Publicado el 04 de Marzo de 2019
Las mujeres de la escena: Natasha, María y Paula
Obra: Las mujeres de la escena
Dice Natalia Menéndez, actriz, dramaturga, gestora teatral y ahora directora de “Mi niña, niña mía”, que “necesitamos seguir caminando todos y todas para evitar la desigualdad, el maltrato y aportar luz a muchas mujeres que están en una situación muy complicada”. Conscientes de que no están todas las que son, porque son muchas, cada vez más y con más fuerza, pero de que son todas las que están, este mes volvemos a poner cara y dar voz al teatro en femenino. Desde la serenidad o el dolor, desde la reivindicación de espacios o la de los logros conseguidos, actrices, directoras, dramaturgas, adaptadoras, productoras, todoterrenos todas, empoderadas y fuertes, reflexionan sobre la situación que vivimos las mujeres hoy.
NATASHA FISCHTEL
PRODUCTORA Y ADMINISTRADORA DEL TEATRO SANPOL
Como mujer productora y directora de un Teatro me preocupa mucho el mensaje que estamos enviando a nuestros espectadores que será el futuro publico que llenara el teatro del mañana.
Intento cuidar al mínimo detalle el a veces caduco mensaje en el rol de la mujer en los cuentos tradicionales dándole un enfoque más actual por ejemplo , convirtiendo a Caperucita en una joven lista , intrépida , aventurera y valiente y que es ella la que engaña al lobo y le hace caer en su propia trampa… Una chica de hoy en dia...
MARÍA HERVÁS
ACTRIZ EN "JAURÍA" EN EL PAVÓN TEATRO KAMIKAZE
Para la situación de la mujer a día de hoy yo me imagino una especie de estación de tren abandonada de esa Rusia de las obras de Chéjov, me imagino que hay una mujer que simboliza a todas las mujeres y a la vez a todos los sectores más frágiles de nuestra sociedad de manera histórica.
Una mujer que lleva esperando ahí años y años y años y le llevan diciendo ‘pero, chica, vete ya, que esta estación es fantasma, que ya no llega el tren’, pero ella está ahí, con sus maletitas hechas, esperando, ‘no, no, déjame’, con su bocadillo…
Y de repente un día pasa ese tren que ella sabía que un día tenía que pasar, y pasa, para mí este es el momento que está viviendo la mujer.
Ha pasado ese tren que nos decían ‘no va a pasar’. Y nosotras desde un lugar femenino, y cuando digo femenino no es de caracteres, sino que no creo que la violencia sea el camino, entiendo que el feminismo ahora también está un poco exacerbado porque lleva mucho tiempo estando taponado y cualquier cosa que se tapona salta mal, pero a mí no me gustaría tener que identificarme con los movimientos violentos, agresivos, que de alguna manera hablan desde la voz masculina, me identifico más con esa mujer rusa que está esperando durante años, con fe, con esperanza.
Ha llegado ese tren y te montas dentro y las mujeres nos tenemos que montar en ese tren, pero no nos tenemos que poner a arrasar campos y animales con ese tren, no, tenemos que mirar el paisaje con serenidad, a disfrutar de todos esos paisajes que no se nos habían permitido ver, nos tenían metidas ahí en un pueblillo de Rusia, muerto del asco, y ahora es el momento de empezar a mirar por la ventana el mundo que se nos había prohibido.
PAULA IWASAKI
ACTRIZ EN "TOP GIRLS" EN EL TEATRO VALLE-INCLÁN
Yo pienso en mi abuela cuando me preguntan por el dolor de la mujer. Pienso en las conversaciones que nunca tuvimos y trato de adivinar las alegrías que eligió oprimir en el silencio. Pienso en mi abuela y en su dolor prohibido y en su sentimiento de culpabilidad por sentir ese dolor prohibido. Y seis años después de su muerte, me preguntan por la situación de la mujer y ella, desde algún lugar, respira en estas líneas.
Me sacude y me ruega, me pide que imagine un lugar al que nunca llegó. Que invente un universo distinto para las que ya fueron y que nunca me canse de soñar con hacerlo posible en el futuro para las que todavía somos.