaciones. En este momento que una mujer no cobre lo mismo que un hombre por hacer el mismo trabajo es una vergüenza. Eso sucede y debe cambiar, es una discriminación aberrante que debería estar controlada y castigada.
“La historia de la literatura, del teatro, del cine… es eminentemente masculina. ¿Hasta qué punto esto ha condicionado la visión que todos tenemos del mundo?
Totalmente. Dicen que “la historia la escriben los vencedores” pues aquí pasa lo mismo. Hasta hace no mucho, la mujer no tenía los mismos derechos de un hombre, no podía estudiar, no podía ir a la universidad… pero felizmente eso hoy ha cambiado. Tenemos la suerte de vivir en una época de cambios rápidos y sin duda, el siglo XXI será el siglo de la mujer.
Realmente, no creo que necesitemos un empujón, simplemente queremos que no nos pongan la zancadilla.
¿Cuál es su reflexión general si hablamos del lugar de la mujer en el teatro actual?
Sinceramente creo que en el teatro actual tenemos grandísimas profesionales en todos los ámbitos, mucho talento, mujeres muy preparadas que están esperando oportunidades para aportar otro punto de vista igual de válido, igual de poderoso, igual de necesario para entender la vida.