Revista teatros

 Con la resaca del éxito después de un año en la cartelera barcelonesa, este artista de tan solo 20 años aterriza en pleno corazón de la Gran Vía madrileña con un propósito: fascinar al público con un formato inédito que fusiona magia y danza. Charlamos con este jovencísimo talento quien, acompañado de Rosa Beltrán en la firma y dirección de su espectáculo, llega dispuesto a sorprender con un tridimensional viaje de fantasía.

¿Cómo y cuándo empezó usted en el mundo de la magia?

A los ocho años, cuando descubrí en mi casa una caja de ‘Magia Borrás’. Empecé a practicar hasta el punto que dedicaba todo mi tiempo libre a ello: leía libros, visitaba tiendas de magia, acudía a espectáculos... Tan sólo un año después hice mi primer espectáculo en una residencia de ancianos y, a partir de entonces, actué en eventos privados.

¿Qué vamos a encontrar en “ZAS!”?

Un espectáculo dirigido a toda la familia que innova por combinar la magia y la danza. En él encontraréis mucha música, color y, por supuesto, magia, ya que durante la hora de espectáculo transcurren más de 30 sorprendentes juegos. El objetivo es contar una historia que traslada al espectador por diferentes rincones del mundo en busca de Zas –¡no os voy a desvelar quién es!–.

¿Qué efectos visuales y recursos escénicos contribuyen a este viaje?

La voz en off, la música, la iluminación, la escenografía y, sobre todo, los vestuarios ambientados en distintos países, son elementos clave para lograr que el público se adentre en la narración. Con ello conseguimos un ritmo trepidante que impide que los espectadores aparten la mirada del escenario. La diversión y la sorpresa están aseguradas. ¡El público sale con una sonrisa de oreja a oreja y cubierto de confeti!

Uno de los números de magia de este espectáculo que mejor funciona con el público es aquel en el que…

¡Es difícil elegir sólo uno! Tanto pequeños como mayores se quedan asombrados con todos y cada uno de los juegos, desde los que parecen más simples hasta los más complejos. Durante el espectáculo, veréis todo tipo de ilusiones: objetos que vuelan, personas que aparecen y desaparecen, que son cortadas por la mitad… pero también juegos tradicionales con plumas, pañuelos, sombreros, baritas o cartas gigantes. Y lo mejor es que todo el público participará en la búsqueda de Zas sin moverse del asiento, moviendo las banderas que se les entrega antes de comenzar la función.

Ha creado un formato inédito que fusiona magia y danza: ¿cómo surgió esta idea y qué tipo de danza veremos?

La idea surgió en el momento en que conocí a Rosa Beltrán, mi actual directora. Ella venía del mundo de los grandes musicales y había trabajado muchos años como coreógrafa. Es por ello que la danza-jazz ocupa un lugar fundamental en nuestro espectáculo. En él cuento con la colaboración de dos bailarinas, Cristina Vilá y Judit Gómez que, además de mis ayudantes, son amigas mías desde hace años.

¿Quiénes son sus referentes en el mundo de la magia?

En España tenemos muy buenos magos, como Mag Lari, Jorge Blass o Antonio Díaz. A nivel internacional, me gusta mucho el tipo de espectáculo que hacen Lance Burton, Dani Lary o Hans Klok. Y, como no, ¡David Copperfield!.

Dejando a un lado la magia, ¿cuáles son sus aficiones?

Me apasiona todo lo relacionado con el diseño, tanto gráfico como de interiores, ya que es la carrera que estudio actualmente. Pero también me encanta el cine, la música y, sobre todo, el teatro.

¿Cómo podría ser su mayor fantasía si piensa en un futuro profesional, por loca que suene?

Simplemente, dedicarme profesionalmente a la magia. La recompensa de mi trabajo es hacer disfrutar a los niños. Lo que más me gusta es poder conocerlos después del espectáculo y hacerme una foto con ellos en el photocall. Allí te das cuenta de que el cariño que recibes es lo que te hace seguir luchando por tus sueños.

Tiene la oportunidad de invitar a algún famoso a su show. ¿A quién?

¡Alaska y Mario! Porque es una pareja con la que me río muchísimo y sé que viven muy cerca del teatro (risas).