Revista teatros

Decía Larra que “los teatros son el termómetro de la civilización de las naciones”. ¿En qué lugar nos deja esto hoy? Balance de la situación teatral a día de hoy

Creo que más bien el teatro se convierte muchas veces en espejo y respuesta de la sociedad y me da la impresión la sociedad española está atravesando un momento de desorientación, los acontecimientos políticos del último año han dejado mella. Acabo de llegar de un viaje por varios países latinoamericanos y veo una fuerza y una ilusión que a veces se echa en falta en nuestro país. Así pues, puede que cierto teatro refleje esa apatía y conformismo mientras quisiera creer que, al mismo tiempo, pueda estar gestándose una reacción a todo ello.

Las actuaciones clave para mejorar esa situación serían…

Un compromiso social de reconocimiento del valor de la cultura y del arte como motores esenciales de la sociedad. Es curioso ver como en los últimos veinte años el teatro y la cultura en general han perdido presencia en los medios de comunicación que, en muchas ocasiones hasta incluyen estas informaciones en la sección de “sociedad”. Divulgar el trabajo artístico y reivindicar un pacto de estado por la cultura. Aunque soy pesimista al respecto: baste señalar que hace pocas semanas la propuesta de crear una subcomisión parlamentaria para abordar un futuro “Estatuto del Artista” fue tumbada con los votos de Partido Popular, Partido Socialista y Ciudadanos.

¿Qué papel han de jugar empresarios, gestores y productores?

Desde el punto de vista profesional y artístico me parece fundamental crear unos espectáculos que nos hablen de nuestra realidad y nos sacudan emocional e intelectualmente. De todos modos será un proceso minoritario ya que el peso de medios de comunicación, patrocinadores e intereses económicos seguirán inclinando la balanza hacia fenómenos televisivos, franquicias musicales o un humor fácil y muchas veces reaccionario.

¿Qué habría que pedirle a la profesión? ¿Debería hacer autocrítica?

Claro que la profesión debe hacer autocrítica: no hemos sabido ganarnos un reconocimiento social y hemos permitido que, desde algunos sectores, se ridiculizara tanto nuestro trabajo como la importancia del arte y de los artistas dentro de una sociedad, esto contrasta vivamente con lo que ocurre en otros países dónde se asume precisamente la fuerza de la cultura como motor de prosperidad y valor de imagen del país.

Creo que es fundamental consolidar las bases profesionales, con el apoyo de las instituciones públicas -como ocurre en muchos otros sectores- pero con el compromiso de una industria cultural real, porque de lo contrario vamos a una precarización del trabajo actoral y hacia un cierto amateurismo del hecho teatral -siempre condicionado a una dependencia económica de la televisión o de actividades paralelas-. Conquistas realizadas desde los años 80 se pueden estar perdiendo en cuestión de pocos años. En ese sentido sería importante recobrar la importancia de las Redes y Circuitos Nacionales y Autonómicos, pues no solo ofrecen estabilidad a las compañías y multiplican el número de actuaciones sino que, además, permiten a los espectadores que residen fuera de las grandes ciudades acceder a un repertorio amplio e interesante de obras y estilos.

¿Y al público, qué hay que pedirle?

Que no se deje engañar por la publicidad masiva de unos pocos títulos franquiciados y que busque, indague, porque hay mucho y muy buen teatro en las salas españolas.

Como espectador, ¿qué le lleva al teatro?

Me gusta el teatro, soy un buen espectador de teatro porque me gusta disfrutar: emocionarme, divertirme y luego reflexionar y comentar con amigos la propuesta que me ha sido lanzada desde el escenario.

La última obra que ha visto ha sido… ¿Qué le ha parecido?

Precisamente todo lo que te señalaba antes lo encontré en la última obra que trajo el CDN de Wajdi Mouawad al Teatro Valle Inclán: “Inflamación del verbo vivir”, una obra llena de imágenes poderosas, momentos hilarantes y duras reflexiones sobre la crisis griega y tan nuestra, el papel del arte: una gozada.

Está deseando ver… ¿Qué obra?

Creo que una de las grandes noticias de la temporada ha sido la reapertura del Teatro Pavón por los kamikazes de Miguel del Arco, y la reposición anunciada de “El Misántropo” creo que anima a repetir a quienes la gozamos en su día y a no perdérsela a quienes no la vieron.