Revista teatros

Estrenan en Avilés el año pasado, entran en septiembre en Madrid, gira y de vuelta a Madrid. ¿Qué tal? ¿Cómo afrontan esta segunda vez?

Con mucha ilusión y con una buena base. Después de un año girando con la función por toda España estamos más consolidados como grupo y la maquinaria está bien engrasada. Me parece que va a ser una etapa de mucho disfrute.

En la obra la psicóloga ha dejado preparados ocho sobres con una nota e instrucciones. Hasta que cada tema no se zanje, no se puede pasar al siguiente. ¿A qué nos enfrenta todo esto, de qué nos hablan las tarjetas y, por ende, la obra?

Cada sobre plantea un tema de la vida en pareja, a veces se trata de temas particulares de una pareja en concreto y otras de temas universales (el futuro, el sexo, los celos...). La consigna es que todas las parejas se involucren y dialoguen sobre los temas propuestos, sean o no problemas personales.

Háblenos de su personaje. ¿Quién es, cómo es, qué hace?

Soy Carla, soy arquitecta y estoy intentando que mi pasado no condicione mi presente ni mi felicidad (hasta ahí puedo leer). Soy disfrutona, empática, conciliadora y estoy muy bien con mi pareja.

Una frase de su personaje…

Creo que la frase que más repito durante la obra es: “Por favor no os insultéis! Vamos a hablarnos bien, con educación, sin levantarnos la voz!”. Lo que da una idea de lo que se va a complicar esta sesión de terapia de grupo. Rescato otra que disfruto mucho por el momento de la obra en que la digo y por a quien se la digo: “Este sobre me va a encantar”.

Gorka y Manuela conforman una de las tres parejas. ¿Cómo es su relación y por qué van a terapia?

Nuestra pareja está en plena fase del enamoramiento, aunque ya llevan tres años juntos y es el momento de empezar a hacerse preguntas sobre hacia dónde van y si quieren ir juntos. Hasta ahora toda ha sido fácil para ellos. Pero empieza a ser evidente que si quieren avanzar como pareja y crear un vínculo sólido van a tener que afrontar ciertos secretos.

¿Los problemas de pareja mejor si se tratan desde el humor?

Los problemas de pareja mejor si se tratan, punto. Desde el humor, el diálogo, la terapia. La comunicación es fundamental. Como experiencia teatral creo que es muy interesante que la gente se vea reflejada en estas parejas y que por identificación se rían. Reírse de uno mismo es sanísimo, pero también hay que responsabilizarse. Después de tantas funciones me sigue sorprendiendo que generen tanta carcajada determinados momentos. Creo que hay algo de catarsis colectiva, pero la reflexión debe venir a continuación. Eso espero.

Para usted, ¿cuáles son los pilares sobre los que se tiene que asentar una relación?

Respeto.

La obra lleva firma argentina. Allí lo de la psicología es casi patrimonio nacional. ¿Aquí cada vez más o nos seguimos resistiendo? ¿Alguna vez ha ido usted a terapia?

Sí, me ayuda mucho. Me ayuda a comprender la diferencia. A entenderme mejor y a entender a los demás.

Además de firma argentina, el director es Daniel Veronese. ¿Cómo es trabajar con él? ¿Qué les ha pedido?

Mucha disciplina. Mucha repetición y concentración. Él tiene una capacidad de concentración brutal y nos pedía lo mismo. Ensayar y ensayar, repetir y repetir, como si fuéramos una orquesta ensayando una partitura.

Después de tanto tiempo de gira y de éxito, ¿cuál es esa  anécdota o  comentario que recordará siempre?

Muchas. Pero son anécdotas internas, cosas que sólo entendemos la compañía. Y otras que creo que es mejor que el público no sepa, como los trucos de magia.

¿Por qué tenemos que ir a ver “Bajo terapia”?

Yo ya he perdido la perspectiva. Creo que lo que más avala a la función no es lo que yo pueda decir aquí, sino la reacción del público en todas las plazas en las que hemos estado. Es una comedia amarga que hace que el público entre en un delirio de carcajada, en la que puede aprender algo de las relaciones de pareja y en la que nada es lo que parece, o todo lo contrario.

Al margen de este trabajo, ¿qué otras cosas tiene entre manos Manuela Velasco?

La cuarta temporada de “Velvet”.