Publicado el 01 de Abril de 2014
Paco Arévalo
Obra: Dos caras duras en crisis
¿Mi punto débil? Lo vergonzoso que soy aunque no lo aparente
¿Quién no ha escuchado aquellas cintas de cassette repletas de chistes de ‘gangosos y mariquitas’? Paco Arévalo fue durante la década de los 80 uno de los reyes del humor y un asiduo, en todas sus temporadas, del exitoso “Un, dos, tres”. Además, ha grabado varias películas con Mariano Ozores –“El currante”, “Agítese antes de usarla”, “El pan debajo del brazo” o “Los obsexos”-, interpretado algunos papeles en series de ficción y hasta tuvo su propio programa en TV con “Arévalo y Cía”.
¿Qué es lo más bonito que les está dando este espectáculo?
Sensaciones muy positivas que me hacen sentir el cariño del público y eso es muy gratificante.
Cuando usted cocinó aquella paella de la que salió este espectáculo, ¿se imaginaban que llegaría tan lejos?
No, en ningún momento pensamos en la repercusión que iba a tener ni el éxito... Aunque sí pensamos que podía ser interesante para el espectador.
¿Qué tienen estos dos caras duras para caer tan simpáticos?
Mucho feeling y buena química y lo disparatado de ser mellizos
¿Qué puede esperar el público que vaya al Teatro Nuevo Apolo?
A dos amigos veteranos que hacen lo posible para que el público se divierta con disparatadas puestas en escena.
¿Qué tiene el tándem Bertín Osborne – Arévalo que gusta tanto?
La variedad de ocurrencias y la espontaneidad de los dos. ¡Y lógicamente mi físico! (risas).
Dice Bertín que ya se ve el final del túnel. ¿Cómo ve la actualidad usted?
Con rabia por las cosas que están pasando y el lugar donde estamos que supone un retroceso importante en nuestra querida España. Muchos chorizos sin escrúpulos y cosas muy mal hechas.
¿La crisis mejor encararla con una sonrisa o con la cara bien dura?
Al mal tiempo buena cara, pero que estemos sumidos en esta crisis es para todo lo contrario. ¡Pero qué vamos hacer!
Empieza contando chistes y nos sorprende, al final, cantando. ¿Cómo se lleva eso de cantar con Bertín delante?
Cantar con Bertín lo llevo bien, él es el que lo lleva mal, porque yo lo parodio y la gente se lo pasa bomba.
Y a Bertín, ¿cómo se le da lo de ser el gracioso?
Muy bien, tiene esa naturalidad y gracejo necesarios y cuenta las anécdotas con mucha gracia. Es genial.
El momento más divertido es…
Hay muchos, pero cuando estamos los dos juntos es cuando mejor se lo pasa el público.
¿Con quién se ríe Arévalo y quién o qué no le hace ninguna gracia?
Como espectador soy buen público, me río de casi todo, tengo mucho sentido del humor. Lo que no me hace gracia es ver esas familias a las que sacan de sus casas por no poder pagar al banco cuando al banco lo rescatan y lo pagamos todas las familias.
¿Qué se va a perder quien no vaya a ver “Dos caras duras en crisis”?
Un cachondeo divino.
Su mayor golpe de suerte...
Trabajar en lo que me gusta y tener la familia que tengo.
Sus puntos fuerte y débil...
Como intérprete soy un todoterreno. ¿Mi punto débil? Lo sentimental y vergonzoso que soy aunque no lo aparente.
Lo mejor y lo peor de Bertín es…
Lo mejor de mi hermano es que es un gran tipo y lo peor sería no serlo.
También han estado en Venezuela con este espectáculo. ¿Qué tal?
Bello país y gente cariñosa. La experiencia fue formidable y la gente estuvo volcada con nosotros. Me sentí como en casa.
Después de tantos años de carrera, cuando echa la vista atrás, ¿qué ve?
Muchas cosas, algunas con nostalgia, otras con alegría y la pena de lo deprisa que pasa el tiempo. Mi balance es positivo.
Ahora mismo a la vida le pide…
Paz y prosperidad, trabajo para todos y que se acabe el mangoneo.
Un sueño pendiente…
Me falta por soñarlo.