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Lola Herrera

Publicado el 28 de Abril de 2016

Lola Herrera

Obra: Cinco horas con Mario

 El teatro es juego y yo ahora me voy a subir a jugar con Carmen y lo vamos a pasar muy bien

Estupenda, matizadísima, cálida, intensa, teatro puro. Corría el año 79 y la crítica se rendía a una Lola Herrera que había prestado ojos, piel, alma y voz a la viuda Carmen Sotillo mientras despotrica contra el cuerpo presente de su difunto marido. Ahora, casi media vida después, y con motivo del 50º aniversario de la publicación de la que es una de las novelas más importantes de nuestra narrativa contemporánea, esta auténtica dama de la escena regresa a un personaje que ella convirtió en historia viva de nuestro teatro. 

¿Cómo recuerda aquel 26 de noviembre de 1979 en el Teatro Marquina de Madrid?

Lo recuerdo con muchos nervios, con una zozobra muy grande dentro de mí porque llevaba muy hilvanado el texto. Por una serie de circunstancias me había tenido que estudiar dos textos distintos e iba muy pillada. Realmente íbamos a abrir una sandía que no sabíamos si iba a salir pepino. A nosotros nos encantaba lo que estábamos haciendo pero era una incógnita, en aquella época no se hacían monólogos prácticamente, era sinónimo de ladrillo y lo hacíamos porque nos gustaba, nos apetecía muchísimo y lo queríamos hacer, pero no íbamos en busca del arca perdida, ¿sabes? (risas). Experimentamos con algo que nos gustaba y decidimos hacerlo y recuerdo que fue un estreno en el que lo pasé muy mal, no disfruté nada porque además confluyeron muchas cosas: el telón levantó la mesa que había en un primer término y la dejó caer con todas las cosas que había encima, con lo cual todas las cosas que yo usaba estaban por los suelos, fue un poco accidentado todo, pero el resultado fue muy bueno. Estaba allí todo Madrid, de todos los niveles de la sociedad, media Academia de la Lengua y fue una cosa de mucha tensión. Yo lo viví con mucha angustia, no como un estreno normal, como algo más angustioso.


¿Cuántas horas calcula que ha pasado ya con Mario?

No las quiero calcular. Nunca me he tomado ese cuidado. Han sido muchas, muchísimas y ahora voy a pasar unas pocas más (risas).


¿Qué ha significado este personaje y esta obra en su carrera?

Mucho, ha significado muchísimo, fue una inflexión fuerte en mi carrera porque se dio en el blanco. Se dieron unas circunstancias y se convirtió en un éxito y en un referente muy grande y eso trajo consigo muchísimas satisfacciones, muchísima responsabilidad, muchísimo trabajo, muchísimas cosas, o sea, que fue muy importante. Lo adoro. Y lo sigue siendo para mí. Sigue siendo el momento más clave. Lo mío ha sido siempre una carrera de fondo, porque ese ha sido mi trabajo y mi forma de hacer el recorrido en esta profesión, pero esto fue una inflexión con una fuerza que cambió un poco para bien el norte de mi vida.


Después de 36 años, ¿siente Lola Herrera que tendrá que luchar contra su propio fantasma?

No. El teatro es juego, entonces yo ahora mismo me voy a subir a jugar con Carmen y nos lo vamos a pasar muy bien. Pero fantasmas no me han quedado más que fantasmas buenos de esta función, me han quedado grandes satisfacciones y retos porque para mí fue un reto en su día. Todos salimos muy bien parados, toda la producción fue muy satisfactoria para el pequeñísimo grupo que éramos.


¿Cómo está viviendo esta vuelta a “Cinco horas con Mario”?

Es una cosa que ha sido un poco casual, una cosa nos ha llevado a otra... pero lo cierto es que estoy aquí. Ha sido casi sin darme cuenta y he empezado a ensayar, una cosa que pensé que jamás en la vida la iba a hacer. Ha sido con motivo del 50º aniversario de la publicación de la novela, que es a finales de este año, se han empezado a mover cosas y nos hemos puesto a hablar y cuando me he querido dar cuenta estábamos echando para adelante estas funciones. Son seis semanas nada más porque luego tengo que ponerme ya a ensayar la producción de Pentación “La velocidad del otoño” que voy a hacer con Juanjo Artero y que estrenamos este verano.


Háblenos de cómo ve usted “Cinco horas con Mario”.

La obra es una pera en dulce, Miguel Delibes era un genio y escribía magistralmente, solamente por sentarse a oír el chorreón de historia que cuenta esta mujer, el lenguaje que utiliza este personaje, lo que retrata de una época, lo que conecta con muchas csas de la actualidad… Yo no soy objetiva en esto porque no puedo serlo, pero es una delicia, es un texto delicioso, totalmente delicioso, es un paseo en barca por El Retiro pero con el estanque limpio (risas).


Imagino que habrá muchos puntos de conexión también con nuestra realidad del 2016, ¿no? ¿En qué sigue vigente?

Es un clásico contemporáneo y todo esto que cuenta es comprensible por quien lo escuche, porque habla de los seres humanos, de las mezquindades, de las grandezas, de las miserias, de la situación donde se enmarca esa historia en ese momento y la verdad es que lo hace con esa riqueza de lenguaje, con esa aparente sencillez y con essa profundidad al mismo tiempo que es muy interesante.


¿Con los ojos de hoy, Lola Herrera ve a Carmen Sotillo igual que hace 36 años?

Cada vez que la he hecho la he mirado desde un ángulo, es elemental para recoger un texto, siempre hemos hecho un trabajo nuevo y lo hemos movido todo para dejarlo más o menos en su sitio, pero desde luego el ángulo desde el que miramos ahora mismo no habíamos mirado antes, porque han pasado años, hemos vivido muchas cosas, han pasado muchas cosas en el mundo y todo eso es un arsenal que hay ahí y que añades y la intencionalidad nuestra, de Josefina y mía, que es de moverlo todo. Lo estamos pasando muy bien.


¿Ha pensado alguna vez qué le respondería Mario al monólogo de su mujer si pudiera?

Primero, Menchu a Mario vivo le habrá dicho cosas, pero no todas las que le cuenta muerto, pero yo creo que Mario una de las cosas que hacía era no responder a Carmen... Él estaba por otras cosas, se casó con una señora para tener una casa, que le hicieran la comida, que le plancharan y si tenía la ambición de tener hijos o lo que sea pues bueno, que alguien pariese al lado y que fuesen hijos suyos, pero realmente Mario se ocupaba de otras cosas, estaba por otras cosas, no estaba por Carmen y yo creo que a Carmen la pasaba por alto.


¿Lola Herrera tiene algo en común con Carmen Sotillo?

Es una mujer, pero es una mujer de una familia de quiero y no puedo, de encubrir las apariencias mucho, es una insatisfacción total, porque su vida es una insatisfacción total… Aparte de que es mujer y de que yo entiendo muchas cosas que le pasan a Carmen, en común tenemos eso, que las mujeres unas por unas razones y otras por otras vivimos una serie de cosas y entonces… Menchu es una persona que cualquiera cuando escuchan la función reconocen porque es reconocible.


Vuelve a “Cinco horas con Mario”, la vemos en “Amar es para siempre" cada tarde. ¿De dónde saca la energía?

Todavía la tengo, no sé cuánto me va a durar, si es para cuarenta y ocho horas o un poco más (risas), pero de momento la tengo y la uso. Ya dejaré de usarla cuando no la tenga, de momento estoy muy volcada porque para mí el trabajo es una parte importante de mi vida porque no he hecho otra cosa en la vida más que trabajar, es lo que más he hecho, este trabajo tiene mucha servidumbre, es muy esclavo y mi forma de vivir la vida ha sido una, el teatro ha sido el eje de mis movimientos, porque cuando te vas de gira, te vas de gira, cuando a las siete tienes que levantar el telón, tienes que haceerlo… Todo tiene que ser con un rigor de disciplina y puntualidad que eso modifica la vida de caulqueria. Y yo llevo toda la vida haciendo esto…


Creo que tiene algún otro proyecto entre manos… “La velocidad del otoño”.

Todavía no quiero pensar en ello porque quiero estar centrada en lo que estoy ahora y cuando ya estrene esto… con Juanjo Artero y con Magüi Mira.


¿Con qué frase de Carmen Sotillo despediría esta entrevista?

Tiene tantas frases, tantísimas y tan ricas, que me lo pones muy difícil… Cualquiera es buena. Las frases son encadenadas todas por esta mujer, pero todas tienen sentido si viene una detrás de otra porque van encadenadas totalmente. 

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