Publicado el 29 de Abril de 2016
Miguel del Arco
Obra: ¡Cómo está Madriz!
Paco León tiene el don de enganchar a unos niveles profundamente populares, por eso me parecíó perfecto para vertebrar todo el espectáculo
No sin ciertas reticencias personales en un primer momento y después de varios contactos con la dirección del Teatro de La Zarzuela, el que es uno de los directores más aplaudidos de nuestra escena teatral decidió entregarse de lleno a este proyecto. ¿Su aliciente? Devolver ese carácter tremendamente vital y popular al género. Para ello, Miguel del Arco –“El misántropo”, “La función por hacer”– dirige y firma esta versión escénica que promete recuperar el carácter lúdico y la atrevida crítica social que caracterizan este mítico programa doble.
¿Qué es “¡Cómo está Madriz!”?
Es una reescritura o una versión escénica libre a partir de dos zarzuelas que siempre funcionan en programa doble, que son “La Gran Vía” y “El año pasado por agua”, ambas con música de los compositores Federico Chueca y Joaquín Valverde.
¿Cuál es el hilo argumental de “¡Cómo está Madriz!”?
En este caso, “¡Cómo está Madriz!” es un hombre del siglo XXI interpretado por Paco León, que vive en la plaza Mayor. Debajo hay una celebración como las miles que se producen en Madrid por todas partes, manifestaciones y demás. Él vive en el centro y se tiene que tragar todas estas cosas que suceden en la capital. Están tocando “La Gran Vía” en la plaza Mayor, evento que se produjo de verdad, dirigido por Helena Pimenta, congregando a más de 20.000 personas. Ese hombre está en su casa y quiere dormir, pero no puede porque está con la música metida dentro de la cabeza, porque es una música de una brillantez espectacular. Se acuesta con toda esta música en su cabeza y lo que hace es soñar “La Gran Vía”. Es un sueño del siglo XXI paseando por el Madrid del siglo XIX.
¿Cómo ha hecho el enlace entre las dos zarzuelas que componen este programa doble?
La segunda va a rebufo de la otra: dado el gran exitazo de “La Gran Vía”, aparece “El año…” y se argumenta de la anterior. “La Gran Vía” es un paseante en corte, como alegoría de la propia calle, hace un paseo por Madrid y va comentando toda la situación política, popular, de la ciudad, de la municipalidad. “El año…” es lo mismo, es un guardia urbano que pasea con el año nuevo, que llega al Madrid que todo el mundo espera porque el año anterior ha sido muy lluvioso.
¿Cuál es el concepto del show?
“La Gran vía” la subtitulan como revista lírico ligera fantástico callejera, lo cual creo que define perfectamente el concepto del espectáculo. Es más revista que zarzuela porque son muchos números, el argumento realmente no es tan importante como en otras zarzuelas para que sea más divertida o más trágica. Son números separados que funcionan casi individualmente y que van, fundamentalmente, a la comicidad.
Asistimos a una comedia delirante que está plagada de personajes reales y populares pero, también, de alegorías...
Así es. “La Gran Vía” comienza con una sublevación de las propias calles que se personifican en señoras que van a protestar porque la municipalidad ha decidido hacer una obra faraónica y construir la Gran Vía. Hay un espíritu crítico muy grande y, si lo vemos con la perspectiva de la época, que se estrena a finales del siglo XIX, vemos muchísimos comentarios sobre la política de Cánovas del Castillo y Sagasta, del bipartidismo, el sufrimiento de Pablo Iglesias, que es un momento histórico, y claro, me lo ponía a huevo para mostrar que estamos prácticamente repitiendo ciertas cosas de una manera delirante. Ahí me llegó la pista de por dónde ir.
Sorprende ver en el reparto nombres como el de Paco León. ¿Qué le llevó a pensar en él para este proyecto?
¡Tampoco es de extrañar! La Zarzuela siempre ha tenido muchísimos grandes actores que hacían los personajes hablados, así que se trata de recuperar las buenas formas donde prima la parte musical, pero es un espectáculo de teatro en el que debe haber grandes actores. Paco es un actor que tiene un enganche con el público inmediato. En cuanto aparece en el escenario, tiene ese don que tienen algunos actores de salir a escena y enganchar a unos niveles profundamente populares, por eso me parecíó perfecto para vertebrar todo el espectáculo.
En su opinión, el aspecto que va a conquistar al público es...
La confluencia de todo, porque es una zarzuela que ellos mismos denominaban revista por la acumulación que hay de números musicales estupendos como de escenas habladas. Es una zarzuela que requiere de grandes actores. Para mí también era el aliciente: hacer un espectáculo teatral con mucha música buena donde la parte hablada y cantada estuvieran lo más próximas y mezcladas posibles. Y para ello, me he rodeado de un equipo absolutamente estelar.